La tasa de interés del Banco de la República termina 2021 en 3 %
En su reunión de diciembre, la junta directiva decidió subir las tasas de interés hasta 3 % para intentar atajar la inflación. Así mismo, el banco central ratificó su proyección de crecimiento del PIB para 2021, dejándola en 9,8 %.
Conforme a la expectativa de la mayoría de analistas del mercado financiero, la junta directiva del Banco de la República decidió este viernes elevar en 50 puntos básicos la tasa de interés, dejándola en 3 %. Fue una decisión mayoritaria a pesar de que tres miembros del cuerpo directivo votaron por elevar el costo del dinero en 75 puntos básicos.
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De acuerdo con el comunicado de la junta, la inflación anual en noviembre sorprendió al alza registrando un incremento de 68 puntos básicos respecto a la registrada en octubre, con lo cual se ubicó en 5,26 %. Sostiene el informe que los indicadores líderes muestran que el PIB continúa con una dinámica de crecimiento importante en el cuarto trimestre, alcanzando niveles superiores a los de la prepandemia y el equipo técnico ratificó su proyección de crecimiento del PIB de 9,8 % para 2021.
La decisión de la junta directiva era ampliamente esperada. En la más reciente Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, todos los analistas consultados daban por hecho que el banco central elevaría sus tasas de interés.
Más del 85 % de los expertos consultados en esa encuesta esperaba que la junta directiva llevara sus tasas de interés hasta 3 %, lo que se convierte en el incremento más drástico en el año.
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Desde julio de este año, la inflación lleva por encima del rango meta del Banco de la República. Por esto, desde septiembre el Emisor empezó a subir su tasa de interés para intentar controlar las presiones inflacionarias. La tasa ya se ha incrementado en 125 puntos básicos: pasando del 1,75 % (el mínimo histórico al que llegó para mitigar los efectos de la pandemia) hasta el 3 % que queda en firme desde la reunión de este viernes de la junta directiva de la entidad.
La junta directiva aseguró este viernes que no altera la meta de inflación para el año, fijada en 3 %, a la vez que indicó que “seguirá tomando las decisiones requeridas para asegurar la convergencia de la inflación hacia dicha meta”.
Así mismo, el Banco dijo que “en 2021 el déficit en cuenta corriente alcanzaría un nivel de 5,6 % del PIB explicado por el crecimiento de la demanda interna. Para 2022 se espera una reducción del déficit de la cuenta corriente a 4,9 % del PIB, en un contexto financiero internacional menos holgado”.
El problema inflacionario
En Colombia, los efectos de la crisis de los contenedores, junto con una mayor demanda por parte de los consumidores (en el marco de la reactivación general de la economía) han contribuido al incremento en los precios.
Estos fenómenos llevaron a que en noviembre la inflación anual se situara en 5,26 %, lo cual es considerado alto, pues el Banco de la República tiene como objetivo mantener el alza de precios de la economía entre el 2 % y 4 %.
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La Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo indicó que la mayoría de analistas espera que la inflación acabe el año muy por encima del rango meta del Banco de la República, llegando a 5,2 %.
Y si bien el conjunto del índice de precios al consumidor ha subido, lo que ha liderado esa alza en gran parte ha sido el grupo de alimentos. Entre enero y octubre de este año, la comida se ha encarecido en más de 13 %.
Esto resulta especialmente preocupante, pues es una subida de precios que impacta más duramente a los más vulnerables. “Los sectores de la población pobres y vulnerables (como los define el Dane) destinan a alimentos una proporción mayor de sus ingresos que sectores de clase media o de ingresos altos. Por tanto, el incremento en los precios de los alimentos los golpea con más fuerza. En efecto eso ha ocurrido: la inflación en el último año de la canasta de los pobres ha subido 5,5 % mientras que la de ingresos altos, menos concentrada en alimentos, ha aumentado 3,5 %. En resumen: un grupo de bienes y servicios de la canasta familiar ha subido varios órdenes de magnitud más que el resto. Infortunadamente, ese grupo pesa más en la canasta de consumo de la población con menos recursos”, argumentaba Marc Hofstetter, profesor de la U. de los Andes, en una columna para este diario.
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El reciente acuerdo sobre el salario mínimo, que fijó un alza de 10,07 % para 2022, fue ampliamente celebrado por sectores políticos y sindicales, pero, al mismo tiempo, fue duramente criticado por varios economistas. Entre otras razones, porque esta alza seguirá alimentando el fuego de la inflación, vía estímulos a la demanda y el consumo (por aquello de la mejoría en capacidad adquisitiva).
