Falleció Miguel Urrutia Montoya, reconocido economista colombiano

Los estudiantes de la Universidad de los Andes recuerdan al economista Miguel Urrutia por frases como esta: “Creo que los dos estaremos por mucho tiempo convencidos de dos cosas: de que Colombia necesita mejorar la distribución del ingreso y de que los mejores postres son los que vienen con helado”.

Este martes se conoció la noticia del fallecimiento de uno de los grandes de la economía colombiana, a sus 85 años. Urrutia transitó su carrera profesional entre la investigación, la academia y el servicio público. Sus más allegados lo recuerdan como una persona sencilla y con un gran sentido del humor que, si bien no sabía explicar cómo fue que terminó estudiando y dedicando su vida a la economía, siempre tuvo claro que esa era era su vocación.

Sobre esta noticia, el Ministerio de Hacienda extendió sus condolencias a sus familiares: “su fallecimiento representa una pérdida invaluable para la economía y la hacienda pública nacionales. Hacemos llegar a su esposa, hijos y demás familiares y amigos, un sincero mensaje de solidaridad”.

Lea también: ‘El Gobierno debe pagar deuda externa’

Según un artículo publicado en el portal de la Universidad de los Andes (institución en la que trabajó desde el año 1963), Urrutia fue considerado como “el primer economista social moderno del país”, pues muy desde muy temprano el economista dedicó un especial énfasis en su carrera a temas como la movilidad social y el sindicalismo, entre otros.

“El bienestar económico de los colombianos puede mejorar de manera permanente, pero para lograr un crecimiento autosostenido se tienen que llevar a cabo reformas más o menos profundas”, llegó a explicar en su momento.

Por su aula pasaron personalidades como César Gaviria, Roberto Junguito, Nohra Pombo y María Mercedes Cuéllar.

Su llegada a la gerencia del Banco de la República fue en 1993, cargo que desempeñó hasta el año 2004, y en el que lideró su proceso de modernización. También fue profesor de la Universidad Nacional e investigador de la facultad de economía de la Universidad de los Andes.

A su perfil se suma la asistencia de gerencia en la empresa Texas Petroleum Co. la dirección de estudios socioeconómicos de la CAR, así como la del Centro de Estudios de Desarrollo Económico (C.E.D.E).

Fue secretario general del Ministerio de Hacienda (el equivalente a la fecha de viceministro), asesor de la junta monetaria de Bogotá, jefe del Departamento Nacional de Planeación y Ministro de Minas y Energía.

Urrutia también fue director ejecutivo de Fedesarrollo y vicerrector de estudios de desarrollo de la Universidad de Naciones Unidas, entre otros cargos.

La lista parece interminable, así como el legado que deja este economista, quien recibió reconocimientos como el del Museo de Arte del Banco de la República el cual lleva su nombre desde el año 2016, así como la Cruz de Boyacá, que le fue otorgada el 14 de noviembre de 2018.

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Los estudiantes de la Universidad de los Andes recuerdan al economista Miguel Urrutia por frases como esta: “Creo que los dos estaremos por mucho tiempo convencidos de dos cosas: de que Colombia necesita mejorar la distribución del ingreso y de que los mejores postres son los que vienen con helado”.

Este martes se conoció la noticia del fallecimiento de uno de los grandes de la economía colombiana, a sus 85 años. Urrutia transitó su carrera profesional entre la investigación, la academia y el servicio público. Sus más allegados lo recuerdan como una persona sencilla y con un gran sentido del humor que, si bien no sabía explicar cómo fue que terminó estudiando y dedicando su vida a la economía, siempre tuvo claro que esa era era su vocación.

Sobre esta noticia, el Ministerio de Hacienda extendió sus condolencias a sus familiares: “su fallecimiento representa una pérdida invaluable para la economía y la hacienda pública nacionales. Hacemos llegar a su esposa, hijos y demás familiares y amigos, un sincero mensaje de solidaridad”.

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Según un artículo publicado en el portal de la Universidad de los Andes (institución en la que trabajó desde el año 1963), Urrutia fue considerado como “el primer economista social moderno del país”, pues muy desde muy temprano el economista dedicó un especial énfasis en su carrera a temas como la movilidad social y el sindicalismo, entre otros.

“El bienestar económico de los colombianos puede mejorar de manera permanente, pero para lograr un crecimiento autosostenido se tienen que llevar a cabo reformas más o menos profundas”, llegó a explicar en su momento.

Por su aula pasaron personalidades como César Gaviria, Roberto Junguito, Nohra Pombo y María Mercedes Cuéllar.

Su llegada a la gerencia del Banco de la República fue en 1993, cargo que desempeñó hasta el año 2004, y en el que lideró su proceso de modernización. También fue profesor de la Universidad Nacional e investigador de la facultad de economía de la Universidad de los Andes.

A su perfil se suma la asistencia de gerencia en la empresa Texas Petroleum Co. la dirección de estudios socioeconómicos de la CAR, así como la del Centro de Estudios de Desarrollo Económico (C.E.D.E).

Fue secretario general del Ministerio de Hacienda (el equivalente a la fecha de viceministro), asesor de la junta monetaria de Bogotá, jefe del Departamento Nacional de Planeación y Ministro de Minas y Energía.

Urrutia también fue director ejecutivo de Fedesarrollo y vicerrector de estudios de desarrollo de la Universidad de Naciones Unidas, entre otros cargos.

La lista parece interminable, así como el legado que deja este economista, quien recibió reconocimientos como el del Museo de Arte del Banco de la República el cual lleva su nombre desde el año 2016, así como la Cruz de Boyacá, que le fue otorgada el 14 de noviembre de 2018.

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