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Esta semana, el DANE presentará un nuevo reporte sobre cómo va la inflación en Colombia, una de las principales amenazas a la recuperación económica y a la reducción de fenómenos como la pobreza y la desigualdad social.
Lo que suceda con la inflación va de la mano, así mismo, con las decisiones que seguirá tomando el Banco de la República (Banrep), que la semana pasada decidió, de forma unánime, subir sus tasas de interés en 150 puntos básicos. La fuerza del aumento no tiene precedentes en la historia económica reciente del país, según dijo el propio presidente del Bando, Leonardo Villar.
Entonces, en este punto vale la pena preguntarse: ¿para dónde van la inflación y las tasas de interés en Colombia?
En general, las expectativas de los analistas es que el Banco seguirá subiendo sus tasas de interés, pues la inflación no muestra una ruta sólida de ralentización para este año (aunque para el mes pasado sí mostró una leve desaceleración).
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El propio equipo técnico del banco central advierte que la meta de inflación (3 %) se alcanzará en unos dos años.
“En adelante estamos esperando que el ciclo de subida de tasas de interés continúe, probablemente nos vamos a ir con una tasa terminal por encima del 8 % en este año”, comentó Jackeline Piraján, economista Scotiabank Colpatria.
Por su parte, en BBVA Research consideran “que se abre la discusión sobre la tasa terminal, en torno a un nivel de al menos 9,0 % sino mayor, dependiendo de la evolución de la actividad”.
Para varios analistas, como el designado ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, el problema de inflación es de oferta, mas no de demanda. En esta línea, el propio Banrep ajustó su pronóstico de crecimiento de la economía colombiana para 2022, llevándolo de 5 % a 6,3 %.
Ahora bien, las presiones inflacionarias en Colombia están relacionadas, en una porción nada despreciable, con problemas económicos globales: la crisis de los contenedores, la guerra en Ucrania, las restricciones pospandemia, los cierres en la economía China por el covid-19…
Y el aumento de los precios en Colombia puede tener un motor extra ahora que el Gobierno comenzó, después de seis meses de pausa, a incrementar los precios de los combustibles. Esta decisión fue presionada por el déficit que presenta el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPEC). Este fondo ha permitido que la gasolina y el diésel en Colombia se hayan mantenido estables con precios altos del petróleo en los mercados internacionales. Pero esta labor se ha hecho con giro a las finanzas públicas.
“En nuestra opinión, el anuncio de un aumento en los precios de la gasolina, junto con la depreciación de la moneda, mantendrán la presión sobre las expectativas de inflación”, escribió el BNP Paribas en una nota esta semana.
De acuerdo con la más reciente Encuesta de Opinión Financiera Fedesarrollo, los analistas del mercado esperan que, para junio, la inflación llegue a 9,56 %, luego de bajar levemente en el reporte de mayo (9,06 %).
Según el análisis de BNP Paribas, las tasas del Banco rozarán el 10 % al finalizar este año, alcanzando 9,75 %. “Nuestro escenario plantea otro aumento de 150bp en julio, seguido por un menor aumento en septiembre y octubre”, se lee en un documento de esta entidad financiera.
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