Dólar y salario mínimo
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo señaló que con la decisión de la Junta del banco central se continúa el proceso de normalización de la política monetaria en el país. Hay una decisión dividida de cuatro por 50 puntos y tres que debía ser de 75 puntos. “La decisión que se toma en el día de hoy responde a varias razones. La primera de ella es la sorpresa al alza en materia de inflación, en segundo lugar porque se encuentra que hay una dinámica de reactivación económica que muestra ya niveles superiores a los de pre pandemia, lo que confirma lo que se ha dicho en oportunidades anteriores en el sentido del cierre de brecha que se viene dando entre el crecimiento potencial y el real. En tercer lugar, se reconoce desde las cifras externas el nivel de déficit en cuenta corriente que se explica como resultado de que el crecimiento está soportado en una demanda interna y que tiene que entenderse en el marco de una situación financiera internacional menos holgada”.
El ministro insistió en que el alza de tasa es un proceso de normalización monetaria. Pero siguen siendo unas tasas de interés donde hay una política monetaria expansiva, “es decir, sigue siendo una tasa que motiva la reactivación y el crecimiento de la economía”.
Sobre el precio del dólar que se mantiene en un nivel cercano a los $4.000, el ministro de Hacienda destacó que Colombia ha manejado una política de tasa de cambio flexible, con flotación limpia y que éste ha sido un instrumento muy importante para la administración macroeconómica del país “eso no significa que no genere inquietudes el hecho de que exista volatilidad en la tasa de cambio, sin embargo, tenemos que ser conscientes con ese como un instrumento de política macroconómica”.
Reconoció que las decisiones de política monetaria van también encaminadas a dar una respuesta a la dificultad que se pueda haber presentado en esa volatilidad de la tasa de cambio y “también somos conscientes de que estas decisiones buscan mitigar el eventual impacto que esto pueda tener sobre lo precios de los insumos en los productos de la economía”.
Por su parte, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, reconoció que la inflación es un problema en el mundo entero. “Hoy Colombia tiene una inflación alta por encima de la meta, pero inferior a la que tienen Estados Unidos y Europa. En ese sentido, es un reflejo de lo que está sucediendo internacionalmente, lo que vemos en nuestro país”, dijo.
El hecho de que la inflación esté por encima de la meta de 3% debe conducir a que reaccionemos frente a las presiones que se enfrentan. El Banco de la República reacciona con la política monetaria que le otorga la Constitución y que se maneja fundamentalmente con un instrumento que es la tasa de interés, explicó Villar.
Finalmente, sobre el incremento del salario mínimo superior al 10% para 2022, el gerente del emisor indicó que el alza de siete puntos porcentuales por encima de la meta de inflación “genera un reto particularmente fuerte para el Banco de la República y para el cumplimiento de su mandato constitucional. Ese reto es mantener una inflación baja y estable que ahora se vuelve importante para garantizar que el aumento en los salarios nominales no se vea diluido por un incremento en los precios y, que por lo tanto, se convierta en un verdadero aumento en el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Conforme a la expectativa de la mayoría de analistas del mercado financiero, la junta directiva del Banco de la República decidió este viernes elevar en 50 puntos básicos la tasa de interés, dejándola en 3 %. Fue una decisión mayoritaria a pesar de que tres miembros del cuerpo directivo votaron por elevar el costo del dinero en 75 puntos básicos.
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De acuerdo con el comunicado de la junta, la inflación anual en noviembre sorprendió al alza registrando un incremento de 68 puntos básicos respecto a la registrada en octubre, con lo cual se ubicó en 5,26 %. Sostiene el informe que los indicadores líderes muestran que el PIB continúa con una dinámica de crecimiento importante en el cuarto trimestre, alcanzando niveles superiores a los de la prepandemia y el equipo técnico ratificó su proyección de crecimiento del PIB de 9,8 % para 2021.
La decisión de la junta directiva era ampliamente esperada. En la más reciente Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, todos los analistas consultados daban por hecho que el banco central elevaría sus tasas de interés.
Más del 85 % de los expertos consultados en esa encuesta esperaba que la junta directiva llevara sus tasas de interés hasta 3 %, lo que se convierte en el incremento más drástico en el año.
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Desde julio de este año, la inflación lleva por encima del rango meta del Banco de la República. Por esto, desde septiembre el Emisor empezó a subir su tasa de interés para intentar controlar las presiones inflacionarias. La tasa ya se ha incrementado en 125 puntos básicos: pasando del 1,75 % (el mínimo histórico al que llegó para mitigar los efectos de la pandemia) hasta el 3 % que queda en firme desde la reunión de este viernes de la junta directiva de la entidad.
La junta directiva aseguró este viernes que no altera la meta de inflación para el año, fijada en 3 %, a la vez que indicó que “seguirá tomando las decisiones requeridas para asegurar la convergencia de la inflación hacia dicha meta”.
Así mismo, el Banco dijo que “en 2021 el déficit en cuenta corriente alcanzaría un nivel de 5,6 % del PIB explicado por el crecimiento de la demanda interna. Para 2022 se espera una reducción del déficit de la cuenta corriente a 4,9 % del PIB, en un contexto financiero internacional menos holgado”.
El problema inflacionario
En Colombia, los efectos de la crisis de los contenedores, junto con una mayor demanda por parte de los consumidores (en el marco de la reactivación general de la economía) han contribuido al incremento en los precios.
