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Colombia vive un momento económico de altos contrastes, entre la esperanza de una recuperación y las sombras de una economía estancada. Mientras el país lucha por crecer, ¿qué decisiones marcarán su futuro próximo? En un contexto de ajustes macroeconómicos, inflación controlada y crecimiento proyectado al alza, persisten desafíos estructurales que limitan el potencial económico del país.
En el Foro “Perspectivas Económicas 2025: ¿Luz al final del túnel?”, organizado por Corficolombiana, expertos nacionales e internacionales analizaron las oportunidades y riesgos del próximo año, destacando la importancia de la inversión como motor clave para superar los retos económicos.
Diego Guevara, viceministro de Hacienda, señaló un crecimiento económico de 1,6 % en 2024, impulsado por sectores como construcción, finanzas e inmobiliario.
Para el próximo año, las proyecciones apuntan a un aumento de 2,6 %, con sectores como agricultura y entretenimiento liderando el avance, según los analistas. Sin embargo, el futuro del crecimiento depende de un factor esencial: la inversión, que todavía continúa en niveles históricamente bajos, lo que amenaza con frenar la recuperación económica.
Pero ¿podrá el país retomar el camino hacia un crecimiento sostenido o las estructuras económicas del pasado seguirán frenando su progreso?
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Enredos de la economía: ¿qué pasó y qué sucederá?
La industria y la construcción, que representan casi el 90% de los bienes relacionados con la inversión fija, están estancadas. Esto provoca un efecto dominó que afecta negativamente a otras actividades económicas que dependen de la compra de insumos, materias primas o servicios para estos sectores.
Además, factores como el alto costo del financiamiento y la incertidumbre económica agravan esta situación, limitando la generación de empleo y la reducción de la pobreza.
La industria y la construcción son la columna vertebral de la economía, pero, ¿qué pasa cuando estos sectores, que representan el 16% del PIB, se estancan? El impacto es directo: menos empleos, menos oportunidades de crecimiento. Estos sectores generan aproximadamente 4 millones de empleos, equivalente a 17,4 % del empleo total en el país, según los economistas de Corficolombiana.
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¿Inflación bajo control?
Aunque la inflación parece estar bajo control, afirmó Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, el impacto en el bolsillo de los colombianos es una realidad diaria. Con un cierre de 5% en 2024, su nivel más bajo de los últimos tres años, los precios de los alimentos y los servicios siguen siendo una preocupación constante.
El Emisor, con una política monetaria cautelosa, mantendrá la tasa de interés alrededor de 7% en 2025, priorizando el control inflacionario sobre un estímulo económico más agresivo. Si bien se proyecta que alcanzará el mínimo de 3,6 % en junio, las presiones provenientes de la depreciación del tipo de cambio y los incrementos en los precios de alimentos y servicios regulados podrían empujarla de nuevo hacia niveles cercanos al 4% hacia finales de año.
En cuanto a las perspectivas de la tasa de política monetaria (TPM), se prevé que la Junta del Banrep enfrente una encrucijada, según los analistas, especialmente en un contexto de cambios en la junta directiva que podrían enfocar políticas más orientadas al crecimiento económico.
Aunque la inflación regresará dentro del rango meta después de varios años por encima del límite superior, lo cual sería un avance positivo para la economía, los riesgos asociados a un rebrote inflacionario podrían obligar a la Junta a moderar los recortes de la TPM a mediados de 2025.
Este escenario refleja el cambio estructural en la economía pospandemia, con un aumento en la prima de riesgo país y expectativas de inflación más altas a largo plazo.
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Inversión rezagada
En paralelo, el comportamiento del consumo privado y la inversión fija será crucial para el crecimiento económico en el mediano plazo. A pesar del fortalecimiento del consumo, la inversión fija, especialmente en sectores clave como la manufactura y la construcción, ha experimentado una desaceleración notable.
Este retroceso plantea incertidumbre sobre el crecimiento económico futuro, ya que la inversión fija es esencial para mejorar la capacidad productiva del país.
Las estimaciones sugieren que, si la tendencia negativa en la inversión fija persiste, el crecimiento potencial de la economía podría disminuir de 3% a 2,5%.
Para los expertos, resulta fundamental que el gobierno implemente medidas eficaces para reactivar la inversión fija, especialmente en sectores con altos multiplicadores económicos, como la industria manufacturera y la construcción. El desafío radica en crear un entorno favorable para la inversión, mediante una combinación de estímulos al sector privado y una mayor inversión pública. Aunque estas acciones deben ser acompañadas por una política macroeconómica sostenible, caracterizada por tasas de interés bajas, una inflación controlada y mayor confianza en la estabilidad económica a largo plazo.
