La OPEP+ evaluará su decisión de incrementar la producción de crudo
Los problemas globales en las cadenas de suministros y el aumento de la inflación también alimentan los temores a que la recuperación de la demanda de crudo sea más lenta de lo previsto.
La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, celebran este miércoles una videoconferencia para estudiar si la situación del mercado mundial de crudo requiere un reajuste del acuerdo vigente, que consiste en ir aumentando gradualmente la producción petrolera en 400.000 barriles diarios cada mes.
Con esa medida, sancionada el pasado 18 de julio, los 23 países de la alianza conocida como OPEP+ pretenden devolver al mercado los cerca de 5,4 millones de barriles diarios (mbd) de crudo que aún mantienen bajo tierra, del gran recorte pactado en 2020.
Así, la reducción en 9,7 mbd -cerca del 10 % de la oferta petrolera mundial- acordada en abril del año pasado para hacer frente a la crisis del coronavirus quedaría en 3,8 mbd el próximo 1 de enero, antes de llegar a cero en septiembre de 2022.Esta estrategia se ajusta a las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según las cuales el consumo de “oro negro” del planeta mediará los 96,6 mbd en todo 2021, es decir, 6 mbd más que el año pasado.
Temor a la variante delta
En su último informe mensual, publicado el pasado día 12, la organización con sede en Viena estimó incluso que la demanda continuará aumentando hasta superar los 100 mbd en la segunda mitad de 2022, por encima del nivel previo a la pandemia, dado que “la economía global continúa recuperándose”.
Lea otras noticias económicas de hoy aquí.
No obstante, persiste la preocupación de que la expansión de la variante delta del coronavirus, más contagiosa que las demás cepas detectadas hasta ahora, pueda lastrar el consumo energético, una visión reforzada hoy por nuevos datos de China que confirman la desaceleración de la economía por el impacto de la mutación.
Los problemas globales en las cadenas de suministros y el aumento de la inflación también alimentan los temores a que la recuperación de la demanda de crudo sea más lenta de lo previsto.
Presiones de Washington
Si bien estas perspectivas podrían favorecer un ajuste a la baja de los niveles de producción de la OPEP+, por otro lado está el llamamiento de Washington a los productores para que, por el contrario, abran aún más los grifos.
La reunión mañana de los ministros de la alianza será la primera después de que la Casa Blanca contactara a mediados de agosto a Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP+ para decirles que considera insuficientes los aumentos de producción acordados.
Lea también: EE. UU. dice que aumento de producción de petróleo “no es suficiente”
Tras desplomarse en 2020, el precio de la gasolina ha subido más del 40 % este año, y el Gobierno del demócrata Joe Biden teme que el encarecimiento de los combustibles frene la recuperación económica.
“Petroprecios” volátiles
Los precios del petróleo han experimentado una gran volatilidad en las últimas semanas.
El pesimismo sobre la recuperación de las economías asiáticas desencadenó fuertes bajadas antes de que el corte del 95 % de la actividad en las plataformas petrolíferas en el Golfo de México, provocado por el paso del huracán Ida, impulsara subidas.
Al reducirse la intensidad de Ida, convertido ya en tormenta tropical, volvía la tendencia bajista: el barril del petróleo Brent, la referencia en Europa, que ayer terminó a más de 73 dólares, cotizaba hoy a 72,1 dólares, mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en EE.UU., retrocedía un 0,2 % y rondaba los 69 dólares.
La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, celebran este miércoles una videoconferencia para estudiar si la situación del mercado mundial de crudo requiere un reajuste del acuerdo vigente, que consiste en ir aumentando gradualmente la producción petrolera en 400.000 barriles diarios cada mes.
Con esa medida, sancionada el pasado 18 de julio, los 23 países de la alianza conocida como OPEP+ pretenden devolver al mercado los cerca de 5,4 millones de barriles diarios (mbd) de crudo que aún mantienen bajo tierra, del gran recorte pactado en 2020.
Así, la reducción en 9,7 mbd -cerca del 10 % de la oferta petrolera mundial- acordada en abril del año pasado para hacer frente a la crisis del coronavirus quedaría en 3,8 mbd el próximo 1 de enero, antes de llegar a cero en septiembre de 2022.Esta estrategia se ajusta a las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según las cuales el consumo de “oro negro” del planeta mediará los 96,6 mbd en todo 2021, es decir, 6 mbd más que el año pasado.
Temor a la variante delta
En su último informe mensual, publicado el pasado día 12, la organización con sede en Viena estimó incluso que la demanda continuará aumentando hasta superar los 100 mbd en la segunda mitad de 2022, por encima del nivel previo a la pandemia, dado que “la economía global continúa recuperándose”.
Lea otras noticias económicas de hoy aquí.
No obstante, persiste la preocupación de que la expansión de la variante delta del coronavirus, más contagiosa que las demás cepas detectadas hasta ahora, pueda lastrar el consumo energético, una visión reforzada hoy por nuevos datos de China que confirman la desaceleración de la economía por el impacto de la mutación.
Los problemas globales en las cadenas de suministros y el aumento de la inflación también alimentan los temores a que la recuperación de la demanda de crudo sea más lenta de lo previsto.
Presiones de Washington
Si bien estas perspectivas podrían favorecer un ajuste a la baja de los niveles de producción de la OPEP+, por otro lado está el llamamiento de Washington a los productores para que, por el contrario, abran aún más los grifos.
La reunión mañana de los ministros de la alianza será la primera después de que la Casa Blanca contactara a mediados de agosto a Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP+ para decirles que considera insuficientes los aumentos de producción acordados.
Lea también: EE. UU. dice que aumento de producción de petróleo “no es suficiente”
Tras desplomarse en 2020, el precio de la gasolina ha subido más del 40 % este año, y el Gobierno del demócrata Joe Biden teme que el encarecimiento de los combustibles frene la recuperación económica.
“Petroprecios” volátiles
Los precios del petróleo han experimentado una gran volatilidad en las últimas semanas.
El pesimismo sobre la recuperación de las economías asiáticas desencadenó fuertes bajadas antes de que el corte del 95 % de la actividad en las plataformas petrolíferas en el Golfo de México, provocado por el paso del huracán Ida, impulsara subidas.
Al reducirse la intensidad de Ida, convertido ya en tormenta tropical, volvía la tendencia bajista: el barril del petróleo Brent, la referencia en Europa, que ayer terminó a más de 73 dólares, cotizaba hoy a 72,1 dólares, mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en EE.UU., retrocedía un 0,2 % y rondaba los 69 dólares.