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La economía parece seguir en una senda de sólida recuperación, al menos a juzgar por los resultados del Producto Interno Bruto (PIB), que fueron revelados por el DANE este lunes. De acuerdo con la entidad, el PIB registró un crecimiento positivo de 8,5 % anual para el primer trimestre de este año.
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Vale recordar que, para el mismo periodo de 2021, esta cifra había sido de apenas 0,9 %; en ese momento el país venía de una serie de cierres para contener la tercera ola de contagios de covid-19, que llegó de la mano de la variante ómicron del coronavirus y coincidió con la temporada de fin y comienzo de año, plena en reuniones familiares y aglomeraciones.
La cifra del primer trimestre también superó las expectativas de los analistas, que ubicaban la cifra en un rango entre 6 % y 7,8 %.
En paralelo con la publicación del PIB, el DANE actualizó la información del Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) con los datos de marzo. Para este mes, el ISE mostró una expansión de 7,6 %.
Aquí es necesario aclarar que el ISE mide el comportamiento que tiene el valor agregado de la economía colombiana, analizando sus actividades primarias, secundarias y terciarias. En otras palabras, cómo va la creación de valor agregado por cada renglón.
En ese orden de ideas, la contribución a la generación de valor de las actividades primarias (agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; explotación de minas y canteras) fue de 7 puntos porcentuales en el trimestre, mientras que su participación en la economía fue del 69,8 %. En marzo, su variación anual fue de 10,1 puntos porcentuales, mientras que la mensual fue de 0,3 puntos porcentuales.
En el desagregado se evidencia que solo en el mes de marzo el las actividades de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; explotación de minas y canteras disminuyeron un 7,1 % en comparación con el mismo mes del año pasado, mientras que las actividades de minas y canteras cayeron un 1,9 % en la generación de valor. Sin embargo este grupo de actividades registró un crecimiento de 9,4 putos porcentuales en comparación con el referente prepandémico (febrero de 2020).
Por su parte, las actividades secundarias (industrias manufactureras; construcción) registraron una contribución de 1,2 puntos porcentuales, además de una participación del 17,4 % en la economía nacional. En marzo, su variación anual fue de 7,1 puntos porcentuales, mientras que la mensual fue de 0,6 puntos porcentuales.
En este grupo de actividades, en marzo las industrias manufactureras registraron un crecimiento del 10,3 % en comparación con el mismo mes del año anterior. En contraste, el segmento de la construcción cayó un -1,5 %. Si se compara con el referente prepandémico, las actividades secundarias también registran un crecimiento, este fue del 5,5 %.
Finalmente, las actividades terciarias (en las que se encuentran las relacionadas al sector inmobiliario, de seguros, servicios públicos, comercio y reparación de vehículos, entre otras) retrocedieron 0,7 puntos porcentuales y registraron una participación del 12,8 % de la economía nacional. Por sí solas, en marzo evidenciaron una caída anual del -5,5 %, y una mensual de -3,6 %.
Actividades artísticas, de entretenimiento; Actividades de los hogares fueron las que más registraron un crecimiento anual (del 30 %), seguidas de Información y comunicaciones (20,1 %) y Comercio y reparación; Transporte y almacenamiento; Alojamiento y servicios de comida (12,1 %). Si se comparan con su referente prepandémico, a las actividades terciarias aún están 9,2 puntos porcentuales por debajo.
De acuerdo con el DANE, el renglón de la economía que más impulsó el comportamiento del PIB en el primer trimestre fue el comercio, con 15,3 puntos porcentuales en su variación anual. Le siguieron la industria, con 11,1 %, y las actividades artísticas, con una expansión anual de 35,7 %.
Estos tres sectores aportaron 5,5 puntos de los 8,5 que registró de crecimiento el PIB en el primer trimestre de este año.
Por otra parte, tal y como se había visto en los reportes de enero y febrero del ISE, los sectores que registran menor desempeño son la explotación de minas y el agro, con 1 % y -2,5 %, respectivamente.
Según estadísticas de la OCDE, en el primer trimestre del año Colombia fue la tercer economía con un mayor crecimiento en su PIB, por debajo de Portugal (11,9 %) y Reino Unido (8,2 %), pero por encima de España (6,4 %), Italia (5,8 %) y Costa Rica (5,7 %).
