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Este viernes, la junta directiva del Banco de la República decidió bajar en 50 puntos básicos la tasa de interés de política monetaria, llevándola a 12,25 %. Cinco directores votaron por esa reducción, uno votó por reducirla en 75 puntos básicos y uno más por una baja de 100 puntos. En lo que todos estaban de acuerdo, y así también lo anticiparon los analistas, era en bajarlas.
La decisión está sustentada en la tendencia decreciente de la inflación, que en febrero se ubicó en 7,7 % anual, acumulando una caída de 1,5 puntos porcentuales en los dos primeros meses del año y once meses a la baja. La inflación sin alimentos ni regulados también ha bajado, llegando a 7,3 % anual en el segundo mes del año.
Además, las expectativas de analistas señalan que la inflación seguirá por una senda de desaceleración. La encuesta mensual que realiza el Banco de la República muestra que entre diciembre y marzo las expectativas de inflación se redujeron de 5,7 % a 4,7 %, y de 3,8 % a 3,5 % a uno y dos años, respectivamente. Incluso, el equipo técnico revisó a la baja la proyección de inflación para finales de este año, pasando de 5,9 % a 5,4 %.
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El pronóstico de crecimiento del equipo técnico también mejoró: se espera un crecimiento de 1,1 % en 2024, en enero se estimaba un 0,8 %.
¿Qué sigue para las tasas de interés?
En la rueda de prensa, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, aseguró que la baja en las tasas permitirá generar mejores condiciones para la reactivación de la economía. El funcionario considera que la reducción debió ser más amplia, aunque reconoce que las tres bajas consecutivas suman 100 puntos básicos: “todavía tenemos un espacio amplio para seguir bajando”.
“El mensaje que ha recibido la economía es que hay que seguir reduciendo tasas, tanto la tasa de usura, como las de tarjetas de crédito y otras han seguido bajando; sin embargo, no ha bajado tanto como se necesita la tasa de los créditos hipotecarios. A pesar de que hay un mensaje para la economía, necesitamos una acción más coordinada con la banca privada”, señaló Bonilla.
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El gerente del Banco, Leonardo Villar, agregó que se esperan reducciones adicionales en el futuro, pero que esto dependerá del comportamiento de la economía, en particular de la inflación. Villar destacó que la baja en las tasas ha generado una reducción en las del mercado, “la tasa de interés que afecta a la mayoría de agentes económicos, deudores, ahorradores, está en las tasas de interés de los créditos, de los certificados de depósito a término, de los títulos de deuda pública, y esas han bajado de manera significativa”.
Para que las tasas del mercado sigan bajando, es indispensable que haya credibilidad en reducciones de la inflación y, por lo tanto, en reducciones de las tasas del Banco de la República, señaló el gerente. En resumen, las futuras decisiones dependerán de qué tan sólida siga siendo la caída de la inflación.
Según la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, los analistas esperan que en la decisión de junio las tasas de interés se ubiquen en 11 %.
Los resultados de la Encuesta ANIF, en la que participaron 19 entidades (incluyendo centros de investigación, bancos locales y extranjeros, comisionistas de bolsa y gremios), se anticipa una tasa de interés de entre 7 % y 9,5 % para el cierre de 2024.
Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, aseguró que en adelante habrá discusiones importantes sobre acelerar el ritmo: “la tasa de interés sigue siendo muy alta y la inflación ha bajado de manera acelerada en el primer bimestre del año, de esa manera en Scotiabank Colpatria esperamos que la tasa de interés termine alrededor de 7,5 % - 7,75 % este año, en la medida en que la inflación termine rededor de 5,5 %”.
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Considerando que la tasa de usura ha bajado (para abril se ubicará en 33,09 %) y los recortes recientes en las tasas de interés del Banco de la República, el panorama para pedir un crédito pinta mejor en otros meses, pero no tanto como para endeudarse, pues las tasas en general siguen siendo altas.
Como dijo el mes pasado a este diario Germán Machado, docente de Economía de la Universidad de los Andes, “si una persona está pensando en tomar un crédito y puede esperar, debería hacerlo”, pues en el segundo semestre podrían bajar las tasas de créditos hipotecarios e incluso las de crédito de consumo.
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