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Sostenibilidad fiscal
En el ámbito fiscal, la situación es aún más compleja. El recaudo tributario ha registrado caídas históricas, obligando al gobierno a hacer ajustes presupuestarios por $35,7 billones en 2024 para cumplir con la Regla Fiscal.
A pesar de los esfuerzos por cumplir con el renglón de confianza, el gobierno enfrenta un faltante de $35 billones para 2025, a lo que se suman riesgos adicionales relacionados con las reformas pensional y del Sistema General de Participaciones.
Estos factores podrían generar incertidumbre sobre la sostenibilidad fiscal del país y la percepción de las calificadoras de riesgo, lo que impactaría negativamente en la prima de riesgo y en la estabilidad económica.
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Entorno externo
Dan Restrepo, exasesor de la Casa Blanca, advirtió sobre las dinámicas internacionales inciertas, como un posible retorno de Donald Trump, conflictos geopolíticos y los problemas estructurales en Estados Unidos y China. Estos factores podrían generar volatilidad en los mercados, impactando directamente el tipo de cambio y los precios del petróleo, claves para la economía colombiana.
En América Latina, los problemas estructurales también agravan esta incertidumbre, afectando la competitividad y estabilidad económica de la región.
Crecimiento sostenible a mediano plazo
Para que Colombia crezca, necesita invertir, pero la inversión sigue siendo baja. Con un crecimiento de solo 2 % en 2024 y una proyección de 2,9 % para 2025, el país necesita más para recuperar su capacidad productiva. La falta de inversión puede frenar las posibilidades de futuro.
Según los analistas de Corficolombiana, para consolidar un crecimiento sostenido a mediano plazo, es necesario incrementar la tasa de inversión fija. Por ahora, tras el crecimiento moderado, impulsado por la recuperación de edificaciones, estructuras y maquinaria, la tasa de inversión en relación con el PIB seguiría en un nivel insuficiente (17,2%), lejos de 20% registrado en 2022.
Para recuperar este nivel de inversión, será necesario un crecimiento económico superior al del PIB, lo que exige medidas urgentes para reactivar sectores estratégicos como la industria y la construcción.
Reactivación del sector de la construcción
La recuperación del sector de edificaciones depende de decisiones firmes tanto del Gobierno nacional como de las regiones. Aunque la reducción de los costos de insumos y la implementación del Pacto por el Crédito, con un crecimiento proyectado de 28% en los desembolsos para compra de vivienda en los próximos 18 meses, ofrecen un respiro al sector, existen riesgos que podrían frenar su reactivación.
Además, para que el sector de obras civiles recupere su dinamismo, es crucial una estrategia que aumente la inversión pública y privada, agilicé los procesos de ejecución y garantice la sostenibilidad de los proyectos.
Obras civiles
Se requiere desbloquear proyectos de infraestructura que están paralizados, como las obras públicas del Invías y las del programa de concesiones 4G. También es esencial continuar con la estructuración de los proyectos 5G y ampliar el portafolio de asociaciones público-privadas (APP), mediante la ejecución del Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI), que contempla una inversión cercana a los $240 billones en los próximos 30 años.
Paralelamente, se deben priorizar las inversiones en la infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones, alineándolas con los objetivos de conectividad regional y competitividad económica.
Financiación
Para financiar estas inversiones, es necesario potenciar mecanismos innovadores como las obras por impuestos o regalías, así como buscar nuevas fuentes en el mercado de capitales. Además, se debe fortalecer la institucionalidad, que ha sido clave para generar confianza entre los inversionistas nacionales e internacionales. Un entorno estable y predecible es fundamental para atraer inversiones en proyectos de infraestructura a largo plazo.
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La industria manufacturera
La recuperación de la inversión también requiere políticas para revitalizar la industria manufacturera. Esto implica reducir la carga tributaria y regulatoria, lo cual incentivará la inversión y el empleo formal. Además, se deben diversificar los mercados de exportación a través de tratados comerciales estratégicos.
La mejora de la infraestructura vial, portuaria y tecnológica también contribuirá a reducir los costos logísticos, lo que beneficiará a las empresas.
Es igualmente clave fomentar la adopción de tecnologías avanzadas y la digitalización, apoyando a las pequeñas y medianas empresas mediante líneas de crédito especializadas y subsidios para la innovación.
Todas estas medidas deben ir acompañadas de una estabilidad macroeconómica que garantice bajos niveles de inflación y tasas de interés competitivas. Estas condiciones permitirán revitalizar el sector industrial y de la construcción, consolidando el crecimiento económico.
El futuro económico de Colombia no está escrito, pero las decisiones que se tomen antes de finalizar 2024 determinarán si logra un crecimiento sostenible y una economía inclusiva. Solo con inversiones estratégicas, una política fiscal responsable y un contexto internacional favorable, el país podrá enfrentar los desafíos del futuro.
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