Se suspende el primer debate de la reforma laboral 2.0
El debate se retomará este jueves 14 de diciembre después de una primera jornada en la que no pasó mayor cosa. Para analistas y gremios, la iniciativa tiene una serie de peros que podrían entorpecer su paso por el Congreso.
Este miércoles se inició el debate de la reforma laboral en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. La jornada estuvo acompañada de votaciones a impedimentos y demás trámites que impidieron un avance sustancial. Faltando un cuarto para las dos de la tarde la mesa directiva ordenó suspender la discusión, para que se retome en la mañana del jueves.
Los múltiples problemas que rodean al mercado laboral colombiano, como el alto desempleo, informalidad y brechas de género, entre otros, hacen necesaria una reforma o serie de reformas que apunten a resolver estos malestares.
El Gobierno de Gustavo Petro ha intentado avanzar en esta materia con una reforma que se hundió en la primera legislatura, pero que se volvió a presentar para la segunda y avanza en su debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.
Si bien esta es una iniciativa que busca brindar mayores garantías a los trabajadores formales en Colombia, con medidas como estabilidad laboral reforzada, formalización de quienes laboran en aplicaciones de reparto y ajustes en las jornadas de trabajo, entre otras, hay quienes consideran que su aprobación podría derivar en mayores riesgos o desafíos para el mercado laboral.
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El grueso de los argumentos se concentra en decir que, por el momento macroeconómico por el que pasa el país (caracterizado por un crecimiento negativo del PIB, las altas tasas de interés y una disparada inflación), subir los costos de contratación se traducirá en la afectación de generación de empleo formal para las empresas.
Cifras manejadas por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) advierten que la aprobación de la reforma laboral podrían elevar los costos laborales entre un 30 % y 40 % en 2024. Esta agremiación también ha solicitado que la reforma no se discuta al mismo tiempo que la concertación del salario mínimo, pues un incremento exagerado en este aspecto podría sumar más puntos porcentuales a ese incremento de costos.
Sobre dicha petición la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que la reforma que fue radicada en el Congreso contó con reuniones en donde se analizó, en donde participaron representantes de Fenalco; además resaltó la independencia que tienen los congresistas para adelantar sus debates.
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Por su parte, el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, considera que una reforma acertada debe abordar los problemas evidentes que tiene el mercado laboral colombiano, favoreciendo la creación de empleo en un entorno propicio para el desarrollo de las empresas.
En otras palabras, la recomendación va orientada a favorecer a los trabajadores, pero también a las empresas, que son las que generan el empleo.
“La reforma laboral en Colombia no solo debe abordar cuestiones superficiales, sino enfrentarse a desafíos fundamentales arraigados en la estructura misma del mercado laboral. Desde la distribución empresarial hasta la informalidad, las brechas salariales y las inequidades de género, cada componente requiere una atención cuidadosa. La propuesta de reforma laboral en Colombia, al enfocarse en el empleo subordinado, ha suscitado preocupaciones legítimas acerca de posibles costos adicionales y riesgos para la productividad empresarial. El Banco de la República ha resaltado estos riesgos, subrayando la necesidad de un enfoque más equilibrado que considere las diversas realidades laborales del país sin comprometer la generación de empleo. Esta llamada a la prudencia destaca la importancia de evitar soluciones simplistas y rápidas que puedan tener consecuencias no deseadas en la dinámica económica”, menciona el observatorio.
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A esto se suma lo que pueda pasar con los trabajadores de las aplicaciones de reparto. Originalmente se había propuesto un modelo mediante el cual pasaran a ser contratados por las empresas propietarias de las aplicaciones.
Más adelante se recibieron los reclamos de quienes están agremiados en este sector, argumentando que una contratación directa va en contravía del modelo de funcionamiento de este tipo de compañías, lo que se traduciría en una considerable disminución de plazas laborales en este sector.
Se hicieron los ajustes y quedó un nuevo mecanismo en el que las empresas igual harán contribuciones para la seguridad social de estos trabajadores, pero respetando la figura de estos para trabajar como autónomos y con más de una aplicación a la vez.
Recientemente algunas centrales obreras pidieron que se volviera al modelo original que proponía la reforma, al considera que en este tipo de labores hay claros indicios de subordinación laboral y, por lo tanto, lo correcto es que estos pasen a ser parte de la nómina de este tipo de compañías.
Más allá de estos, y otros reparos, lo que se busca con esta reforma laboral es garantizar los derechos de los trabajadores, amén de reforzar otros que redundarían mayores beneficios. No obstante, la crítica señala que su aprobación resultaría demasiado costosa, lo que podría derivar en más desempleo, al haber menos empresas que puedan soportar esa nueva carga; o también en una mayor informalidad, al resultar la formalidad demasiado costosa.
Quienes defienden a la reforma en el Congreso aseguran que el tejido empresarial colombiano tiene la capacidad de absorber estas alzas que tendrían los costos en la contratación. Además de que el Gobierno extenderá beneficios y auxilios para las compañías que decidan contratar a poblaciones que enfrentan problemas para conseguir trabajo, como los jóvenes y las mujeres.
