La política petrolera de Gustavo Petro
La política ambiental del presidente Gustavo Petro propone frenar la producción de petróleo en Colombia. Su reto principal es reducir el calentamiento global, pero hay varios aspectos de su propuesta que son cuestionables.
Philip Wright *
El primero de ellos es que la producción petrolera del país ya está en declive, aún sin la intervención del gobierno. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos en 2021 las reservas probadas se estiman en el 83 %, y la producción en el 73 %, de los niveles más altos alcanzados en 2013.
Segundo, dado que más que 60 % de la producción petrolera del país se exporta (EIA), el impacto para mitigar el calentamiento global de tal política depende de que los importadores de petróleo colombiano, principalmente los Estados Unidos y China, no lo sustituyan con petróleo proveniente de otros países.
Lea también: ¿Qué pasaría si Colombia deja de explorar y producir gas natural?
En tercer lugar, esta política no se focaliza en la huella ambiental del país, medida por sus emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales son relativamente pequeñas. En efecto, Colombia ocupa el puesto 29 en el rango de las poblaciones de los países del mundo, pero según el Banco Mundial ocupa el puesto 121 en términos de emisiones de CO2 por habitante, que es solamente 11 % de las emisiones por habitante de los Estados Unidos. Según la revista estadística de la BP, Colombia es responsable de solo el 0,3 % de las emisiones mundiales de CO2.
El desempeño del país como emisor de CO2 es bueno principalmente porque su consumo de energía por habitante es bajo. En razón de su pobreza y desigualdad, y de su nivel y estructura de desarrollo, Colombia ocupa el puesto 116 en el rango mundial de consumo de energía por habitante. Súmese a lo anterior que el 73 % de la producción de electricidad del país se basa en fuentes renovables, principalmente hidroelectricidad, mientras que el uso doméstico del carbón, el combustible más nocivo para el calentamiento global, es relativamente pequeño.
Lea también: ¿Cómo puede verse afectada la infraestructura en un mundo que se calienta?
Si se profundiza en el detalle del consumo de combustibles fósiles del país, está dominado por el petróleo con el 36% del consumo nacional de energía primaria y el gas natural con el 23 %. Con respecto al gas, su producción está en declive, tanto que el país ha perdido su autosuficiencia. Además, la mayoría del gas natural producido en el país está asociado con la producción de petróleo: casi 50 % de la producción de gas se requiere para reinyectarlo en su recuperación (EIA). En este contexto, una política que busque restringir el desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo podría resultar en una reducción en la disponibilidad de gas natural para el consumo nacional, porque los productores podrían necesitar reinyectar más gas para aumentar la recuperación de petróleo de sus yacimientos existentes.
Lea también: ¿Qué viene para el petróleo en Colombia?
El uso doméstico del petróleo en Colombia es modesto, a pesar de ser productor y de tener costos altos de transporte en razón de su topografía. Ocupa el puesto 40 en el rango mundial de consumo de petróleo (EIA) y aun si el consumo de petróleo es responsable por alrededor de 60 % de las emisiones de CO2 del país, las emisiones por habitante relacionadas con el consumo de petróleo son la mitad de las de México (0,94 toneladas por año en Colombia contra casi dos toneladas para México).
La conclusión es clara: no es necesario frenar la producción de petróleo en el país buscando mitigar el calentamiento global. No hay necesidad de arriesgar la capacidad de la economía de financiar nuevos programas sociales importantes o de importar los insumos necesarios para proyectos de energías renovables. Colombia ya es verde, por lo menos en términos de sus emisiones de C02. Si todos los países del mundo pudieran alcanzar el nivel por habitante de emisiones que tiene Colombia (1.61 toneladas), las emisiones de CO2 del planeta se reducirían en más de 60 %.
* Observatorio del Caribe Colombiano
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
El primero de ellos es que la producción petrolera del país ya está en declive, aún sin la intervención del gobierno. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos en 2021 las reservas probadas se estiman en el 83 %, y la producción en el 73 %, de los niveles más altos alcanzados en 2013.
Segundo, dado que más que 60 % de la producción petrolera del país se exporta (EIA), el impacto para mitigar el calentamiento global de tal política depende de que los importadores de petróleo colombiano, principalmente los Estados Unidos y China, no lo sustituyan con petróleo proveniente de otros países.
Lea también: ¿Qué pasaría si Colombia deja de explorar y producir gas natural?
En tercer lugar, esta política no se focaliza en la huella ambiental del país, medida por sus emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales son relativamente pequeñas. En efecto, Colombia ocupa el puesto 29 en el rango de las poblaciones de los países del mundo, pero según el Banco Mundial ocupa el puesto 121 en términos de emisiones de CO2 por habitante, que es solamente 11 % de las emisiones por habitante de los Estados Unidos. Según la revista estadística de la BP, Colombia es responsable de solo el 0,3 % de las emisiones mundiales de CO2.
El desempeño del país como emisor de CO2 es bueno principalmente porque su consumo de energía por habitante es bajo. En razón de su pobreza y desigualdad, y de su nivel y estructura de desarrollo, Colombia ocupa el puesto 116 en el rango mundial de consumo de energía por habitante. Súmese a lo anterior que el 73 % de la producción de electricidad del país se basa en fuentes renovables, principalmente hidroelectricidad, mientras que el uso doméstico del carbón, el combustible más nocivo para el calentamiento global, es relativamente pequeño.
Lea también: ¿Cómo puede verse afectada la infraestructura en un mundo que se calienta?
Si se profundiza en el detalle del consumo de combustibles fósiles del país, está dominado por el petróleo con el 36% del consumo nacional de energía primaria y el gas natural con el 23 %. Con respecto al gas, su producción está en declive, tanto que el país ha perdido su autosuficiencia. Además, la mayoría del gas natural producido en el país está asociado con la producción de petróleo: casi 50 % de la producción de gas se requiere para reinyectarlo en su recuperación (EIA). En este contexto, una política que busque restringir el desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo podría resultar en una reducción en la disponibilidad de gas natural para el consumo nacional, porque los productores podrían necesitar reinyectar más gas para aumentar la recuperación de petróleo de sus yacimientos existentes.
Lea también: ¿Qué viene para el petróleo en Colombia?
El uso doméstico del petróleo en Colombia es modesto, a pesar de ser productor y de tener costos altos de transporte en razón de su topografía. Ocupa el puesto 40 en el rango mundial de consumo de petróleo (EIA) y aun si el consumo de petróleo es responsable por alrededor de 60 % de las emisiones de CO2 del país, las emisiones por habitante relacionadas con el consumo de petróleo son la mitad de las de México (0,94 toneladas por año en Colombia contra casi dos toneladas para México).
La conclusión es clara: no es necesario frenar la producción de petróleo en el país buscando mitigar el calentamiento global. No hay necesidad de arriesgar la capacidad de la economía de financiar nuevos programas sociales importantes o de importar los insumos necesarios para proyectos de energías renovables. Colombia ya es verde, por lo menos en términos de sus emisiones de C02. Si todos los países del mundo pudieran alcanzar el nivel por habitante de emisiones que tiene Colombia (1.61 toneladas), las emisiones de CO2 del planeta se reducirían en más de 60 %.
* Observatorio del Caribe Colombiano
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.