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Rusia y Ucrania son dos de los principales exportadores de cereales, al mismo tiempo, Rusia es uno de los grandes productores de fertilizantes y abonos en el mundo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios mundiales de alimentos alcanzaron unos niveles récord en febrero, sobre todo por el aumento de los precios de los aceites vegetales, cuya oferta quedó limitada a causa de la guerra en Ucrania.
“Las preocupaciones sobre las condiciones de los cultivos y la suficiencia de las disponibilidades exportables explican sólo en parte los incrementos actuales”, aseguró Upali Galketi Aratchilage, economista de la FAO, respecto a la actual preocupación por la guerra entre Rusia y Ucrania. Y explicó que el aumento en el precio de los alimentos tiene su origen en mayor medida en sectores distintos al de la producción de alimentos, “especialmente los de la energía, los fertilizantes y los piensos”. (Lea: FAO advierte récord mundial de precios alimentarios en febrero)
Los factores que generan la inflación son múltiples, pero lo cierto es que la guerra de Ucrania amenaza los cultivos básicos de las principales regiones productoras de cereales de Europa, lo que significa que la escalada de los precios de los alimentos que ya ha estado afectando a los consumidores de todo el mundo podría empeorar, aumentando la amenaza de una crisis de escasez.
Naciones Unidas advirtió que los costos mundiales de los alimentos, que ya son récord, podrían aumentar otro 22 % a medida que la guerra sofoca el comercio y reduce las cosechas futuras.
Los cereales son los alimentos básicos para el mundo; el trigo, el maíz y el arroz representan más del 40 % de todas las calorías consumidas. Mayores costos de envío, la inflación energética, el clima extremo y la escasez de mano de obra han dificultado la producción de alimentos. Y la oferta se está reduciendo: las reservas de granos están a punto de sufrir una quinta caída anual consecutiva, según el Consejo Internacional de Cereales. La guerra en Ucrania solo hará que los precios suban aún más, llevando el hambre a niveles sin precedentes.
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Los precios mundiales de los alimentos están en máximos históricos, con un índice de referencia de la ONU que se disparó más del 40 % en los últimos dos años. La inseguridad alimentaria se ha duplicado en ese período y se estima que 45 millones de personas están al borde de la hambruna. Los mercados agrícolas también se están disparando, el trigo alcanzó un récord histórico en Chicago el martes pasado, mientras el maíz y la soja cotizan cerca de máximos de varios años.
Además, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un informe publicado el viernes dijo que “las interrupciones en las exportaciones en el Mar Negro tienen efectos inmediatos para países como Egipto, que dependen en gran medida de las importaciones de cereales de Rusia y Ucrania”.
Y más allá de los países que reciben cereales del Mar Negro, “aquellos que dependen en gran medida de las importaciones de cereales están en primera línea” de riesgo, ya que los precios internos de los alimentos suben, como consecuencia del aumento de los precios en los mercados mundiales, añade la agencia de ayuda alimentaria de las Naciones Unidas. El impacto será fuerte en países como Afganistán, Etiopía, Siria y Yemen “por su dependencia del trigo”, advierte.
“La guerra en Ucrania significa hambre en África”, lamentó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en CBS News el domingo. Lea: Hambre, inflación y diplomacia: los efectos en África de la guerra de Ucrania
Proteccionismo alimentario
Los Gobiernos están tomando medidas para mantener los suministros de alimentos más cerca de casa, una medida que probablemente prolongue la inflación.
Hungría, Indonesia y Argentina se encuentran entre un grupo de países que impusieron barreras comerciales a las exportaciones agrícolas, que van desde el trigo hasta el aceite de cocina, en un intento por contener los precios internos y salvaguardar los suministros locales de alimentos después de que la invasión de Rusia provocara un pánico generalizado por la escasez. Rusia se sumó a esta ola de proteccionismo cuando señaló planes para restringir el comercio de algunas materias primas. Un importante exportador de alimentos de Ucrania, MHP SE, se centró en abastecer al Ejército y a los civiles ucranianos en las ciudades bombardeadas.