Siga aquí la transmisión en vivo del debate
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Este miércoles se inició el debate de la reforma laboral en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. La jornada estuvo acompañada de votaciones a impedimentos y demás trámites que impidieron un avance sustancial. Faltando un cuarto para las dos de la tarde la mesa directiva ordenó suspender la discusión, para que se retome en la mañana del jueves.
Los múltiples problemas que rodean al mercado laboral colombiano, como el alto desempleo, informalidad y brechas de género, entre otros, hacen necesaria una reforma o serie de reformas que apunten a resolver estos malestares.
El Gobierno de Gustavo Petro ha intentado avanzar en esta materia con una reforma que se hundió en la primera legislatura, pero que se volvió a presentar para la segunda y avanza en su debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.
Si bien esta es una iniciativa que busca brindar mayores garantías a los trabajadores formales en Colombia, con medidas como estabilidad laboral reforzada, formalización de quienes laboran en aplicaciones de reparto y ajustes en las jornadas de trabajo, entre otras, hay quienes consideran que su aprobación podría derivar en mayores riesgos o desafíos para el mercado laboral.
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El grueso de los argumentos se concentra en decir que, por el momento macroeconómico por el que pasa el país (caracterizado por un crecimiento negativo del PIB, las altas tasas de interés y una disparada inflación), subir los costos de contratación se traducirá en la afectación de generación de empleo formal para las empresas.
Cifras manejadas por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) advierten que la aprobación de la reforma laboral podrían elevar los costos laborales entre un 30 % y 40 % en 2024. Esta agremiación también ha solicitado que la reforma no se discuta al mismo tiempo que la concertación del salario mínimo, pues un incremento exagerado en este aspecto podría sumar más puntos porcentuales a ese incremento de costos.
Sobre dicha petición la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que la reforma que fue radicada en el Congreso contó con reuniones en donde se analizó, en donde participaron representantes de Fenalco; además resaltó la independencia que tienen los congresistas para adelantar sus debates.
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Por su parte, el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, considera que una reforma acertada debe abordar los problemas evidentes que tiene el mercado laboral colombiano, favoreciendo la creación de empleo en un entorno propicio para el desarrollo de las empresas.
En otras palabras, la recomendación va orientada a favorecer a los trabajadores, pero también a las empresas, que son las que generan el empleo.
“La reforma laboral en Colombia no solo debe abordar cuestiones superficiales, sino enfrentarse a desafíos fundamentales arraigados en la estructura misma del mercado laboral. Desde la distribución empresarial hasta la informalidad, las brechas salariales y las inequidades de género, cada componente requiere una atención cuidadosa. La propuesta de reforma laboral en Colombia, al enfocarse en el empleo subordinado, ha suscitado preocupaciones legítimas acerca de posibles costos adicionales y riesgos para la productividad empresarial. El Banco de la República ha resaltado estos riesgos, subrayando la necesidad de un enfoque más equilibrado que considere las diversas realidades laborales del país sin comprometer la generación de empleo. Esta llamada a la prudencia destaca la importancia de evitar soluciones simplistas y rápidas que puedan tener consecuencias no deseadas en la dinámica económica”, menciona el observatorio.
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A esto se suma lo que pueda pasar con los trabajadores de las aplicaciones de reparto. Originalmente se había propuesto un modelo mediante el cual pasaran a ser contratados por las empresas propietarias de las aplicaciones.
Más adelante se recibieron los reclamos de quienes están agremiados en este sector, argumentando que una contratación directa va en contravía del modelo de funcionamiento de este tipo de compañías, lo que se traduciría en una considerable disminución de plazas laborales en este sector.
Se hicieron los ajustes y quedó un nuevo mecanismo en el que las empresas igual harán contribuciones para la seguridad social de estos trabajadores, pero respetando la figura de estos para trabajar como autónomos y con más de una aplicación a la vez.
Recientemente algunas centrales obreras pidieron que se volviera al modelo original que proponía la reforma, al considera que en este tipo de labores hay claros indicios de subordinación laboral y, por lo tanto, lo correcto es que estos pasen a ser parte de la nómina de este tipo de compañías.
Más allá de estos, y otros reparos, lo que se busca con esta reforma laboral es garantizar los derechos de los trabajadores, amén de reforzar otros que redundarían mayores beneficios. No obstante, la crítica señala que su aprobación resultaría demasiado costosa, lo que podría derivar en más desempleo, al haber menos empresas que puedan soportar esa nueva carga; o también en una mayor informalidad, al resultar la formalidad demasiado costosa.
Quienes defienden a la reforma en el Congreso aseguran que el tejido empresarial colombiano tiene la capacidad de absorber estas alzas que tendrían los costos en la contratación. Además de que el Gobierno extenderá beneficios y auxilios para las compañías que decidan contratar a poblaciones que enfrentan problemas para conseguir trabajo, como los jóvenes y las mujeres.
Siga aquí la transmisión en vivo del debate
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