Las preocupaciones detrás de las cifras de la economía colombiana
Con un crecimiento del 0,7 % para el primer trimestre, la economía muestra algunas señales de mejoría, pero aún arrastra problemas de fondo que se veían desde el año pasado. ¿Cómo leer este panorama?
Los resultados del PIB para el primer trimestre del año, que presentó el DANE este miércoles, dejan una suerte de sinsabor, un gusto más amargo que dulce en el paladar, si se quiere.
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Los resultados del PIB para el primer trimestre del año, que presentó el DANE este miércoles, dejan una suerte de sinsabor, un gusto más amargo que dulce en el paladar, si se quiere.
Para los primeros tres meses del año la economía creció un 0,7 %. Esto, como bien lo dijo Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, implica que Colombia lleva registrando tres trimestres consecutivos con cifras en terreno positivo, según una declaración que hizo el funcionario publicó en la red social X.
Esta es una lectura que, aunque cierta, es bastante más optimista de la que tienen otros sobre la salud de la economía: un crecimiento del 0,7 % también implica que completamos tres trimestres con cifras cercanas al cero. Y esta cuenta se elevaría a cuatro trimestres si se cuenta el nefasto tercer trimestre de 2023, cuando se registró una contracción del 0,6 % en el PIB (aunque esta inclusión es debatible, claro).
Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, asegura que “cuando se revisa el nivel del PIB ajustado por estacionalidad su valor prácticamente es el mismo desde mediados de 2022. Esto es, la economía tiene casi 18 meses sin crecer, si bien mostró un ligero impulso al comienzo del año”.
Los datos que publicó el DANE este miércoles, aunque están por encima de los puntos más bajos que señalaron las proyecciones (0,1 o 0,2 %), se alejaron del optimismo que rondaba en algunos pronósticos, que ubicaban la cifra cómodamente por encima del 1 %.
“En términos trimestrales, la buena noticia es que la economía colombiana mostró una leve recuperación y creció 1,1 % con respecto al último trimestre de 2023″, señaló en una nota de análisis Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
Aquí es importante recordar que el año pasado estuvo marcado por una desaceleración económica generalizada, que terminó por manifestarse en un anémico 0,6 % de crecimiento en el PIB para todo el año. Este resultado sorprendió para mal, pues se ubicó mucho más debajo de todas las proyecciones, incluso las menos optimistas de su momento.
Entonces, alejarse de ese terreno es, ciertamente, bienvenido. Pero el punto de fondo acá es que parte de los males que lastraron la economía el año pasado parecieran no haberse disipado aún y, más allá de esto, parece haber problemas nuevos.
“Estamos estancados”. Así lo define Marc Hofstetter, profesor de la U. de los Andes y columnista de este diario. “Si uno quiere mirar lo que ha pasado en los seis trimestres que llevamos de este Gobierno, la actividad económica ha crecido 1 %. Este es un dato muy malo”, añade.
Estancamiento es un término que también emplea Bruce Mac Master, presidente de la Andi, quien aseguró que “se debe crear e implementar con urgencia una política de reactivación económica que envíe un mensaje de optimismo y nos permita pensar que el país se dirige hacia una senda de crecimiento sostenible, distinta a la perspectiva actual en la que se proyecta que el PIB nacional crecería solo entre el 0,5 y 1 % en todo 2024, una cifra que no es suficiente para que el país avance hacia la dirección que todos queremos”.
Los datos que preocupan en el PIB
La inversión sigue siendo un rubro que preocupa en las cuentas nacionales, un renglón que ya venía duramente golpeado de 2023, cuando registró dos de los peores resultados trimestrales en una década y media.
Para los primeros tres meses de este año, tanto la formación bruta de capital como de capital fijo volvieron a mostrar contracciones (-13,4 y -6,5 %, respectivamente), aunque fueron más leves que las experimentadas en el último trimestre de 2023 (27,2 y 14 %, también de forma respectiva).
“El dato de inversión es un poco mejor. Se detuvo la caída, en comparación con el trimestre anterior. Pero si vemos los números que teníamos en el tercer trimestre de 2022, para los primeros tres meses de 2024 la inversión es 10 puntos más baja. Y si lo quiere ver antes de pandemia, con el último trimestre de 2019, tenemos una caída del 6 % en la inversión”, comenta Hofstetter.
Por su lado, César Pabón, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, asegura que “los datos del primer trimestre no son motivo de celebración. Y lo que nos dicen, de fondo, es que las palancas de crecimiento siguen estancadas. Esto se ve en las cifras de inversión. Por otra parte, la sorpresa más mala fue el resultado de la industria, que esperábamos hubiera tocado fondo el año pasado, pero no fue así”.
Los datos de la encuesta mensual de manufactura, que publicó este lunes el DANE, ya permitían ver que la industria no anda por buen camino, con una contracción del 6 % en su producción para el primer trimestre. “Estas cifras negativas no se observaban desde diciembre de 2020, durante el período de pandemia, cuando se registró una disminución del -8,1 % en la producción”, anotó Mac Master.
Para el primer trimestre la industria manufacturera se contrajo 5,9 % en los datos del PIB, lo que contrasta poderosamente con el resultado positivo, aunque bajo, que había registrado en los primeros tres meses de 2023 (1,5 %).
¿Qué dice esta información sobre el resto del año?
La mayoría de proyecciones mantienen su rumbo, orbitando cerca del 1 % (la más positiva, hasta el momento, es del 1,5 %).
Desde la ANIF estiman que “los siguientes trimestres tendrán un comportamiento similar al primer trimestre, repuntando hacia el segundo semestre del año para tener un cierre cercano al 1,1 % anual”.
Por su parte, Hernández, de BBVA, destaca que “durante el primer semestre el consumo privado tendrá una recuperación tímida en el componente de los bienes que será limitada por la desaceleración que mantendrá el gasto en servicios. Además, la inversión empresarial todavía será baja, limitada por la baja demanda interna y las todavía elevadas tasas de interés. El único componente que se mantendrá dinámico será el de las obras civiles”.
Para finalizar, Pabón no espera que los datos del PIB vayan a tener un impacto en la velocidad de bajada en las tasas de interés que se encuentra efectuando el Banco de la República.
Falta ver si el ritmo de la economía se recupera durante el año para ganar el dinamismo que esperan analistas y que reclaman empresarios de varios sectores.
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