Imposición de aranceles a insumos de hierro y acero afectan la recuperación: ANIF
Según el centro de estudios económicos ANIF, el aumento de los costos afecta la venta de inmuebles y desincentiva la compra, en un sector que se proyecta cerrar en negativo en 2024.
La construcción de edificaciones en Colombia mantiene una tendencia negativa que preocupa al sector, especialmente en un contexto donde las obras civiles muestran un crecimiento robusto. En el tercer trimestre de 2024, mientras las obras civiles registraron un crecimiento anual de 16,5%, las edificaciones se contrajeron 1,7%, manteniendo la línea descendente desde mediados de 2023.
Este comportamiento contrasta con el aumento general del sector constructor, que creció 4,1% en el mismo periodo, impulsado principalmente por proyectos de infraestructura.
El área censada acumulada durante el trimestre, que alcanzó los 44,9 millones de metros cuadrados, refleja las dificultades que enfrentan las edificaciones. Según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el área culminada cayó un 0,1%, mientras que el área en proceso disminuyó 6,6 %.
Esta última cifra evidencia un debilitamiento en la dinámica constructiva, especialmente en el segmento residencial, que representa la mayor parte del área censada.
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Áreas residenciales, las más afectadas
El análisis del área causada, que mide los metros cuadrados desarrollados durante el trimestre, muestra una contracción de 0,5 %. Este descenso se explica principalmente por una caída de 0,8 % en el área residencial, que restó 0,6 puntos porcentuales al comportamiento general. Por el contrario, las edificaciones no residenciales, como oficinas y locales comerciales, crecieron 0,7 %, aportando 0,2 puntos porcentuales y compensando en parte la caída en la construcción de vivienda.
La situación del área paralizada, que incluye proyectos detenidos, presentó una leve mejora, con una disminución de 1,0%. No obstante, los 12,1 millones de metros cuadrados en esta categoría evidencian que el sector aún enfrenta desafíos para movilizar proyectos estancados.
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Factores económicos y decisiones regulatorias
Aunque en 2024 las condiciones de financiamiento y el poder adquisitivo de los hogares han mejorado, estas variables no se han traducido en un incremento en la demanda de vivienda.
Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), la reciente imposición de aranceles a las importaciones de acero, el hierro, dos insumos esenciales para la construcción, ha agravado la situación. Estas tarifas generan mayores costos para los constructores, lo que puede repercutir en un aumento de los precios de los inmuebles y, en consecuencia, desincentivar la compra de vivienda.
En términos de composición, ocho de cada 10 áreas (85 %) en proceso corresponde a proyectos ya iniciados, mientras que solo una de 10 de obras nuevas y 3% de reinicios. Este panorama muestra que el ritmo de nuevos proyectos sigue siendo insuficiente para revertir la tendencia negativa del sector.
Ahora bien, ¿qué dice el sector?
Según el informe de ANIF, el contraste entre las edificaciones y las obras civiles subraya la división dentro del sector de la construcción. Mientras que las obras civiles acumulan un crecimiento de 12,9 % en el año, gracias a proyectos de infraestructura impulsados por inversiones públicas, las edificaciones presentan una contracción anual acumulada de 3,0 % en los primeros nueve meses de 2024.
Este desempeño diferenciado destaca la necesidad de políticas específicas para estimular la construcción de edificaciones, particularmente vivienda. Sin estas medidas, el cierre de 2024 podría consolidar la tendencia negativa y prolongar la recuperación del sector.
El presidente del gremio de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, destacó tres propuestas para lograrlo:
- Asegurar los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya, que forman parte de los 200.000 previstos en el Plan Nacional de Desarrollo.
- Programas regionales de vivienda, que movilizarán cerca de $17 billones en inversiones, con un aporte de $2 billones de los municipios.
- Nuevas fuentes de financiación para la construcción de vivienda de interés social (VIS) y gestionar oportunamente las coberturas a la tasa de interés para no afectar los créditos hipotecarios y las entregas de vivienda.
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Proyecciones para el cierre de 2024
Los resultados del tercer trimestre refuerzan las preocupaciones sobre el desempeño de las edificaciones en Colombia. Según los analistas de ANIF, la contracción del área residencial, combinada con el aumento de costos por aranceles y la lenta recuperación de la demanda, sugiere que el sector cerrará el año en terreno negativo.
Para revertir esta situación, se necesitarían estrategias que no solo mejoren el acceso al crédito y reduzcan los costos de construcción, sino que también fomenten la confianza de los consumidores y promuevan proyectos innovadores en el segmento residencial. Sin estos cambios, las edificaciones podrían seguir siendo el eslabón débil de la construcción en Colombia.
