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La Reserva Federal (FED) de EE. UU. anunció una subida de los tipos de interés de 0,25 puntos, que se sitúan en una horquilla de entre el 4,75 % y el 5 %, en medio de la crisis causada por el colapso de dos bancos en el país y el rescate de un tercero.
Se trata del noveno aumento de los tipos en un año para combatir la inflación, aunque es menor que el anticipado por la FED, que había hablado de acelerar el ritmo de las subidas cuando todavía no había estallado la crisis bancaria.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la FED, que tomó la decisión tras una reunión de dos días, aseguró que el “sistema bancario de EE. UU. es sano y resistente”.
“Es probable que los acontecimientos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité sigue muy atento a los riesgos de la inflación”, dijo en la nota.
Auguró además que “puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional” de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener.
Se espera que el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, comparezca en breve ante la prensa para dar detalles sobre la decisión adoptada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) del organismo tras una reunión de dos días.
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Para tratar de frenar la inflación, la FED inició en marzo de 2022 las subidas con un tímido 0,25. En mayo elevó los tipos 0,5 puntos y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 0,75 enteros, antes de bajar el ritmo a 0,50 el pasado diciembre y reducirlos aún más, a 0,25, en febrero.
Hace dos semanas, la pregunta que se hacían los expertos era si la Fed incrementaría esta vez 0,25 o 0,5 puntos los tipos de interés, pero todo cambió con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, cuya situación financiera empeoró por la política monetaria del organismo, hasta el punto que se había especulado con la posibilidad de que el banco central pausara las subidas.
Finalmente, la FED decidió continuar con los aumentos, ya que la inflación en EE. UU. todavía está muy por encima de su objetivo del 2 % y con un mercado laboral robusto. En febrero, la inflación en el país se situó en el 6 % interanual, su tasa más baja desde septiembre de 2021, tras bajar cuatro décimas respecto a enero.
Ante el panorama actual, los principales responsables económicos del país, y en particular la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y Powell han tratado de asegurar a los ciudadanos y a los mercados que la situación no desembocará en una crisis financiera.
La FED, de hecho, ha puesto en marcha un nuevo fondo para que los bancos que necesiten asegurar los depósitos de sus clientes tengan dinero para hacerlo, y ha aumentado la frecuencia con la que ofrece operaciones de cambio de divisas para garantizar que hay suficientes dólares disponibles en el sistema financiero.
Además, los principales bancos de Estados Unidos se unieron la semana pasada para rescatar al First Republic Bank con 30.000 millones de dólares, que amenazaba con seguir el camino del SVB y el Signature tras una fuerte caída del valor de sus acciones.
El pánico cruzó también el charco y casi acaba con el banco suizo Credit Suisse, que finalmente tuvo que ser adquirido durante el fin de semana por su competidor UBS tras la crisis de confianza que estaba hundiendo su cotización en el mercado.
Antes del anuncio de la FED, Wall Street abrió este miércoles en rojo, aunque prácticamente plano, y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, perdía un 0,12 %, mientras que las bolsas europeas iniciaron la sesión a la baja, con ligeras caídas, a la espera del resultado de la reunión del banco central estadounidense.
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