Hay transferencias por $13 billones para reordenar en el Presupuesto: Minhacienda
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, asegura que no hizo nada ilegal en el caso de la UNGRD y que espera poder salir pronto de ese asunto. También asegura que la cartera ha identificado, en el Presupuesto, $13 billones en transferencias de la Nación que se pueden reordenar para ayudar a cuadrar la caja del gasto del Estado.
Santiago La Rotta
El Ministerio de Hacienda tiene una agenda apretada para estos meses, por decirlo de una forma: se abre la discusión anual sobre el Presupuesto; se presentará en el Congreso una ley de financiamiento que busca $12 billones extra en recursos para inversión (pero bajando impuesto de renta para empresas) y, aparte de esto, la cartera buscaría reordenar $13 billones del Presupuesto en una serie de transferencias que, dicen, podrían tener mejor destinación.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
El Ministerio de Hacienda tiene una agenda apretada para estos meses, por decirlo de una forma: se abre la discusión anual sobre el Presupuesto; se presentará en el Congreso una ley de financiamiento que busca $12 billones extra en recursos para inversión (pero bajando impuesto de renta para empresas) y, aparte de esto, la cartera buscaría reordenar $13 billones del Presupuesto en una serie de transferencias que, dicen, podrían tener mejor destinación.
Todo esto en medio de un momento de estrechez fiscal por cuenta de la caída del recaudo en el primer semestre y cuando el ruido judicial del asunto UNGRD tocó las puertas del Ministerio.
En esta entrevista, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, habla acerca de este asunto, así como de las perspectivas económicas del país en temas como la bajada de tasas del Banco de la República y el inminente aumento del precio del diésel para los transportadores y el público en general, entre otros.
¿Cómo se leen los recortes en inversión que se incluyeron en el Presupuesto, incluso en sectores grandes, como el agro? ¿Falta de ejecución?
El recorte más grande efectivamente lo encuentra en Agricultura, que baja de $8 billones a $4 billones. Pero también hay un tema de tranquilidad ahí. Hay que hacerse una pregunta: usted tiene hoy 8, ¿cuánto va a dejar de ejecutar este año? Porque comprar tierras no es tan sencillo, ya se demostraron todas las dificultades. Entonces este seguramente va a poder hacer algunos negocios fiduciarios para comprar unas tierras, pero le va a quedar plata. La gran discusión es ¿usted qué plata va a terminar comprometiendo? Lo que dijimos en el presupuesto fue “no le podemos poner el mismo nivel que tuvo este año”. Pero la reforma agraria hay que hacerla. Entonces, muy seguramente va a pasar esto: al final del año le vamos a permitir a la ANT que esa plata quede guardada para ejecutar en 2025. Haciendo las cuentas, el próximo año van a tener $8 billones: $4 billones que no ejecutaron ahora y $4 que llegan en el nuevo presupuesto.
¿Cómo operaría ese mecanismo?
Jugando con eso, pero en el sentido en el que ya deberían tener comprometidos negocios financieros y fiduciarios para comprar tierra. Pero toda la discusión está en donde están esas tierras. Han vendido, han ofrecido. Pero cómo los cierro esos negocios. Y como yo no puedo entregar la plata, sino con la escritura. Entonces, entre el momento de empezar a comprar, una promesa de venta, hasta el momento de tenerla y entregarla, puede pasar tres, cuatro meses. Y además, tengo que tener estudios de títulos, legales. Y el mayor problema de la tierra es la titulación. Entonces ahí es donde están los enredos. Pero el presidente ha dicho “no me le quiten la plata a eso. Veamos cómo se hace”. Al final la fórmula que tenemos es les vamos a dar $4 billones ahora, pero esa plata que no se ejecute este año vamos a buscar al final de año cómo la mantenemos para que la tengan.
Aparte de la ley de financiamiento, ¿qué otros movimientos se van a ver con el Presupuesto?
Más allá de las inflexibilidades del gasto que no podemos tocar, estamos revisando una serie de transferencias de la Nación, que vienen de tiempo atrás y que se fueron quedando ahí en el Presupuesto. Estamos hablando de $13 billones, que irían para reordenar gasto, para cuadrar caja.
En los meses que vienen deben presentar ley de financiamiento, aparte del Presupuesto que ya radicaron y en el cual quieren reorganizar $13 billones de gasto, y se debe subir el precio del diésel. Y con el tema de la UNGRD en la mitad…
Estamos en el proceso. Yo creo que de esto salgo rápido. Yo no he hecho nada ilegal.
Esta semana hubo decisión de tasas de interés del Banco de la República. ¿Cuál es su lectura de ese indicador para el resto del año?
Me preocupa la posición del equipo técnico porque están más contractivos que los miembros de la junta. Los miembros de la junta están desconociendo el concepto del equipo técnico. Porque ya el equipo técnico está hablando de “no bajen 0,50 %, bajen 0,25 %”. Es decir, el equipo técnico está diciendo que en las tres reuniones que faltan de este año solo se baje 100 puntos. O sea, que llegaríamos a 9,75 %. Pero la expectativa del mercado es 8,50 %. Eso quiere decir que en las tres reuniones que faltan, 75 puntos en cada una. Yo lo dudo mucho, aunque es lo que necesitamos hacer.
¿Y esa expectativa de 75 puntos básicos que no la ve tan posible es para el conjunto de las tres reuniones o de pronto para las últimas sí?
Yo espero que en la inflación de julio, agosto y septiembre tengamos bajas significativas. En la de octubre sí lo dudo porque la de ese mes el año pasado fue 0,25 % y no hubo gasolina. La proyección pesimista es que podemos terminar inflación en 5,7 %, 5,8 % 5,9 %, pero vamos a estar en el 5 %.
