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La inflación en Estados Unidos continuó sin variación importante en octubre, consolidando un panorama de persistente presión sobre los precios y destacando las tensiones económicas que la Reserva Federal sigue enfrentando en sus esfuerzos por estabilizar la economía.
El índice de precios al consumo (IPC) subyacente –el cual excluye alimentos y energía para ofrecer una visión más precisa de la tendencia inflacionaria– subió 0,3 % por tercer mes consecutivo, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Este indicador suele ser la referencia preferida de los economistas para evaluar el ritmo inflacionario frente al IPC general, que se ajustó 0,2 % por cuarto mes consecutivo, un incremento interanual de 2,6 %.
Este reciente reporte destaca una inflación que ha ralentizado su descenso desde principios de año, y plantea nuevos retos para la Reserva Federal, que enfrenta decisiones sobre futuras reducciones en los tipos de interés.
Aunque el mercado laboral comienza a mostrar signos de enfriamiento, la inflación continúa demandando cautela en los recortes de tasas.
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¿Por qué subió la inflación?
La vivienda, un componente crucial del IPC, representó más de la mitad del avance mensual, mientras que los precios de bienes duraderos, que habían mostrado una baja sostenida durante el último año, volvieron a subir en octubre.
A su vez, el índice de seguros de automóvil disminuyó levemente por segunda vez desde 2022, lo cual representó cierto alivio para los consumidores.
Otros factores impulsaron también el índice general de precios al consumo:
- Los precios de vehículos usados experimentaron un incremento de 2,7 %, el mayor en más de un año.
- Las tarifas hoteleras aumentaron 0,4 %, impactadas en parte por daños y evacuaciones causadas por los huracanes Helene y Milton.
- Los precios de los seguros de salud se incrementaron 0,5 %, reflejando las recientes actualizaciones de primas de la BLS.
En un panorama económico que incluye las primeras alzas anuales del IPC desde marzo, la estabilidad de precios se enfrenta a presiones ascendentes, especialmente con los aumentos en bienes y servicios excluyendo vivienda y energía, que subieron 0,3 % durante el mes.
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Perspectivas y política de la Fed ante la inflación
Para la Reserva Federal, este escenario refleja un escenario complejo: el continuo aumento de precios a pesar de los incrementos anteriores en las tasas de interés se combina con un gasto de consumo y crecimiento económico sólidos, lo que podría hacer que la Fed demore más los recortes en los tipos de interés, programados tentativamente para el próximo año.
Analistas de Wells Fargo señalan que el FOMC –el comité de la Fed que establece la política monetaria– podría anunciar una desaceleración en el ritmo de recortes de tasas, posiblemente a uno cada dos reuniones, a partir de 2025. “La inflación en los últimos meses no ha avanzado considerablemente y los resultados de las elecciones han introducido más incertidumbre sobre el crecimiento de los precios”, señalan en su informe Sarah House y Michael Pugliese.
El presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, expresó cierto optimismo sobre la inflación. “La tendencia sigue en la dirección adecuada,” señaló, aunque aún no había examinado en detalle el informe de octubre.
En línea con esta visión, el presidente de la Fed, Jerome Powell, confirmó recientemente que las elecciones no modificarán a corto plazo las decisiones de política monetaria del banco central, ya que aún es temprano para conocer los efectos concretos de posibles cambios fiscales.
Además de la inflación, otro desafío para la Fed será adaptarse a un nuevo entorno de políticas comerciales. Con la llegada de una nueva administración presidencial, las empresas están preparándose para posibles aranceles elevados sobre bienes importados.
Esta situación podría tener un impacto directo en los precios al consumidor y en la presión inflacionaria, especialmente en rubros importados que quedarían sujetos a aranceles más altos. Aunque en su más reciente ajuste la Fed redujo las tasas en un cuarto de punto, Powell aseguró que el cambio de administración no afectará la dirección de corto plazo de las políticas de la Fed.
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Expectativas salariales y el impacto en el gasto de los consumidores
En términos salariales, los datos combinados de inflación y sueldos más recientes reflejan un crecimiento de los ingresos reales de 1,4 % en el último año. Este avance, aunque positivo, sigue siendo insuficiente para mitigar el impacto acumulado de la inflación sobre los hogares estadounidenses.
La percepción de muchos ciudadanos, expresada en una encuesta a pie de urna de ABC News, muestra que el 45% de los encuestados afirmó que su situación económica ha empeorado, un récord histórico que incluso supera los niveles de la crisis financiera de 2008.
La atención de la Fed hacia el crecimiento de los salarios y el gasto del consumidor será crucial para determinar el próximo paso en su política de tasas.
Por ahora, el moderado crecimiento en los ingresos representa un desafío persistente: asegurar que la inflación se mantenga en niveles controlados, con un mercado laboral en equilibrio, sin comprometer el poder adquisitivo de las familias.
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