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Las restricciones comerciales podrían hacer que los precios internacionales suban aún más debido a la escasez de suministros globales, según Steve Mathews, director de estrategia de Gro Intelligence. “Suma mucho a las preocupaciones inflacionarias”, dijo.
Otros proveedores globales pueden tomar medidas para cubrir los déficits de reservas. India, por ejemplo, ha aumentado los envíos de trigo en los últimos años y podría impulsar las exportaciones a un récord de 7 millones de toneladas si el conflicto se prolonga. Además, muchas naciones que normalmente podrían compensar la escasez se enfrentan a problemas de producción.
En Brasil, un importante proveedor de maíz y soja, la sequía paralizante ha secado los cultivos. El clima seco también marchitó los campos en Canadá y partes de Estados Unidos el año pasado. Los agricultores norteamericanos podrían ver los precios actuales como una razón para plantar más en las próximas semanas, pero pasarán meses antes de que se cosechen esas hectáreas.
Insumos agrícolas
Todo lo que se usa para el cultivo de alimentos se está volviendo más caro. Rusia, un gran proveedor de todos los tipos principales de nutrientes para cultivos, instó a los productores nacionales de fertilizantes a reducir las exportaciones a principios de este mes, lo que avivó los temores de escasez de insumos para cultivos que son vitales para los productores.
La medida de Rusia agrega incertidumbre al mercado mundial cuando los agricultores de Brasil, el mayor importador de fertilizantes del mundo, ya tienen problemas para obtener nutrientes para los cultivos. El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que su país suministrará fertilizantes a las naciones que tienen “relaciones amistosas” con Rusia, aunque primero debe garantizar el suministro de fertilizantes para el mercado interno.
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Los precios de los fertilizantes se han disparado en todo el mundo en medio de problemas de suministro y problemas de producción. En Europa, el aumento de los precios del gas natural, un insumo clave para la producción de fertilizantes nitrogenados, ya ha obligado a algunas instalaciones a reducir la producción. El precio del combustible, que utilizan los granjeros para calentar graneros y hacer funcionar los equipos que se utilizan para producir alimentos, también se está disparando. A la tensión se suman las sanciones contra Rusia, un importante proveedor de energía del mundo, y Estados Unidos y Reino Unido están tomando medidas para prohibir las importaciones de crudo ruso y otros productos derivados del petróleo.
La inflación en Colombia
De acuerdo con el DANE, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 1,63 % durante el segundo mes de 2022, en su variación mensual (o sea, la medida que compara enero con febrero de este año) y de 8,01 % para la medición anual (que compara febrero de 2022 con el mismo mes de 2021).
Los alimentos y las bebidas no alcohólicas registraron la segunda variación más alta con un 3,26 % (mensual); sin embargo, cuando se ve el panorama con lo que estaba pasando hace un año, la comida lidera firmemente las alzas de precios, con un preocupante 23,30 %.
En la comparación anual los alimentos que más han subido en el país son la papa (146 %), el plátano (63,4 %), la yuca (60,56 %), la carne de res (35,9 %) y las frutas frescas (33,6 %). (Lea: Cuáles fueron los alimentos que más subieron en Colombia para febrero de 2022)
Como se mencionó antes, la inflación no tiene una única causa; sin embargo, la crisis en Ucrania sí podría empeorar la situación para el país, especialmente, en cuanto a los problemas en el suministro y los costos de insumos agrícolas.
Los datos del Ministerio y del DANE muestran que el comercio con Rusia puede ser particularmente importante debido a que, para 2021, el principal producto de importación fueron los abonos minerales o químicos nitrogenados (uno de los principales insumos agrícolas para la producción de prácticamente todo tipo de alimentos) y otros elementos del agro.
El año pasado, según los datos del DANE, Colombia le compró a Rusia casi US$233 millones en abonos de todo tipo, de los US$533 millones del total de importaciones de este país. Este monto en compras de abonos es la cifra más alta registrada, por lo menos, desde 2007.
El Gobierno avanza en una serie de medidas para tratar de contener la inflación en los alimentos, que entre otras cosas afecta más a quienes tienen menos recursos. Por ahora, parece que la guerra en Ucrania afectará el precio de los alimentos en todo el mundo.
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