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La huelga de trabajadores del sector automotriz de Estados Unidos completó más de un mes. Desde el pasado 15 de septiembre, miembros del sindicato United Auto Workers se han manifestado frente a las plantas de ensamblaje de General Motors, Ford y Stellantis NV, las tres grandes compañías de la industria automotriz de ese país.
Solo esta semana, 5.000 trabajadores entraron en paro en la planta de ensamblaje de General Motors en Arlington, Texas. Allí se producen algunos de los vehículos más rentables de GM, incluidos el Chevy Tahoe, el GMC Yukon y el Cadillac Escalade.
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No obstante, la cifra total de trabajadores en huelga que se han manifestado contra los tres principales fabricantes de automóviles asciende a más de 45.000, quienes reclaman salarios más altos y mejores condiciones de jubilación.
Así van las negociaciones
General Motors acordó ofrecer aumentos salariales del 25 % a los miembros del sindicato United Auto Workers en sus negociaciones en curso, igualando la misma oferta que presentó Ford esta semana.
La propuesta también incluye salarios que se irán incrementando de acuerdo con el costo de vida (la inflación) durante los cuatro años de vigencia del acuerdo entre el fabricante y el sindicato. El acuerdo, sin embargo, todavía no está firmado y las partes continúan discutiendo detalles, incluido el manejo de trabajadores temporales, como reseñó Bloomberg.
Cualquier acuerdo final debe ser aprobado por los dirigentes sindicales y luego votado por los miembros del sindicato de la empresa, un proceso que podría llevar semanas.
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Ford declaró el 26 de octubre que la huelga le había costado a la empresa US$1.300 millones. A principios de semana, GM dijo que sus costos de huelga habían alcanzado los US$800 millones. Cabe resaltar que las ganancias del tercer trimestre de GM superaron las expectativas de Wall Street.
En cualquier caso, ambas compañías retiraron sus previsiones de ganancias después de que la huelga enturbiara sus perspectivas para el año.
La huelga del sindicato United Auto Workers comenzó el 15 de septiembre y creció hasta sumar a más de 45.000 trabajadores de GM, Ford y Stellantis NV en ocho plantas de ensamblaje y 38 instalaciones de distribución de repuestos en 22 estados del país norteamericano.
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