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En medio de un panorama fiscal complejo, con un recorte presupuestal de $20 billones en el horizonte y un déficit fiscal para el año en 5,6 % (el más alto en años recientes, exceptuando los días de pandemia), los datos Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) sorprendieron al exceder las expectativas de los analistas, pero también por lo que dicen sobre la economía colombiana.
Para abril, el ISE registró un crecimiento anual de 5,52 % (o sea, frente al mismo del año pasado).
Aquí vale aclarar que el ISE le toma el pulso al crecimiento de las actividades económicas del país. Sin embargo, no debe ser confundido con el PIB, pero sí ayuda para ver con mayor periodicidad cómo van las cosas en la economía (ya que el PIB estudia trimestres y cada informe llega meses después del trimestre analizado).
Además de la cifra anual, es interesante ver el resultado para el año corrido que, según el DANE, registró un crecimiento de 1,87 % (en comparación con el mismo periodo del año anterior).
Y esto es interesante, si se tiene en cuenta que los datos del PIB para el primer trimestre mostraron un crecimiento escaso, de apenas 0,7 % (con un marzo muy malo, que lastró las cifras de todo el trimestre).
Entonces, tener un crecimiento año corrido de 1,87 % en el ISE podría indicar que hay una cierta reactivación de la economía sucediendo tras bambalinas.
Por ejemplo, en la actualización más reciente de sus proyecciones, BBVA Research aseguró que “se está pedaleando la reactivación económica” en el país. Esta unidad de análisis asegura que “el ciclo de moderación del crecimiento, que inició a mediados de 2022, tendrá un punto de inflexión en el segundo semestre de este año”.
Para BBVA Research, el PIB nacional llegaría a 1,8 % este año y crecería a 2,8 % en 2025. A su vez, el Gobierno espera que para 2024 la economía se expanda 1,7 % y lo haga en 3 % para 2025.
“Una parte importante de la dinámica observada en abril se debe al comportamiento del sector público y servicios sociales, que tuvo un crecimiento de 12,7 % anual en ese mes. Sin considerar ese sector, el crecimiento de la economía en abril fue de 2,5 % anual. Aunque es menor que el total, muestra una aceleración frente a lo observado en los cuatro meses previos, lo cual es positivo”, anotó Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Por ramas de actividad, los resultados del ISE de abril se ven de esta forma. De acuerdo con el DANE, el crecimiento de la economía en el cuarto mes del año se explicó por un nuevo repunte de 10,24 % anual de las actividades primarias (agricultura e industrias extractivas).
Por su parte, las actividades secundarias (manufactura y construcción) crecieron en abril en 2,85 % frente al mismo mes del año pasado.
Y las actividades terciarias (comercio, servicios, transporte, entre otras) tuvieron un crecimiento de 5,09 %. En cuanto a la serie ajustada por efecto estacional y calendario, se ubicó en 134,47, lo que representó un crecimiento de 4,55 % respecto a abril de 2023.
Para Mejía, es “destacable el crecimiento de las actividades primarias (sector agropecuario, minería y petróleo), con un 7,4 % anual, la cifra más alta en 23 meses”. Pero añade: “Continúa la contracción de tres sectores claves para la economía colombiana, que explican casi una tercera parte de la actividad productiva: la industria y la construcción (-0,1 %) y el comercio (-0,6 %). La reactivación económica tendrá que pasar inexorablemente por un mejoramiento de las cifras en estos tres importantes sectores”.
En general, la reactivación económica es una necesidad per se, pero lo es aún más en el contexto fiscal del país, pues como explica César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, “si la economía no crece, el recaudo se ve afectado y hace que estemos en una espiral negativa de deuda pública”. Algo que, a todas luces, es más que negativo en el momento actual del país.
Entonces, la pregunta de fondo es ¿cómo impulsar la economía hacia un terreno en donde no sólo cumpla con las mínimas expectativas, sino regrese a un terreno positivo de crecimiento, más cercano a su potencial productivo?
Las propuestas de analistas y gremios se pueden agrupar en algunas categorías básicas, como vivienda e infraestructura (dos sectores clásicos en momentos de reactivación). También hay llamados en asuntos algo más etéreos, pero no por ello menos importantes, como incertidumbre y confianza y unos puntos más en consumo y tasas de interés.
Por ejemplo, tanto la construcción, como la infraestuctura, hacen parte del recetario de reactivación de una economía debido a sus efectos en mano de obra, pero también en el impulso que entrega en una lista larga de industrias y actividades. Esto es llamado encadenamientos productivos y se puede ver como una gran ficha de dominó que va impulsando otras tantas, si se quiere.
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