Estos fueron los ganadores y perdedores de la inflación en 2023
Los alimentos son, por así decirlo, los grandes protagonistas y explican, en esencia, el descenso de la inflación frente a los resultados de 2022. Estos son los rubros que representan un reto para la inflación en 2024.
La inflación en Colombia llegó a un solo dígito tras un año y medio. Según los datos revelados por el DANE, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró 2023 a la baja, ubicándose en 9,28 % para la variación anual de diciembre. La cifra estuvo por debajo del promedio de las expectativas de los analistas.
La inflación siempre ha sido un dato fundamental para los hogares, pero ha generado mayores expectativas, mes a mes, desde finales de 2021 cuando inició su escalada, que culminó en un pico alcanzado en marzo de 2023, cuando llegó a 13,34 %.
Lea también: Inflación cerró a la baja para 2023 en Colombia y llegó a un solo dígito
Los resultados de diciembre estuvieron por debajo de las expectativas de analistas. Por ejemplo, en la encuesta mensual del Banco de la República, la mayoría de consultados ubicaban la variación mensual entre 0,5 % y 0,7 %, mientras que en la encuesta de Fedesarrollo la variación anual se proyectaba en 9,5 %.
Estos datos, aunque distan un largo trecho de la meta de 3 % que se ha trazado el Banco de la República, son ampliamente bienvenidos, pues confirman una tendencia a la baja de la inflación (que ya lleva nueve mediciones consecutivas en descenso).
Para Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, los resultados del IPC para 2023 revelan que “el poder compra real y efectivo que se obtuvo en Colombia en 2023 fue de casi 7 puntos. En el caso de los hogares pobres, que terminaron con inflación de 8,19, el poder de compra superó los 9 puntos. La senda de recuperar poder de compra es la que le interesa al Gobierno”, según dijo en declaraciones a medios.
El dato de inflación está por debajo de las expectativas. “Eso significa que el ajuste del salario mínimo fue de IPC más 2,9, el real. Un buen ajuste, moderado y permite pensar que seguiremos con el descenso de la inflación en 2024″, agregó Bonilla.
Pero, cómo se logró llegar a este punto. Los alimentos son, por así decirlo, los grandes protagonistas y explican, en esencia, el descenso de la inflación frente a los resultados de 2022.
Los alimentos, los ganadores de la inflación en 2023
De acuerdo con la información del DANE, para diciembre de 2022, este rubro tuvo una participación de casi 5 % en el resultado general del IPC en ese momento (de 13,12 %, recordemos). Para este año, la participación estuvo por debajo de 1 %.
En otras palabras, los cerca de cuatro puntos de diferencia entre los resultados de IPC entre 2022 y 2023 se le pueden atribuir a la categoría de alimentos.
Según aseguró Jhenifer Mojica, ministra de Agricultura, “esto es muy importante. Quiere decir que las familias colombianas tienen la oportunidad de acceder a más comida”. Además, recalcó el excelente resultado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los alimentos, al compararlo con 2022, que fue del 27 %.
Es importante reiterar que la que la subclase de alimentos y bebidas no alcohólicas registró un 5 %, siendo las mayores contribuciones negativas las de plátanos (-15,22 %), cebolla (-18,76 %), aceites comestibles (-7,74 %), papas (-9,76 %) y yuca para consumo en el hogar (-28,85 %).
Entre otros factores, los descensos en los precios de los alimentos tienen que ver, a su vez, con la baja en los costos de los insumos. Según el Ministerio de Agricultura, la inflación de alimentos en Colombia responde, en 50 %, a los precios de los insumos agrícolas (especialmente los que son importados).
La ministra Jhenifer Mojica también mencionó que no hay ninguna razón para las subidas exageradas en el precio de los alimentos y que el Gobierno Nacional está presto a verificar para que no se presenten acciones especulativas que afecten el bolsillo de los consumidores.
¿Y el transporte?
Desde la mirada anual, el IPC total se explica, principalmente, por la variación de la división de transporte, que creció 15,42 % frente a los resultados de diciembre del año pasado.
En el rubro de transporte, los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases de combustibles para vehículos (44,80 %), gastos reglamentarios relacionados con la propiedad, manejo y alquiler de vehículos (20,19 %) y compra y cambio de aceite (15,85 %).
