La inflación está bajando más lento en Colombia: ¿qué viene para el IPC?
Aunque en la variación anual el indicador mostró una reducción, es la primera vez en más de un año que el indicador no muestra avances desde su mirada mensual. Esto genera algunas preocupaciones sobre la velocidad de bajada en los precios y, en consecuencia, lo que pueda significar para las tasas de interés.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) siguió su comportamiento a la baja, ubicándose en 7,16 % para su variación anual en mayo (o sea, en comparación con el mismo mes de 2023).
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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) siguió su comportamiento a la baja, ubicándose en 7,16 % para su variación anual en mayo (o sea, en comparación con el mismo mes de 2023).
El dato es positivo, si se tiene en cuenta que hace un año, el IPC se encontraba en 12,36 % y apenas mostraba las primeras señale de bajada después de haber alcanzado su pico en marzo de 2023.
En relación con las cifras de mayo del año pasado, la inflación muestra una reducción de 5,2 % y, de acuerdo con Piedad Urdinola, directora del DANE, la variación anual presentada por la entidad este martes en la noche es la cifra de IPC más baja desde enero de 2022.
Pero, a la vez, en su comportamiento mensual, la inflación se mantuvo en el mismo nivel de abril de este año, con 0,43 %.
El dato, si bien está en línea con las expectativas de analistas consultados en la encuesta del Banco de la República, preocupa un poco, pues desde el pico de marzo del año pasado, el IPC había mostrado reducciones continuas, así fueran leves (pero reducciones igual).
Camilo Herrera, presidente de Raddar, firma que mide el consumo de los hogares colombianos, aseguró a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) que “se está frenando la caída de la inflación, como se esperaba, el golpe de alimentos y ultraprocesados pasa su cuenta de cobro”.
Por su parte, la visión del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla es algo más optimista (como suele ser usual): “Tenemos 14 meses de control de la inflación en el país. Terminamos con un acumulado de 7,16 %, que coincide con el del mes anterior. Estamos en el proceso de seguir bajándola”.
¿Qué muestran los datos de inflación de mayo?
Hay noticias buenas y otras que preocupan un poco.
En el lado de las buenas se encuentra que, al menos desde la mirada mensual, el peso de la electricidad en la inflación se está moderando, con un incremento de 0,78 %, por debajo de lo registrado el año pasado y de los picos alcanzados en 2022.
Así mismo, por ciudades, algunas de las capitales de la Costa Caribe (en donde el valor de este servicio ha crecido más que en el resto del país) registraron para mayo contracciones en sus variaciones mensuales: Riohacha (-1,97 %), Barranquilla (-2,02 %) y Santa Marta (2,82 %).
Bajo la mirada anual, sin embargo, los datos siguen mostrando que la costa norte del país el peso de la electricidad en el IPC está cerca de doblar el promedio nacional. Vale aclarar que esta medición arrastra con los vaivenes de un año dominado por las tarifas altas cortesía de El Niño y la generación de energía a través de las plantas térmicas.
Por el lado de las noticias preocupantes se cuenta el impacto que los arriendos siguen teniendo sobre el IPC y, de paso, sobre el bolsillo de los colombianos.
Desde la mirada anual, el alojamiento (con especial énfasis en los arriendos, según Urdinola) representa casi 3 puntos porcentuales del 7,16 % que tuvo el IPC para mayo. Esta es la contribución más alta entre los renglones que monitorea el DANE y supera por más del doble a la segunda categoría en esta lista, que es el transporte (con una contribución de 1,20 %).
Este panorama ya se había visto en abril, cuando los arriendos fueron uno de los mayores motores de la inflación en ese momento y sus contribuciones al alza del IPC fueron las mayores entre todos los gastos que monitorea el DANE desde prácticamente cualquier mirada (mensual, anual o año corrido).
Esto se explica, según Urdinola, por la indexación de los arriendos con el IPC anual, que para 2023, aunque bajó, siguió siendo excepcionalmente alto (9,28 %).
Desde la mirada anual, la inflación se comportó de la siguiente manera para mayo de este año:
¿Para dónde va la inflación en Colombia?
La tendencia a la baja de la inflación es clara desde hace más de un año, cuando el indicador alcanzó su pico, de 13,34 % en marzo de 2023.
Desde entonces, el IPC ha experimentado una rebaja de unos seis puntos porcentuales. En buena parte, la baja ha estado relacionada con la estabilización de los precios de los alimentos en el país, luego del pico derivado de problemas logísticos globales (como la crisis de los contenedores y los impactos derivados de la guerra en Ucrania).
De acuerdo con la mayoría de los analistas consultados en la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, el IPC se ubicaría en 7,14 %. Y para finales de año, según los datos de este sondeo, se espera que la inflación llegue a 5,6 %, en línea con los datos de la encuesta del Banco de la República, que esperan un indicador entre 5,5 % y 6 % para final de año.
Todas las proyecciones apuntan a un descenso continuo y generalizado, tanto en la inflación total, como en la básica (la que excluye alimentos y regulados).
Por ejemplo, bajo la visión del Banco de la República, “la inflación básica descendería a un ritmo mayor del que estábamos proyectando en el informe de enero, especialmente por menores presiones inflacionarias en la canasta de bienes”, dijo el mes pasado Hernando Vargas, gerente técnico de la entidad, durante la presentación del informe de política monetaria de abril que produce la entidad.
La inflación básica cerraría el año en 5,1 %, frente al 5,4 % que había proyectado el propio Banco en su informe de enero.
Sobre la inflación total, el banco central colombiano proyecta que terminaría 2024 en 5,5 % (anteriormente se había estimado en 5,9 %) y llegaría a la meta de 3 % en 2025 (el pronóstico era de 2,8 % en enero de este año).
La convergencia de la inflación hacia la meta del Banco (de 3 %) es clave, pues es el factor determinante en las decisiones que toma esta entidad alrededor de sus tasas de interés.
Aunque el Banco de la República ha bajado cuatro veces sus las tasas de interés desde diciembre de 2023, la velocidad de la caída es lo que hoy sigue generando debate.
Durante su intervención en el congreso bancario de la semana pasada, Luis Carlos Sarmiento, presidente de la junta directiva de Grupo Aval, aseguró que el banco central está exagerando en mantener la tasa de interés real tan alta con el argumento de un posible rebrote de la inflación, de ahí que planteó que debería bajarlas y, si repunta la inflación, volverlas a subir.
El presidente Gustavo Petro aprovechó en su momento esta intervención para volver a darle aire a sus reclamos constantes por las tasas del Banco, que el mandatario considera deben estar más bajas.
Sin embargo, el banco central ha sido claro frente a estas solicitudes. Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, dijo en este mismo encuentro que, aunque analistas y personalidades, han abogado por una baja más acelerada, la “cautela tiene beneficios” para evitar que una baja anticipada pueda volver a impulsar la inflación, con todo lo que eso implica para la economía.
“La única forma de tener tasas bajas de manera sostenible, es que la inflación sea baja y estable. Lo cual se traduce en que converja a la meta del 3 % con la que se ha comprometido el Banco de la República”, afirmó el propio Villar durante el congreso de Asobancaria.
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