¿Por qué esa disparidad entre el equipo técnico y la junta del Banco?
El equipo técnico elevó la expectativa de crecimiento económico. Pero tiene una limitación en términos de que la inflación no va a bajar tan rápido. El equipo técnico tiene esas dos percepciones. Y la gran preocupación de la junta es que el Banco lleva cuatro años sin cumplir la meta y en 2025 tampoco se cumpliría. Las indicaciones lo que dicen es que probablemente queden dentro de la senda de la meta, pero muy forzada, para el final de 2025. Algunos dicen que puede quedar en 3,8 %. Pero va a quedar en la senda. Y la meta debería ser la senda, no el 3 %. Es un poco lo que les preocupa a la junta “llevamos cuatro años sin que se cumpla la meta”. Es un tema de credibilidad. Pero si usted coge en el largo plazo, de 1993, para acá ¿cuántas veces se cumplió la meta? Muy pocas, siempre ha habido distancias.
El recaudo tributario y el aumento del diésel en Colombia
¿Va a mejorar el recaudo tributario para el segundo semestre?
El año pasado realmente se tuvo una meta de recaudo que no se había obtenido nunca. Pero hoy sabemos que el impuesto de renta corporativo de grandes contribuyentes se recaudó 2023 y 2024 al tiempo. Eso no se vuelve a repetir. Este año no tuvimos ese recaudo, pero el año entrante sí lo tendremos. Entonces aspiramos a que por ese lado se recupere. Ya nadie nos va a pedir esas devoluciones que nos están pidiendo este año. Ese golpe sólo del impuesto de renta es más de $20 billones, que los tendremos que recuperar el año entrante.
¿Y es lo único que sucedió?
El gran hueco está ahí. Si uno mira el recaudo de este año con IVA, si lo comparo contra la meta, está por debajo. Pero si lo comparo contra el recaudo de IVA del año pasado, estamos creciendo 9 %, nominal.
¿El problema es la meta?
El problema es la meta. La meta estaba muy alta.
¿Por qué quedó tan alta, entonces?
Hubo un desfase de cálculos. Este tipo de errores, que viene de atrás, es una práctica cotidiana. A esto no le podemos seguir jugando. Y menos si esa es la base para liquidar el sistema general de participaciones, por ejemplo, porque lo liquido contra una expectativa, no contra el recaudo real. Ese es uno de los temas que hoy se está buscando corregir.
En el tema del diésel usted ha sido claro en que hay que cerrar una brecha de precios de $6.000 entre este año y el próximo…
En 2022, el déficit del FPEC llegó a $37 billones. En 2023 empezó a cerrarse la brecha de la gasolina y el déficit se cerró en $20 billones. De esos, $16 son diésel. En 2024, como ya se cerró gasolina, se aspira a que terminemos en $12 billones, si no toco el precio del diésel.
¿Cómo van esas conversaciones con los transportadores?
No, pues los transportadores son unas víctimas, nosotros somos los victimarios. Han sido bien difíciles. Y lo que dicen un día después se arrepienten y dicen otra cosa.
Pero ese gremio dice que el combustible pesa mucho en su canasta de costos…
En el cálculo que tenemos, el aumento del precio del diésel en la inflación es diluido e indirecto. En gasolina es directo en el IPC porque son los hogares mismos los que lo pagan. Aquí hablamos de indirecto porque va a los costos del transportista y en cuánto afecta eso el precio de lo que transporta. El imaginario de ellos ha llegado al punto de decir que el precio del huevo es 80 % diésel. Mejor dicho, las gallinas no comen: las gallinas sólo se alimentan de diésel.
¿Hace cuánto no sube el diésel?
Hace cinco años. Lo que les he dicho es “ustedes dicen que tienen unos 400.000 camiones. Denme el precio de esos carros”. Y ese parque automotor vale $87 billones. A ellos les hemos dado, en subsidios, $57 billones. Solamente por diésel, sin contar el de gasolina. Con eso habrían renovado el parque automotor hace rato. Esta siempre es una discusión muy complicada porque ellos están quebrados todo el tiempo.
¿Cómo ve la perspectiva de la economía?
La economía está creciendo. El Banco, por ejemplo, ya subió la perspectiva. En realidad, el equipo técnico ya había llegado ahí hace tres meses. Pero no lo habían querido divulgar. El Banco Mundial ya va en 1,5 % de proyección para el PIB en 2024. Todos han venido subiendo. Y las cifras dicen que sí se está recuperando el crecimiento.
Todavía es un crecimiento débil. No es un milagro, para nada. Deberíamos crecer más. La perspectiva es volver a crecer por encima de 3 % en 2025. Si este año cerramos en 1,8 %, nos va bien.
¿Y qué proyección tiene para el segundo trimestre, datos que salen en un par de semanas?
En el segundo trimestre podemos estar hablando de 1,5 %. Pero ya no será un trimestre negativo.
¿Qué ha seguido pasando con la inversión?
Ese es un tema estructural. El promedio de inversión desde 1975 ha sido de 17 %. Cuando subimos de eso lo hicimos hasta 23 %. Hoy estamos en 17,7 %. Claro, hemos bajado respecto al boom petrolero, pero estamos por encima del promedio histórico. Es un problema estructural en Colombia: es la baja capacidad de ahorro que tiene el país, por eso dependemos de la inversión extranjera. La discusión de fondo es cómo hacemos para tener una mayor porción de ahorro, que es finalmente lo que alimenta la inversión.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.