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En la más reciente sesión del Comité de Coordinación para el Seguimiento al Sistema Financiero, las principales autoridades económicas de Colombia destacaron la solidez del sistema financiero, resaltando la capacidad de las entidades para mantener niveles adecuados de solvencia y liquidez en lo corrido del año.
La reunión se centró en analizar el comportamiento de los indicadores clave que miden la estabilidad financiera, y contó con la participación del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar; el superintendente Financiero, César Ferrari, la directora del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras – Fogafín, Juliana Lagos, y el subdirector de Regulación Prudencial de la Unidad de Proyección Normativa y Estudios de Regulación Financiera - URF, Mauricio Salazar.
“El sistema financiero ha demostrado una notable resiliencia frente al proceso de ajuste económico”, señalaron los miembros del Comité, haciendo énfasis en el impacto positivo de la supervisión y las políticas prudenciales.
Entre las medidas que han fortalecido la capacidad patrimonial de los bancos se encuentran las capitalizaciones recientes y la emisión de deuda subordinada, un mecanismo que permite absorber pérdidas sin afectar el capital base de las entidades.
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La cartera de crédito se recupera y se modera la morosidad
A pesar de que la cartera de crédito registró una contracción en términos reales durante gran parte del año, los datos sugieren una recuperación gradual, particularmente en los segmentos de microcrédito y crédito de vivienda. Se espera que para el primer semestre de 2025 la cartera comercial y de consumo presente un crecimiento positivo, reflejando una mejora en la demanda de crédito por parte de las empresas y los hogares.
La morosidad, que mide los préstamos que están atrasados en sus pagos, mostró señales de estabilización, especialmente en la cartera de consumo, donde el crecimiento de los créditos vencidos se desaceleró.
No obstante, los sectores de vivienda y comercial aún presentan desafíos, con un aumento en los niveles de deterioro. Las provisiones de las entidades financieras, que actúan como reservas ante posibles incumplimientos de pago, se mantuvieron estables alrededor de 106 %, garantizando una cobertura superior a 100 % de la cartera vencida.
Disminuyó la carga financiera para los hogares
El informe del Comité también subrayó una tendencia decreciente en la carga financiera de los hogares, un indicador que mide la proporción de ingresos destinada al pago de deudas. Esta tendencia ha sido impulsada por una reducción en las tasas de interés desde finales de 2022, lo que ha permitido a los hogares aliviar sus compromisos financieros. A pesar de que la carga sigue siendo alta, ha alcanzado su nivel más bajo desde 2019.
En cuanto a la rentabilidad de los establecimientos de crédito, medida a través del retorno sobre activos (ROA), esta se ubicó en 1,3% anualizado, lo que representa una relativa estabilidad en comparación con años anteriores. Sin embargo, se mantiene por debajo del promedio de los últimos cinco años, afectada principalmente por el incremento en las provisiones necesarias para cubrir los riesgos crediticios.
Y... habrá nuevas regulaciones para 2025
De cara al próximo año, el Comité destacó la importancia de una transición ordenada hacia las nuevas regulaciones sobre el Coeficiente de Fondeo Estable Neto (CFEN), que entrarán en vigor en septiembre de 2025. Este coeficiente busca garantizar que las entidades financieras mantengan niveles suficientes de financiamiento estable a largo plazo para respaldar sus activos.
Asimismo, se mencionó la pronta adopción de estándares regulatorios internacionales sobre el riesgo de tasa de interés para el libro bancario, lo que fortalecerá aún más la gestión de riesgos en el sistema financiero.
Por último, se revisaron los resultados del indicador que identifica a las Entidades de Importancia Sistémica en el sistema financiero colombiano. Estas entidades deberán constituir un colchón de capital adicional en 2025, con el objetivo de proteger el sistema frente a posibles choques económicos y mantener su estabilidad.
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