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Este lunes se retomó la conversación en la comisión que concertará el incremento que tendrá el salario mínimo en 2025, el cual pareciera seguir distante de alcanzar un punto medio, debido a la enorme brecha que separa a quienes hasta el momento han anticipado una cifra.
Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), ha insistido en que el alza salarial deberá ser de dos dígitos pues, argumenta, se requiere que los trabajadores recuperen su poder adquisitivo para que, mediante el gasto, se aceite la reactivación de la economía.
Por su parte, la Asociación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas(ACOPI), ha dicho que un incremento prudente sería del 2,5 % (basándose en lo que sería la mitad del cierre de la inflación para 2024), ya que insisten en que se debe preservar la capacidad de contratación de las empresas, teniendo también en cuenta los costos que se le añadirían por cuenta de la reforma laboral.
Sin embargo, las cifras que se proponen no pueden salir de la manga (sin decir con esto que quienes hasta ahora se han pronunciado lo hayan hecho). Se requiere una serie de variables mediante las cuales se pueda realizar un cálculo. Las principales son la productividad, el desempleo, el PIB y la inflación.
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Sobre esta última, el Banco de la República presentó la proyección con la que cerraría el año. La cifra fue del 5,2 %.
La inflación ha sido el elemento determinante para marcar la base del incremento. En 2023, por ejemplo, el aumento fue del 12 %, con una inflación que cerró el año en el 9,28 %, es decir, una diferencia 2,72 %. A ese “excedente” se le conoce como incremento real, con el que se pretende proteger el poder adquisitivo de quienes dependen del mínimo, ante la erosión que generaría en sus finanzas la inflación de los primeros meses del 2025.
Otra variable importante es la productividad, la cual básicamente mide si con lo mismo (infraestructura, capital y talento humano) se hizo más o menos que el año pasado. Sobre esto, el DANE reportó que la Productividad Total de los Factores (PTF) fue del 1,73 %; la Productividad laboral por horas fue del 3,43 % y la Productividad laboral por persona fue del 1,76 %.
En suma, tomando la inflación y se la añadiéndole la productividad, podría anticiparse que el incremento salarial rondaría el 7 %. Sin embargo se debe esperar los demás argumentos y variables que se presenten en la mesa.
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Sobre el tema de la productividad, la comisión de concertación no ha coincido en cuál de las tres cifras usará como referencia. Aunque no sentaron su posición oficialmente, las centrales obreras tomarían la cifra más alta para hacer su cálculo, mientras que las agremiaciones la más baja. Por lo cual, se aumentaría aún más la brecha.
Al salir de la reunión de este lunes, el presidente de la CUT sostuvo que se mantiene la controversia con el Banco de la República sobre el tema de las tasas de interés, ya que al no caer estas al ritmo en el que está retrocediendo la inflación, argumentan, se está perdiendo la oportunidad para que el país avance hacia una mayor reactivación de la economía.
“Si las tasas de interés son altas frente a la inflación, como es el escenario actual, eso es un freno de mano a la reactivación económica. Lo otro es que esta mesa de concertación es una oportunidad para que uno de los factores de la reactivación, como lo es el incremento al salario mínimo, se pueda dar con un alza significativa que reduzca la brecha salarial”, dijo.
El próximo 11 de diciembre, según el cronograma de la concertación, se vence el plazo para que las partes presenten sus propuestas. Arias le insistió a los empresarios que cumplan con este compromiso, pues en los últimos dos años no han puesto una cifra sobre la mesa.
También se conoció que este año la mesa de concertación avanza en la desindexación de ciertos cobros de salario mínimo. En años pasados esta ha logrado consolidar más de 180, entre los que se encuentra el pago de multas. Ahora se buscaría desvincular el incremento en los arriendos y otros precios regulados por el Estado.
Por su parte, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, anticipó que un incremento acertado estaría cercano a la inflación, es decir, de un 5 % o 6 %.
“Se debe atender a unas bases aterrizadas, no a suposiciones. No hay argumentos técnicos que sustenten la propuesta que han anunciado las centrales obreras”, concluyó.
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