El DANE también brindó detalles sobre el comportamiento que registró el sector de la construcción. En el segmento de las construcciones residenciales, el volumen de estas aumentó un 13,1 % durante el primer trimestre del año y en comparación la misma ventana de tiempo del año anterior. En cuanto a las edificaciones no residenciales, estas fueron mayores en un 4 %.
¿Qué ha pasado en el agro y la minería?
Para algunos analistas, las modestas cifras del agro están relacionadas con la ausencia de efecto base: este sector siguió funcionando de forma “normal” durante 2020 e incluso registró crecimientos. Por eso, las cifras de 2021 y las de 2022 no muestran expansiones fantásticas como casi todos los demás sectores, que sí tuvieron que parar por cuenta de la pandemia.
“En el caso de la agricultura no ha tenido tasas negativas de crecimiento”, señala César Ferrari, profesor titular de economía de la Universidad Javeriana. “Fue el único sector que no cayó durante la pandemia porque siguió trabajando todo el tiempo, por eso no hemos visto tasas de crecimiento muy altas tras la pandemia y el siguiente año”, señaló.
Sin embargo, sí llama la atención la contracción de -2,5 % que se registró en el primer trimestre. Aunque las mismas cifras del DANE también permiten ver que el sector sí registra una expansión de 6 % frente al referente prepandemia, o sea, el primer trimestre de 2019 (esta última cifra en serie ajustada por estacionalidad).
De acuerdo con un informe del Ministerio de Agricultura, el comportamiento trimestral del agro se explica, en parte, por la estacionalidad en la producción de los cultivos transitorios (cereales, leguminosas y oleaginosas, raíces, tubérculos y hortalizas), que representan solo el 39 % de las áreas cosechadas del año en el primer semestre, mientras que en el segundo semestre es del 61 %. En otras palabras, esto indicaría que para el segundo semestre del año se espera tener una mayor oferta de productos del agro, lo que a su vez empujaría para arriba los valores registrados en el ISE y el PIB.
Contrario a lo que sucede con la agricultura, afectada por los costos de los insumos, la alta inflación mundial y los efectos de la invasión rusa a Ucrania, la minería tiene un escenario internacional más benévolo, con buenos precios de los commodities (materias primas).
Sin embargo, la producción de productos energéticos en el país aún no termina de ponerse a la par con el resto de la economía frente a las cifras prepandemia.
El escenario de la minería es un espejo invertido del agro: un resultado positivo, aunque modesto, para el primer trimestre de 2022 (1 %) y una caída notable frente al referente prepandemia (2019), de -15,8 % (esta última cifra en serie ajustada por estacionalidad).
Para Ferrari, el desempeño de la minería en las cifras se puede atribuir a que “tenemos un rezago muy grande de inversión. La última cifra de inversión fue igual a la de 2013. La recuperación de la economía colombiana se sustentó sobre el consumo, que llegó a niveles del 87 % del PIB, lo que dio un margen muy pequeño del ahorro del 14 %, lo que hace suponer que había muy poca inversión. Como la inversión está tan rezagada seguramente la poca que se está haciendo va fundamentalmente a sostener los activos existentes para evitar su deterioro, son cifras no de expansión del capital, sino de mantenimiento de lo que hay y en la minería es fundamental la inversión, por eso creo que no se ve una recuperación importante del sector”.
Sobre los resultados entregados por el DANE, el ministro de Hacienda José Manuel Restrepo celebra que estas cifras sean más altas que las pronosticadas por analistas e incluso el Gobierno Nacional. “Vemos resultados de más de dos dígitos de crecimiento en los sectores de industria, comercio y en los relacionados con las actividades artísticas y culturales”, señala.
Desde el punto de vista de la demanda, el jefe de la cartera de Hacienda también destacó el comportamiento que está teniendo el consumo interno y las exportaciones, así como la inversión en formación bruta de capital fijo. De continuar así, agrega, el país cumplirá con uno de los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que indica que Colombia será una de las economías con mayor tasa de crecimiento en el año 2022.
Sin embargo, la economía del país continúa teniendo retos latentes, como lo es el desempleo y la informalidad.
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