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La construcción de edificaciones en Colombia mantiene una tendencia negativa que preocupa al sector, especialmente en un contexto donde las obras civiles muestran un crecimiento robusto. En el tercer trimestre de 2024, mientras las obras civiles registraron un crecimiento anual de 16,5%, las edificaciones se contrajeron 1,7%, manteniendo la línea descendente desde mediados de 2023.
Este comportamiento contrasta con el aumento general del sector constructor, que creció 4,1% en el mismo periodo, impulsado principalmente por proyectos de infraestructura.
El área censada acumulada durante el trimestre, que alcanzó los 44,9 millones de metros cuadrados, refleja las dificultades que enfrentan las edificaciones. Según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el área culminada cayó un 0,1%, mientras que el área en proceso disminuyó 6,6 %.
Esta última cifra evidencia un debilitamiento en la dinámica constructiva, especialmente en el segmento residencial, que representa la mayor parte del área censada.
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Áreas residenciales, las más afectadas
El análisis del área causada, que mide los metros cuadrados desarrollados durante el trimestre, muestra una contracción de 0,5 %. Este descenso se explica principalmente por una caída de 0,8 % en el área residencial, que restó 0,6 puntos porcentuales al comportamiento general. Por el contrario, las edificaciones no residenciales, como oficinas y locales comerciales, crecieron 0,7 %, aportando 0,2 puntos porcentuales y compensando en parte la caída en la construcción de vivienda.
La situación del área paralizada, que incluye proyectos detenidos, presentó una leve mejora, con una disminución de 1,0%. No obstante, los 12,1 millones de metros cuadrados en esta categoría evidencian que el sector aún enfrenta desafíos para movilizar proyectos estancados.
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Factores económicos y decisiones regulatorias
Aunque en 2024 las condiciones de financiamiento y el poder adquisitivo de los hogares han mejorado, estas variables no se han traducido en un incremento en la demanda de vivienda.
Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), la reciente imposición de aranceles a las importaciones de acero, el hierro, dos insumos esenciales para la construcción, ha agravado la situación. Estas tarifas generan mayores costos para los constructores, lo que puede repercutir en un aumento de los precios de los inmuebles y, en consecuencia, desincentivar la compra de vivienda.
En términos de composición, ocho de cada 10 áreas (85 %) en proceso corresponde a proyectos ya iniciados, mientras que solo una de 10 de obras nuevas y 3% de reinicios. Este panorama muestra que el ritmo de nuevos proyectos sigue siendo insuficiente para revertir la tendencia negativa del sector.
Ahora bien, ¿qué dice el sector?
Según el informe de ANIF, el contraste entre las edificaciones y las obras civiles subraya la división dentro del sector de la construcción. Mientras que las obras civiles acumulan un crecimiento de 12,9 % en el año, gracias a proyectos de infraestructura impulsados por inversiones públicas, las edificaciones presentan una contracción anual acumulada de 3,0 % en los primeros nueve meses de 2024.
Este desempeño diferenciado destaca la necesidad de políticas específicas para estimular la construcción de edificaciones, particularmente vivienda. Sin estas medidas, el cierre de 2024 podría consolidar la tendencia negativa y prolongar la recuperación del sector.
El presidente del gremio de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, destacó tres propuestas para lograrlo:
- Asegurar los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya, que forman parte de los 200.000 previstos en el Plan Nacional de Desarrollo.
- Programas regionales de vivienda, que movilizarán cerca de $17 billones en inversiones, con un aporte de $2 billones de los municipios.
- Nuevas fuentes de financiación para la construcción de vivienda de interés social (VIS) y gestionar oportunamente las coberturas a la tasa de interés para no afectar los créditos hipotecarios y las entregas de vivienda.
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Proyecciones para el cierre de 2024
Los resultados del tercer trimestre refuerzan las preocupaciones sobre el desempeño de las edificaciones en Colombia. Según los analistas de ANIF, la contracción del área residencial, combinada con el aumento de costos por aranceles y la lenta recuperación de la demanda, sugiere que el sector cerrará el año en terreno negativo.
Para revertir esta situación, se necesitarían estrategias que no solo mejoren el acceso al crédito y reduzcan los costos de construcción, sino que también fomenten la confianza de los consumidores y promuevan proyectos innovadores en el segmento residencial. Sin estos cambios, las edificaciones podrían seguir siendo el eslabón débil de la construcción en Colombia.
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