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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) siguió su comportamiento a la baja, ubicándose en 7,74 % para su variación anual en febrero (o sea, comparado con el mismo mes de 2023).
Esto supone una baja de 5,5 % frente a la cifra registrada en febrero del año pasado, según la información que reveló el DANE este jueves. El último resultado inferior se registró en enero de 2022 (6,94 %).
“Estamos efectivamente controlando la inflación, terminamos con un valor de 7,74 % acumulado a febrero que ya incluye salario mínimo, los últimos ajustes de precios a la gasolina, el precio de los peajes, el impuesto a ultraprocesados y bebidas azucaradas y también los costos de educación”, afirmó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
El ministro también destacó que la inflación para la población vulnerable se ubica en 6,54 %. “En la práctica hemos incrementado el poder adquisitivo de esta población. Los que hoy están asumiendo los mayores costos de inflación son los colombianos de ingresos altos, para los cuales es de 8,36 %”.
En la variación anual, por divisiones de gastos, las mayores variaciones se registran en transporte (11,97 %), educación (11,66 %), bebidas alcohólicas y tabaco (11,38 %).
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Desde el análisis mensual (frente a enero), la variación fue de 1,09 %. El dato se explica, principalmente, por la división de educación, que creció 8,74 %. Este es un comportamiento típico para este mes.
La cifra revelada por el DANE estuvo en línea con las estimaciones de los analistas. Por ejemplo, los analistas económicos del Banco de la República estimaban que el IPC de febrero (mensual) estaría entre 0,77 % y 1,45 %. En la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo la inflación se ubicaba, para la medición anual de febrero, en 7,73 %.
Los analistas consultados en la encuesta del Banco de la República proyectan que el IPC finalizará el año entre 5 % y 6 %. El Ministerio de Hacienda estima que en diciembre el indicador se ubicará en 6 %.
Los alimentos y la inflación
La variación anual en alimentos fue de 1,89 %, este rubro contribuyó 0,54 %, mientras que en febrero de 2023, la variación fue de 24,24 % y la contribución, de 15,05 %.
Los alimentos dejaron de ser el renglón que más aportaban a la inflación desde hace más de un año; sin embargo, las alarmas se prendieron a principios de 2024 por cuenta del fenómeno de El Niño y los posibles efectos que podría tener en el campo colombiano.
Por ahora, el panorama es positivo. Por el momento, las consecuencias de El Niño no han sido tan intensas como se esperaban, pese a las “temperaturas extremas de calor, al mismo tiempo se intercalaron pequeñas lluvias que refrescaron algunas zonas rurales”, asegura Carlos Duarte, miembro del Instituto de Estudios Interculturales y docente de la Universidad Javeriana de Cali.
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Los alimentos que más bajaron de precio entre febrero de 2023 y el mismo mes de 2024 fueron los plátanos (-33,4 %), la cebolla (-32,37 %), la yuca (-25,68 %), las papas (-19,62 %) y el tomate de árbol (-19,10 %).
Entre los que más subieron de esta división están los dulces y confites (28,53 %), alimentos precocidos y preparados (23,33 %) y gelatinas, flanes y pudines (23,23 %). En esta categoría se destacan por su incremento las frutas frescas (12,56 %).
El camino de la inflación en Colombia
La inflación ajusta para este punto 10 meses de descensos continuos, lo que marca una clara tendencia a la baja en el IPC. Además de esto, el país volvió al confortable terreno de un solo dígito para este indicador.
Ahora bien, no sólo es la tendencia (que ya es bastante), sino que, en su momento, los resultados de diciembre (9,28 %) sorprendieron a los analistas al ubicarse por debajo de las proyecciones, que la proyectaban algunos puntos básicos por encima (9,5 %, encuesta de Fedesarrollo).
Estas fueron noticias más que bienvenidas de entrada. Pero también lo fueron porque buena parte del descenso en el IPC en general ha estado comandado por la baja en la categoría de alimentos.
Para este punto, el comportamiento del IPC ha impulsado dos bajas consecutivas en las tasas de interés del Banco de la República. Sin embargo, en la última reunión el debate giró en torno a si fue una baja demasiado corta o si, por el contrario, se podía haber rebajado en 25 puntos básicos más el indicador.
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De acuerdo con Leonardo Villar, gerente del Banco, la cautela de la junta en la pasada reducción de tasas es, básicamente, no correr demasiado en este momento para después tener que frenar un poco en seco. “Las razones por las cuales no se hizo una reducción mayor fue que la mayoría consideró a que había unos riesgos a que más tarde tuviera que frenarse el proceso y que la inflación no estuviera garantizado que convergiera en el plazo previsto”, dijo el gerente en su momento.
El ministro Bonilla dijo que hay 500 puntos reales de tasa de interés, lo que podría perjudicar el crecimiento económico. “Si queremos contribuir a la recuperación de la economía, es absolutamente necesario bajar la tasa de intervención”.
Según el Banco, el IPC debería regresar al rango meta establecido (3 %) no más allá de mediados de 2025.
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