Estos fenómenos llevaron a que en noviembre la inflación anual se situara en 5,26 %, lo cual es considerado alto, pues el Banco de la República tiene como objetivo mantener el alza de precios de la economía entre el 2 % y 4 %.
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La Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo indicó que la mayoría de analistas espera que la inflación acabe el año muy por encima del rango meta del Banco de la República, llegando a 5,2 %.
Y si bien el conjunto del índice de precios al consumidor ha subido, lo que ha liderado esa alza en gran parte ha sido el grupo de alimentos. Entre enero y octubre de este año, la comida se ha encarecido en más de 13 %.
Esto resulta especialmente preocupante, pues es una subida de precios que impacta más duramente a los más vulnerables. “Los sectores de la población pobres y vulnerables (como los define el Dane) destinan a alimentos una proporción mayor de sus ingresos que sectores de clase media o de ingresos altos. Por tanto, el incremento en los precios de los alimentos los golpea con más fuerza. En efecto eso ha ocurrido: la inflación en el último año de la canasta de los pobres ha subido 5,5 % mientras que la de ingresos altos, menos concentrada en alimentos, ha aumentado 3,5 %. En resumen: un grupo de bienes y servicios de la canasta familiar ha subido varios órdenes de magnitud más que el resto. Infortunadamente, ese grupo pesa más en la canasta de consumo de la población con menos recursos”, argumentaba Marc Hofstetter, profesor de la U. de los Andes, en una columna para este diario.
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El reciente acuerdo sobre el salario mínimo, que fijó un alza de 10,07 % para 2022, fue ampliamente celebrado por sectores políticos y sindicales, pero, al mismo tiempo, fue duramente criticado por varios economistas. Entre otras razones, porque esta alza seguirá alimentando el fuego de la inflación, vía estímulos a la demanda y el consumo (por aquello de la mejoría en capacidad adquisitiva).
Dólar y salario mínimo
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo señaló que con la decisión de la Junta del banco central se continúa el proceso de normalización de la política monetaria en el país. Hay una decisión dividida de cuatro por 50 puntos y tres que debía ser de 75 puntos. “La decisión que se toma en el día de hoy responde a varias razones. La primera de ella es la sorpresa al alza en materia de inflación, en segundo lugar porque se encuentra que hay una dinámica de reactivación económica que muestra ya niveles superiores a los de pre pandemia, lo que confirma lo que se ha dicho en oportunidades anteriores en el sentido del cierre de brecha que se viene dando entre el crecimiento potencial y el real. En tercer lugar, se reconoce desde las cifras externas el nivel de déficit en cuenta corriente que se explica como resultado de que el crecimiento está soportado en una demanda interna y que tiene que entenderse en el marco de una situación financiera internacional menos holgada”.
El ministro insistió en que el alza de tasa es un proceso de normalización monetaria. Pero siguen siendo unas tasas de interés donde hay una política monetaria expansiva, “es decir, sigue siendo una tasa que motiva la reactivación y el crecimiento de la economía”.
Sobre el precio del dólar que se mantiene en un nivel cercano a los $4.000, el ministro de Hacienda destacó que Colombia ha manejado una política de tasa de cambio flexible, con flotación limpia y que éste ha sido un instrumento muy importante para la administración macroeconómica del país “eso no significa que no genere inquietudes el hecho de que exista volatilidad en la tasa de cambio, sin embargo, tenemos que ser conscientes con ese como un instrumento de política macroconómica”.
Reconoció que las decisiones de política monetaria van también encaminadas a dar una respuesta a la dificultad que se pueda haber presentado en esa volatilidad de la tasa de cambio y “también somos conscientes de que estas decisiones buscan mitigar el eventual impacto que esto pueda tener sobre lo precios de los insumos en los productos de la economía”.
Por su parte, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, reconoció que la inflación es un problema en el mundo entero. “Hoy Colombia tiene una inflación alta por encima de la meta, pero inferior a la que tienen Estados Unidos y Europa. En ese sentido, es un reflejo de lo que está sucediendo internacionalmente, lo que vemos en nuestro país”, dijo.
El hecho de que la inflación esté por encima de la meta de 3% debe conducir a que reaccionemos frente a las presiones que se enfrentan. El Banco de la República reacciona con la política monetaria que le otorga la Constitución y que se maneja fundamentalmente con un instrumento que es la tasa de interés, explicó Villar.
Finalmente, sobre el incremento del salario mínimo superior al 10% para 2022, el gerente del emisor indicó que el alza de siete puntos porcentuales por encima de la meta de inflación “genera un reto particularmente fuerte para el Banco de la República y para el cumplimiento de su mandato constitucional. Ese reto es mantener una inflación baja y estable que ahora se vuelve importante para garantizar que el aumento en los salarios nominales no se vea diluido por un incremento en los precios y, que por lo tanto, se convierta en un verdadero aumento en el poder adquisitivo de los trabajadores”.