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Este miércoles el DANE publica las cifras de inflación para abril de 2023. El dato es clave porque los precios han subido de manera sostenida desde hace unos dos años (abril de 2021) y porque se espera una desaceleración para toda la economía. A este panorama se suman presiones extra como el aumento en los precios de los combustibles.
Para este punto nadie parece esperar que la inflación siga subiendo. Los alimentos, por ejemplo, llevan unos meses mostrando una tendencia a la baja.
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Los incrementos en los precios de la comida siguen pesando en la inflación general: para marzo de este año, alimentos fue el rubro que más creció en el IPC, con un alza de 18,47 %. Aun así, ese dato representa una mejoría, teniendo en cuenta que el aumento en el precio de la comida para marzo fue de 21,81. De hecho, se ha evidenciado una desaceleración en este rubro desde enero, después de haber tocado techo en diciembre de 2022 (27,81 %).
Ahora bien, la comida ha ido restándole vapor a la inflación por una cierta normalización de las lluvias en algunas zonas del país. También se evidencia un alza en las cifras de abastecimiento, en general.
Además, de acuerdo con información de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), los insumos para el agro bajaron 3,2 % en el primer trimestre de este año; los fertilizantes fueron los que experimentaron un mayor descenso, con -4,87 %. Este último porcentaje resalta poderosamente si se tiene en cuenta que hace apenas un año este rubro registraba un alza de casi 13 %.
Para abril de este año, el dato más reciente de la UPRA, los herbicidas (uno de los insumos que más pesa en la canasta de precio de los productores) bajaron 0,64 %. Y, en general, los plaguicidas registraron, por primera vez en dos años, una baja moderada, de 0,13 %. “Dado el mayor peso que tienen los fertilizantes y los plaguicidas, el indicador agregado de precios muestra, en abril, una caída de -1,98 %”, indicó la entidad en su boletín de abril.
El descenso en el costo de los insumos es un factor vital, pues estos responden por casi la mitad de la subida en la inflación de los alimentos, según un análisis del Ministerio de Agricultura.
Las cifras del DANE muestran cómo los costos para los productores (medidos en el Índice de Precios al Productor, IPP) también se han ido moderando en 2023, registrando un descenso de 1,73 % para mayo (en su variación mensual) y de 2,96 % para el corrido del año. La medición anual también mostró una contracción de 1,43 %.
Estas son bajas sensibles, que quizá podrían traducirse en menores costos de cara a los consumidores.
Entonces, si nadie parece apostar por una subida en la inflación, ¿apostamos por una baja sensible?
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El punto acá es que se espera que la inflación continúe bajando, pero no tan rápido como para utilizar la palabra desplome.
Las proyecciones de la Encuesta de Opinión Financiera de Desarrollo, por ejemplo, hablan de un IPC para mayo en 12,59 % y de 9,15 % para finales de año (al anhelado regreso a un solo dígito).
Este sería un nuevo descenso mensual que pareciera confirmar que los precios están comenzando a corregirse a la baja, tan sólo que a una velocidad mucho más moderada de lo que muchos esperarían.
En un escenario de menor crecimiento es deseable, y necesario, que los precios al consumidor bajen para así evitar mayores golpes en la calidad de vida de los hogares colombianos y, además, en su capacidad de consumo; esta última variable es fundamental si se tiene en cuenta que es el principal motor de la economía nacional.
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