Japón interviene para apuntalar el yen por primera vez desde 1998
La intervención busca frenar la caída del yen, que se ha devaluado en más de 20% frente al dólar este año.
Japón intervino por medio de una compra masiva de moneda local para para apuntalar el precio del yen (respecto al dólar y el resto de moneda) por primera vez desde 1998, después de que su banco central provocara nuevas caídas en la moneda al mantener tasas de interés ultra bajas mientras sus pares globales las elevan.
El yen subió hasta un 2,5% frente al dólar, alejándose bruscamente desde los mínimos del día cuando había superado un nivel psicológico clave de 145, a medida que el principal funcionario de divisas, Masato Kanda, dijo el jueves que el Gobierno estaba tomando “medidas decisivas”.
La intervención muestra que el Gobierno del primer ministro Fumio Kishida ha llegado al límite de su paciencia después de que el yen cayera alrededor de un 20% frente al dólar este año debido a que los fondos de cobertura siguieron sumando apuestas cortas en el yen. La pregunta ahora es si la acción unilateral funcionará, ya que la moneda comenzó a reducir las ganancias en cuestión de horas.
“Creo que lo hicieron solos, pero no pueden hacerlo sin al menos informar a Estados Unidos”, dijo Nobuyasu Atago, economista jefe de Ichiyoshi Securities y ex funcionario del Banco de Japón. “Si realmente quieren cambiar la caída del yen como tendencia, creo que el Gobierno debe actuar junto con el Banco de Japón”.
“El Gobierno está preocupado por los movimientos excesivos en los mercados de divisas y tomamos medidas decisivas en este momento”, dijo Kanda a última hora de la tarde. “Estamos viendo movimientos especulativos detrás de los movimientos repentinos y unilaterales actuales en el mercado de divisas”.
La intervención, ordenada por el Ministerio de Hacienda, conlleva riesgos si no consigue ahuyentar a los especuladores. Los fondos de cobertura han aumentado las apuestas bajistas sobre la moneda, con Goldman Sachs Group Inc. advirtiendo que puede caer hasta 155.
“En el mejor de los casos, su acción puede ayudar a frenar el ritmo de depreciación del yen”, dijo Christopher Wong, un estratega de divisas de Oversea-Chinese Banking Corp. “Es probable que la medida por sí sola no altere la tendencia subyacente a menos que el dólar y los rendimientos de lo sbonos del Tesoro de EE.UU. bajen o el Banco de Japón modifique su política monetaria”.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, insistió en una sesión informativa en la tarde de Tokio que no había aumentos de tasas en proceso y que la orientación sobre la política futura no cambiaría por el momento, incluso durante dos o tres años en principio. Aun así, su influencia sobre la política se desvanecerá tras su renuncia en abril próximo.
“El resultado de hoy fortalece mi opinión de que la posibilidad de un cambio de política es casi nula bajo la gobernación de Kuroda”, dijo Masamichi Adachi, economista jefe para Japón de UBS Securities.
La postura de Kuroda lo diferencia de otros bancos centrales que anteriormente también habían tenido tasas negativas, como el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo que han elevado las tasas para hacer frente a la creciente inflación.
La combinación de flexibilización del banco central e intervención del Gobierno sugiere una división del trabajo para respaldar la postura de política monetaria del país.
Japón intervino por medio de una compra masiva de moneda local para para apuntalar el precio del yen (respecto al dólar y el resto de moneda) por primera vez desde 1998, después de que su banco central provocara nuevas caídas en la moneda al mantener tasas de interés ultra bajas mientras sus pares globales las elevan.
El yen subió hasta un 2,5% frente al dólar, alejándose bruscamente desde los mínimos del día cuando había superado un nivel psicológico clave de 145, a medida que el principal funcionario de divisas, Masato Kanda, dijo el jueves que el Gobierno estaba tomando “medidas decisivas”.
La intervención muestra que el Gobierno del primer ministro Fumio Kishida ha llegado al límite de su paciencia después de que el yen cayera alrededor de un 20% frente al dólar este año debido a que los fondos de cobertura siguieron sumando apuestas cortas en el yen. La pregunta ahora es si la acción unilateral funcionará, ya que la moneda comenzó a reducir las ganancias en cuestión de horas.
“Creo que lo hicieron solos, pero no pueden hacerlo sin al menos informar a Estados Unidos”, dijo Nobuyasu Atago, economista jefe de Ichiyoshi Securities y ex funcionario del Banco de Japón. “Si realmente quieren cambiar la caída del yen como tendencia, creo que el Gobierno debe actuar junto con el Banco de Japón”.
“El Gobierno está preocupado por los movimientos excesivos en los mercados de divisas y tomamos medidas decisivas en este momento”, dijo Kanda a última hora de la tarde. “Estamos viendo movimientos especulativos detrás de los movimientos repentinos y unilaterales actuales en el mercado de divisas”.
La intervención, ordenada por el Ministerio de Hacienda, conlleva riesgos si no consigue ahuyentar a los especuladores. Los fondos de cobertura han aumentado las apuestas bajistas sobre la moneda, con Goldman Sachs Group Inc. advirtiendo que puede caer hasta 155.
“En el mejor de los casos, su acción puede ayudar a frenar el ritmo de depreciación del yen”, dijo Christopher Wong, un estratega de divisas de Oversea-Chinese Banking Corp. “Es probable que la medida por sí sola no altere la tendencia subyacente a menos que el dólar y los rendimientos de lo sbonos del Tesoro de EE.UU. bajen o el Banco de Japón modifique su política monetaria”.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, insistió en una sesión informativa en la tarde de Tokio que no había aumentos de tasas en proceso y que la orientación sobre la política futura no cambiaría por el momento, incluso durante dos o tres años en principio. Aun así, su influencia sobre la política se desvanecerá tras su renuncia en abril próximo.
“El resultado de hoy fortalece mi opinión de que la posibilidad de un cambio de política es casi nula bajo la gobernación de Kuroda”, dijo Masamichi Adachi, economista jefe para Japón de UBS Securities.
La postura de Kuroda lo diferencia de otros bancos centrales que anteriormente también habían tenido tasas negativas, como el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo que han elevado las tasas para hacer frente a la creciente inflación.
La combinación de flexibilización del banco central e intervención del Gobierno sugiere una división del trabajo para respaldar la postura de política monetaria del país.