Las mayores disminuciones de precio se reportaron en las subclases: transporte de pasajeros y equipaje en avión (incluye pagos por exceso de equipaje) (-9,03 %) y llantas y neumáticos, rines para vehículo (-1,30 %).
Vale la pena mencionar que el ministro Ricardo Bonilla, afirmó que la gasolina quedó ajustada, “pero ahora tendremos que ver qué hacemos con el diésel”.
La electricidad, el reto para 2024
El tema de la electricidad es reconocido por el propio ministro Bonilla: “¿Qué factores están en riesgo? La electricidad. Queda todavía pendiente la posibilidad de El Niño y el manejo de la opción tarifaria. Eso es lo que nos está pegando duro en la inflación”.
“Es de resaltar que la inflación sigue cediendo, sin embargo, hay que desarrollar acciones público-privadas para que el proceso de disminución continúe ya que el 2024 comienza con un contexto de desaceleración económica, con un aumento del salario mínimo por encima de la inflación en casi tres dígitos y con productividad negativa; peajes y SOAT aumentando varios puntos por encima del IPC. A lo anterior hay que sumarle el fenómeno del Niño que impactará el costo de servicios públicos y la congelación del precio del diésel”, indicó María Claudia Lacouture, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham.
Así mismo, la tendencia en los arriendos es hacia el alza, si se miran los resultados de diciembre de los últimos años, en comparación con los de 2023: en 2021 (su punto más bajo), la contribución del arriendo al IPC mensual fue de 0,01 %, mientras que hoy es de 0,11 %.
Vale recordar que, justamente, los cánones de arrendamiento se podrán incrementar (cuando se trate de vivienda urbana) en el valor de la inflación para 2023, de acuerdo con lo establecido por la Ley 820 de 2003, según informó la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas).
En Colombia, cuatro de cada 10 hogares viven en arriendo (40,2 %), según la más reciente Encuesta de Calidad de Vida del DANE (2022). La cifra, incluso, sube a 47 % en las ciudades principales. Si se tiene en cuenta que el 39 % restante habita en una vivienda propia y el 13,9 % en una vivienda sin pagar, pero con permiso del propietario, no es una exageración decir que Colombia es un país de arrendatarios. Y pese a esto, el renglón no suele tener la atención que merece.
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La inflación en Colombia llegó a un solo dígito tras un año y medio. Según los datos revelados por el DANE, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró 2023 a la baja, ubicándose en 9,28 % para la variación anual de diciembre. La cifra estuvo por debajo del promedio de las expectativas de los analistas.
La inflación siempre ha sido un dato fundamental para los hogares, pero ha generado mayores expectativas, mes a mes, desde finales de 2021 cuando inició su escalada, que culminó en un pico alcanzado en marzo de 2023, cuando llegó a 13,34 %.
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Los resultados de diciembre estuvieron por debajo de las expectativas de analistas. Por ejemplo, en la encuesta mensual del Banco de la República, la mayoría de consultados ubicaban la variación mensual entre 0,5 % y 0,7 %, mientras que en la encuesta de Fedesarrollo la variación anual se proyectaba en 9,5 %.
Estos datos, aunque distan un largo trecho de la meta de 3 % que se ha trazado el Banco de la República, son ampliamente bienvenidos, pues confirman una tendencia a la baja de la inflación (que ya lleva nueve mediciones consecutivas en descenso).
Para Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, los resultados del IPC para 2023 revelan que “el poder compra real y efectivo que se obtuvo en Colombia en 2023 fue de casi 7 puntos. En el caso de los hogares pobres, que terminaron con inflación de 8,19, el poder de compra superó los 9 puntos. La senda de recuperar poder de compra es la que le interesa al Gobierno”, según dijo en declaraciones a medios.
El dato de inflación está por debajo de las expectativas. “Eso significa que el ajuste del salario mínimo fue de IPC más 2,9, el real. Un buen ajuste, moderado y permite pensar que seguiremos con el descenso de la inflación en 2024″, agregó Bonilla.
Pero, cómo se logró llegar a este punto. Los alimentos son, por así decirlo, los grandes protagonistas y explican, en esencia, el descenso de la inflación frente a los resultados de 2022.
