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Una caída de los precios de la energía ayudó a moderar fuertemente la inflación a 12 meses en Estados Unidos según la medición de marzo, que se ubicó en 4,2%, a pocos días de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
El dato del índice PCE publicado este viernes por el Departamento de Comercio se compara con el 5,1% a 12 meses de febrero (corregido ligeramente sobre el 5% inicial)
Este índice, el más seguido por la Fed, el banco central estadounidense, muestra además que en la medición mes a mes el alza de precios se moderó a 0,1%, en línea con las expectativas de los analistas, según el consenso publicado por briefing.com.
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La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de alimentación y energía, también cedió aunque ahora supera a la inflación general, para colocarse en 4,6% en un año, frente al 4,7% del mes anterior.
En la medición mes a mes, la inflación subyacente fue de 0,3%, en línea con las expectativas.
“La inflación subyacente se modera modestamente pero sigue muy por encima del objetivo” de la Fed, destacó la economista jefe de HFE, Rubeela Farooqi, quien estima que los resultados del mes pasado son insuficientes para llevar a la institución a esperar para volver a subir los tipos de interés.
El índice PCE es el preferido por la Fed para considerar el aumento de precios, que espera llevar a 2% en un año, para lo cual ha subido repetidamente sus tasas de interés de referencia como forma de encarecer el crédito y desalentar así el consumo y la inversión.
Servicios siguen caros
Hasta ahora, los precios eran impulsados por shocks externos y sus efectos sobre las materias primas -en particular el petróleo- y los alimentos.
Pero ya no es así: los precios de la energía cayeron 10% en marzo y los alimentos subieron 8% frente a 10% en la medición de febrero.
La inflación se concentra así en los servicios, que subieron 5,5%, igualmente por debajo del 5,8% de febrero.
Son elementos que deberían llevar al comité monetario de la Fed, que se reúne la semana próxima, a volver a aumentar sus tasas de referencia, actualmente en un rango de 4,75-5%, que se comparan con el rango de 0-0,25% hace poco más de un año.
El mercado anticipa un alza de 0,25 puntos porcentuales.
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“Creemos que el aumento de tasas la semana próxima, será el punto culminante del ciclo de ajuste. La Fed necesitará probablemente un poco de tiempo para evaluar el impacto del rápido ajuste que operó en los últimos 18 meses, antes de decidir cómo continuará”, consideró Luke Bartholomew, economista senior de la firma de inversiones abrdn.
Inflación vs tasas
Con una inflación que ahora es inferior a las tasas aplicadas, la Fed entra en un territorio nuevo: el del ajuste real, con un impacto que podría ser aún mayor en la economía.
Aunque el mercado laboral sigue sólido con una tasa de desempleo de 3,5%, la subida del costo del dinero se hace sentir.
En el primer trimestre el PIB registró su menor incremento trimestral en proyección anual desde la reactivación pospandemia (+1,1%).
La mayoría de los analistas esperan un fin de año más difícil para Estados Unidos, con un crecimiento que será débil, o incluso una corta recesión, debido a las condiciones de crédito más difíciles.
El temor de la Fed es ver materializarse un riesgo de inflación “generalizado en la economía”, alertó una de sus gobernadores, Lisa Cook, el 21 de abril, cuando subrayó que si bien las distintas medidas de la inflación “retroceden desde sus máximos, siguen siendo altas, lo que sugiere que la inflación se ha generalizado en la economía”.
“La gran pregunta es si la inflación continuará en su camino descendente hacia nuestro objetivo del 2%, y con qué rapidez”, agregó.