Inflación en eurozona se acelera: ¿qué pasará con las tasas de interés?
La inflación de la zona del euro subió por encima del objetivo del 2 % fijado por el Banco Central Europeo (BCE).
Los precios al consumidor subieron en noviembre un 2,3 % respecto de hace un año, por encima del 2 % de octubre e igualando la estimación mediana de una encuesta de Bloomberg entre analistas.
Aunque bajaron un poco, los aumentos de los costos de los servicios se mantuvieron elevados, según informó Eurostat. En cuanto a los bienes industriales no energéticos, avanzaron por segundo mes consecutivo.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, desafió las predicciones de que también subiría y se mantuvo en el 2,7 %.
Los miembros del BCE han dado indicios de un cuarto recorte de tasas de un cuarto de punto en su última reunión política del año, en menos de dos semanas. Aunque se producirán más movimientos, el calendario se ve empañado por la persistente inflación y por factores como los propios planes de relajación monetaria de la Reserva Federal tras la reelección de Donald Trump.
A los responsables políticos más moderados del BCE, como el griego Yannis Stournaras y el portugués Mario Centeno, les preocupa que el debilitamiento de la economía europea suponga un riesgo de que la inflación no alcance el objetivo del 2 %.
Han intensificado los llamados para llevar rápidamente la tasa de depósito al 2 %, un nivel que consideran neutral, por lo que ni restringe ni estimula el crecimiento. Actualmente, la tasa se encuentra en el 3,25 %.
El francés Francois Villeroy de Galhau llegó a decir el jueves que el BCE podría tener que llevar los costos de endeudamiento a un terreno expansivo para promover el crecimiento, haciéndose eco de los recientes comentarios de su par italiano, Fabio Panetta.
Los inversionistas parecen compartir preocupaciones similares: Un indicador clave del mercado sobre las expectativas de inflación a mediano plazo cayó por debajo del 2 % esta semana por primera vez desde 2022.
Sin embargo, miembros más hawkish (estrategia agresiva contra la inflación), como el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, se muestran más cautos y advierten de que no hay que precipitar nuevos recortes de tasas debido a la persistente inflación del sector servicios, los elevados aumentos salariales y las enormes incertidumbres geopolíticas.
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Los precios al consumidor subieron en noviembre un 2,3 % respecto de hace un año, por encima del 2 % de octubre e igualando la estimación mediana de una encuesta de Bloomberg entre analistas.
Aunque bajaron un poco, los aumentos de los costos de los servicios se mantuvieron elevados, según informó Eurostat. En cuanto a los bienes industriales no energéticos, avanzaron por segundo mes consecutivo.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, desafió las predicciones de que también subiría y se mantuvo en el 2,7 %.
Los miembros del BCE han dado indicios de un cuarto recorte de tasas de un cuarto de punto en su última reunión política del año, en menos de dos semanas. Aunque se producirán más movimientos, el calendario se ve empañado por la persistente inflación y por factores como los propios planes de relajación monetaria de la Reserva Federal tras la reelección de Donald Trump.
A los responsables políticos más moderados del BCE, como el griego Yannis Stournaras y el portugués Mario Centeno, les preocupa que el debilitamiento de la economía europea suponga un riesgo de que la inflación no alcance el objetivo del 2 %.
Han intensificado los llamados para llevar rápidamente la tasa de depósito al 2 %, un nivel que consideran neutral, por lo que ni restringe ni estimula el crecimiento. Actualmente, la tasa se encuentra en el 3,25 %.
El francés Francois Villeroy de Galhau llegó a decir el jueves que el BCE podría tener que llevar los costos de endeudamiento a un terreno expansivo para promover el crecimiento, haciéndose eco de los recientes comentarios de su par italiano, Fabio Panetta.
Los inversionistas parecen compartir preocupaciones similares: Un indicador clave del mercado sobre las expectativas de inflación a mediano plazo cayó por debajo del 2 % esta semana por primera vez desde 2022.
Sin embargo, miembros más hawkish (estrategia agresiva contra la inflación), como el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, se muestran más cautos y advierten de que no hay que precipitar nuevos recortes de tasas debido a la persistente inflación del sector servicios, los elevados aumentos salariales y las enormes incertidumbres geopolíticas.
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