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La recuperación en la economía global parece estar despegando con gran fuerza. Y esta es una buena noticia después del abismo económico y social que ha supuesto la pandemia de COVID-19.
Pero una recuperación demasiado acelerada también trae peligros, que han comenzado a materializarse bajo la forma de un apetito enorme por materias primas (especialmente en Estados Unidos y China). Esto genera que, como ya ha pasado en otros renglones, la producción no pueda seguir el ritmo y ello genera una fuerte subida de los precios.
La inflación renace con cierto vigor en buena parte del mundo, un fenómeno que preocupa, aunque la mayoría de los economistas lo considera temporal e impulsado por la recuperación económica y las tensiones en los mercados de materias primas. Aunque expertos como Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, han cuestionado esta visión al decir que no hay motivos para creer que la subida de precios en unos cuantos productos alimentarán las expectativas de inflación y generarán un impulso inflacionario.
Freno a los precios
Esta semana China anunció que intensificará su campaña para frenar los precios de las materias primas y reducir la especulación, en un intento por aliviar la amenaza que representa para su recuperación tras la pandemia el aumento de los productos básicos.
Entre las medidas que el gobierno chino tomará para atajar este fenómeno se encuentra la liberación de parte de las reservas nacionales de metales industriales como cobre, aluminio o zinc para poner bajo control el suministro y los precios de las materias primas, cuyos costes se han disparado por la reactivación de la economía mundial.
La medida se toma con las compañías de procesado de metales no ferruginosos y de manufactura en mente, y está en línea con los planes del Consejo de Estado -el Ejecutivo chino.
China no publica información sobre los volúmenes que mantiene en sus reservas estatales, pero el Gobierno aparta discretamente productos básicos como una forma de protegerse de futuras alzas de precios. El material puede ser liberado en situaciones de emergencia, como los casos anteriores de venta de carne de cerdo para calmar la preocupación por la inflación debido a la escasez de este alimento básico.
Esta sería la primera liberación de cobre de las reservas estatales de China anunciada públicamente desde 2005, cuando Pekín trató de amortiguar los precios locales tras las apuestas equivocadas de un operador gubernamental. En 2010, también se vendieron reservas de aluminio y zinc. La falta de detalles sobre los volúmenes que se liberarán esta vez significa que no está claro qué tan efectiva será la medida para controlar los precios.
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Además de la liberación de reservas, la Comisión de Supervisión y Administración de Activos de Propiedad Estatal china (Sasac, por sus siglas en inglés) ordenó a las empresas estatales que controlen los riesgos y limiten su exposición a los mercados de materias primas en el extranjero, según personas con conocimiento del asunto. Se les ha pedido a las empresas que informen sus posiciones de futuros para que Sasac las revise, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque la información es confidencial.
“Hace años que el país no libera reservas estatales”, dijo Jia Zheng, operador de materias primas de Shanghai Dongwu Jiuying Investment Management Co. “Esto impulsará la oferta a corto plazo, enviando una señal bajista al mercado”.
El escrutinio de las posiciones en materias primas en el extranjero, por su parte, tiene como objetivo “frenar la especulación excesiva, ya que los precios están sobrecalentados y podrían suponer riesgos para las empresas públicas”, dijo Jia.
El alza de los precios de las materias primas ha avivado la preocupación en China de que las fábricas tengan que traspasar el aumento de los costos a los consumidores, lo que perjudica a la economía. El papel de los especuladores ha sido objeto de especial atención por parte de las autoridades.
Si bien China ha acelerado sus esfuerzos para frenar las presiones inflacionarias, las medidas han tenido resultados dispares. El primer ministro chino, Li Keqiang, intensificó la retórica el 12 de mayo, instando al país a hacer frente al aumento de los precios. El mineral de hierro se desplomó a fines de mayo tras sus comentarios, aunque desde entonces se ha recuperado, y los precios de los metales básicos siguen siendo mucho más altos que el año pasado a pesar de un reciente retroceso.
La reactivación y la inflación
La producción industrial en China tuvo un crecimiento de 8,8 % para mayo en su medición interanual. Aunque la cifra es saludable y deja entrever el alcance de la reactivación en los procesos de fabricación y compra, está ligeramente por debajo de las estimaciones de los analistas y de los números registrados en abril, cuando el indicador se situó en 9,8 %.
De los 41 subsectores industriales analizados, 36 experimentaron un aumento interanual de su actividad en mayo, según las cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático. Entre ellos destacan la producción de vehículos eléctricos (+166,3 %), la de robots industriales (+50,1 %) o la de circuitos integrados (+37,6 %).
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Esta semana también, la ONE publicó la tasa de desempleo urbano, que cayó de nuevo desde el 5,1 % del mes anterior hasta el 5 % de mayo. Aunque el organismo habla de una “recuperación estable” de la economía nacional, aunque sigue advirtiendo de la incertidumbre derivada de la reactivación de la economía mundial y del avance de la pandemia. Estos factores se suman al hecho de que la ONE no considera todavía “consolidados” los cimientos de la recuperación económica en China.
En Estados Unidos, la inflación llegó al 5% anual en mayo, su mayor alza en 13 años. Era del 2,1% en Reino Unido y de 2,5% en Alemania, y es mucho mayor en varios países emergentes, como Nigeria (+18% anual en marzo), Brasil (+8% anual en mayo) o Turquía (+17% en abril).
De momento los bancos centrales encargados de controlar los niveles de inflación se muestran tranquilos, incluso si en Estados Unidos la reserva Federal (Fed) aumentó sus previsiones de inflación para 2021.
Pero, en medio de avances en vacunación en el Norte global y de picos de pandemia en el Sur, la reapertura y reactivación de varios mercados, con los consecuentes aumentos en inflación, preocupan analistas e inversionistas. Si bien la pandemia parece ceder en algunos lugares, la salud de la economía global aún presenta un pronóstico que no termina ser del todo alentador, a pesar de los avances notables que ha habido en varios mercados.