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La Reserva Federal mantuvo las tasas de interés estables por tercera vez consecutiva, y dio la señal más clara hasta el momento de que su agresiva campaña de alzas ha terminado (al menos por ahora) al pronosticar una serie de recortes el próximo año.
Los funcionarios decidieron por unanimidad dejar el rango objetivo para la tasa de referencia entre el 5,25 % y el 5,5 %, que sigue siendo el más alto desde 2001.
El banco central no previó más aumentos de las tasas de interés en sus proyecciones por primera vez desde marzo de 2021, por el contrario, espera realizar varios recortes para llevarlas a 4,6 % en 2024.
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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguró que su organismo actúa con cautela a la hora de determinar la duración de una política restrictiva. Agregó que la posibilidad de algún incremento tampoco está excluida: “Aunque los responsables (de la Fed) consideran poco probable que sea apropiado subir de nuevo las tasas, tampoco excluyen esta posibilidad”.
Los funcionarios de la FED recalcaron que el Comité Federal de Mercado abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) seguirá evaluando información económica complementaria para “determinar el alcance de un endurecimiento adicional de la política”.
El FOMC afirmó que los recientes indicadores sugieren que el crecimiento de la actividad económica se moderó desde el tercer trimestre. Si bien reconocen que la inflación cedió en el último año, consideran que “sigue elevada”.
Según las nuevas proyecciones, la inflación debería moderarse más rápidamente de lo esperado, para alcanzar 2,4 % a fines de 2024, pero será en 2026 que alcanzará la meta del banco central, de 2 % anual.
La FED revisó además su previsión de crecimiento para 2023, que aumentó a 2,6 %, pero la redujo a 1,4 % para 2024. El pronóstico para la tasa de desempleo, otro de los factores que la Reserva Federal contempla para evaluar el estado de la economía y el resultado de su política monetaria restrictiva, se mantuvo estable, en 3,8 % para 2023 y 4,1 % para 2024.
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Vale recordar que la FED subió sus tasas de interés 11 veces desde marzo de 2022 para encarecer el crédito y, de esa forma, contener el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza. Desde julio, el banco central ha mantenido sus tasas para evaluar el impacto de estos incrementos y evitar llevar a la economía estadounidense a una recesión.
El índice de precios al consumo (IPC) se ubicó en 3,1 % en 12 meses a noviembre, mientras el índice CPE (el más importante para la Fed) mostró una tasa de 3 % en octubre.
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