Los alimentos, los ganadores de la inflación en 2023
De acuerdo con la información del DANE, para diciembre de 2022, este rubro tuvo una participación de casi 5 % en el resultado general del IPC en ese momento (de 13,12 %, recordemos). Para este año, la participación estuvo por debajo de 1 %.
En otras palabras, los cerca de cuatro puntos de diferencia entre los resultados de IPC entre 2022 y 2023 se le pueden atribuir a la categoría de alimentos.
Según aseguró Jhenifer Mojica, ministra de Agricultura, “esto es muy importante. Quiere decir que las familias colombianas tienen la oportunidad de acceder a más comida”. Además, recalcó el excelente resultado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los alimentos, al compararlo con 2022, que fue del 27 %.
Es importante reiterar que la que la subclase de alimentos y bebidas no alcohólicas registró un 5 %, siendo las mayores contribuciones negativas las de plátanos (-15,22 %), cebolla (-18,76 %), aceites comestibles (-7,74 %), papas (-9,76 %) y yuca para consumo en el hogar (-28,85 %).
Entre otros factores, los descensos en los precios de los alimentos tienen que ver, a su vez, con la baja en los costos de los insumos. Según el Ministerio de Agricultura, la inflación de alimentos en Colombia responde, en 50 %, a los precios de los insumos agrícolas (especialmente los que son importados).
La ministra Jhenifer Mojica también mencionó que no hay ninguna razón para las subidas exageradas en el precio de los alimentos y que el Gobierno Nacional está presto a verificar para que no se presenten acciones especulativas que afecten el bolsillo de los consumidores.
¿Y el transporte?
Desde la mirada anual, el IPC total se explica, principalmente, por la variación de la división de transporte, que creció 15,42 % frente a los resultados de diciembre del año pasado.
En el rubro de transporte, los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases de combustibles para vehículos (44,80 %), gastos reglamentarios relacionados con la propiedad, manejo y alquiler de vehículos (20,19 %) y compra y cambio de aceite (15,85 %).
Las mayores disminuciones de precio se reportaron en las subclases: transporte de pasajeros y equipaje en avión (incluye pagos por exceso de equipaje) (-9,03 %) y llantas y neumáticos, rines para vehículo (-1,30 %).
Vale la pena mencionar que el ministro Ricardo Bonilla, afirmó que la gasolina quedó ajustada, “pero ahora tendremos que ver qué hacemos con el diésel”.
La electricidad, el reto para 2024
El tema de la electricidad es reconocido por el propio ministro Bonilla: “¿Qué factores están en riesgo? La electricidad. Queda todavía pendiente la posibilidad de El Niño y el manejo de la opción tarifaria. Eso es lo que nos está pegando duro en la inflación”.
“Es de resaltar que la inflación sigue cediendo, sin embargo, hay que desarrollar acciones público-privadas para que el proceso de disminución continúe ya que el 2024 comienza con un contexto de desaceleración económica, con un aumento del salario mínimo por encima de la inflación en casi tres dígitos y con productividad negativa; peajes y SOAT aumentando varios puntos por encima del IPC. A lo anterior hay que sumarle el fenómeno del Niño que impactará el costo de servicios públicos y la congelación del precio del diésel”, indicó María Claudia Lacouture, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham.
Así mismo, la tendencia en los arriendos es hacia el alza, si se miran los resultados de diciembre de los últimos años, en comparación con los de 2023: en 2021 (su punto más bajo), la contribución del arriendo al IPC mensual fue de 0,01 %, mientras que hoy es de 0,11 %.
Vale recordar que, justamente, los cánones de arrendamiento se podrán incrementar (cuando se trate de vivienda urbana) en el valor de la inflación para 2023, de acuerdo con lo establecido por la Ley 820 de 2003, según informó la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas).
En Colombia, cuatro de cada 10 hogares viven en arriendo (40,2 %), según la más reciente Encuesta de Calidad de Vida del DANE (2022). La cifra, incluso, sube a 47 % en las ciudades principales. Si se tiene en cuenta que el 39 % restante habita en una vivienda propia y el 13,9 % en una vivienda sin pagar, pero con permiso del propietario, no es una exageración decir que Colombia es un país de arrendatarios. Y pese a esto, el renglón no suele tener la atención que merece.
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