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El coletazo de la crisis por el covid-19 en el empleo fue estruendoso. Al recordar los estragos económicos que se vivieron en los momentos más complejos de la pandemia, hay que decir que en julio de 2020 la tasa de desempleo alcanzó el 20 %, con más de 4,55 millones de personas desempleadas. En cuestión de meses se destruyeron casi cuatro millones de puestos de trabajo, mientras que 1,5 millones de personas pasaron a engrosar las cifras de desocupados en el país.
Desde entonces se han adelantado esfuerzos para recuperar el mercado laboral, como el plan de reactivación de la economía y los subsidios para incentivar la contratación (especialmente la de jóvenes y mujeres). Sin embargo, dos años más tarde Colombia sigue sin igualar las cifras que registraba antes de la pandemia.
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Recientemente el DANE informó que, en julio, la tasa de desempleo en Colombia fue del 11 %, con más de 22,05 millones de personas ocupadas, 2,72 millones desempleadas y 14,23 millones por fuera de la fuerza laboral (personas en edad de trabajar, pero que no laboran por estar estudiando, vivir de una renta o pensión, realizar actividades de cuidado no remuneradas o tener desinterés de buscar empleo).
Si se comparan estas cifras con las registradas en el mismo mes del año pasado, se evidencia que la tasa de desempleo disminuyó 2,1 puntos porcentuales, que se generaron 1’638.000 puestos de trabajo, que 344.000 personas salieron del desempleo y que 737.000 dejaron de ser parte del grupo de población por fuera de la fuerza laboral.
Según el presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, Camilo Rodríguez, parte de este positivo crecimiento se explica en que uno de los grandes jalonadores de empleo fue el sector de las manufacturas, que ha aumentado su producción nacional debido a los problemas logísticos que ha evidenciado el comercio mundial, así como el encarecimiento del dólar que ha impactado a las importaciones.
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Además, este significativo avance acerca más a Colombia en su meta de por lo menos igualar las cifras de su mercado laboral antes de la pandemia. Algunos incluso podrían pensar que estamos a un paso de lograrlo, pues la tasa de desempleo de julio fue apenas 0,3 superior a la registrada en el mismo mes de 2019.
Incluso Colombia logró repuntar en la cifra de ocupados, pues en julio del presente año registró 29.000 ocupados más que los que tuvo en su referente prepandémico. Sin embargo, le hizo falta sacar del desempleo a otras 72.000 personas para decir que, en estos aspectos, el mercado laboral alcanzó los niveles que registraba antes de la crisis sanitaria.
Para la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo-Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, es importante que el país avance en la mitigación del desempleo, pues ese es el camino indicado para derrotar la pobreza. “A pesar de la reactivación económica del último año, aún tenemos una cifra muy alta de personas buscando empleo y el panorama se complica si tenemos en cuenta que se prevé un menor crecimiento de la economía en los próximos meses. Las decisiones de política pública desde el Gobierno y el Congreso deben tener en cuenta este panorama para garantizar que a mediano y largo plazos se mantenga el nivel de creación de empleo y fortalecer la viabilidad del tejido empresarial como motor de desarrollo”, detalló.
Mejoró el panorama para las mujeres
Aunque la brecha de género continúa en el mercado laboral colombiano (en julio, esta fue del 5,1 %, pues la tasa de desempleo en los hombres fue del 8,8 %, mientras que en las mujeres fue del 13,9 %), las mujeres lograron un buen avance en el último reporte.
Ejemplo de lo anterior es que mientras la ocupación en los hombres creció en 609.000 puestos de trabajo, en las mujeres fue en 1’029.000. La rama de actividad que más aportó en la recuperación de puestos de trabajo en la población femenina fue administración pública y defensa, educación y atención a la salud humana, con 186.000. A esta la siguieron comercio y reparación de vehículos (169.000), actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (153.000), actividades profesionales, científicas, técnicas y de servicios administrativos (141.000) e industrias manufactureras (123.000).
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Cifras más granulares muestran que, en julio, en Colombia se contaron 1,26 millones de hombres desempleados, mientras que este dato para las mujeres fue de 1,45 millones. Sin embargo, ellas lograron una reducción del 12,8 % en esta cifra, mientras que ellos una del 9,3 %. Otro dato que resalta es que 737.000 mujeres dejaron los oficios del hogar para insertarse en el mercado laboral. Hay que recordar que esta fue una de las actividades que más influyó en el aumento de la brecha de género durante la pandemia, pues muchas se vieron en la obligación de desistir de sus actividades laborales para realizar otras relacionadas con el cuidado no remunerado.
En suma, aunque julio dejó un esperanzador balance de recuperación, no hay que olvidar que la meta que el país estaría a punto de alcanzar es la de apenas igualar las cifras registradas en 2019. Fuera de eso los retos históricos siguen latentes, como lo es la informalidad, cuya tasa llegó al 58,4 %. Todavía no se puede cantar victoria, pues los desafíos laborales en Colombia siguen siendo considerables.