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Una empresa venezolana que fabrica fertilizantes en Colombia, Monómeros, se convirtió en punto álgido de la política en Venezuela con cuestionamientos que profundizan las fracturas entre adversarios del presidente socialista Nicolás Maduro, y renuevan tensiones entre Caracas y Bogotá.
El control de Monómeros, filial de la estatal Petroquímica de Venezuela (Pequiven), fue dado al líder opositor Juan Guaidó en 2019, cuando se autojuramentó en una plaza como presidente encargado del país con reconocimiento de medio centenar de gobiernos, incluido el de Colombia, en una frustrada ofensiva por sacar del poder a Maduro.
Asumió también en Estados Unidos la administración de CITGO, filial de la petrolera PDVSA.
Dos años después, autoridades de Colombia intervinieron Monómeros ante dificultades de flujo de caja, abriendo dudas alrededor de su futuro.
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¿Está en quiebra?
“Nos robaron y nos secuestraron la empresa Monómeros y ahí está quebrada. ¡La quebraron!”, dijo Maduro el viernes pasado en un acto televisado.
El 22 de septiembre, Monómeros solicitó acogerse a un programa de rescate de empresas creado en Colombia por la pandemia del COVID-19.
Constituida en 1967 y controlada por el estado desde 2007, esta firma fabricante de fertilizantes e insumos de alimentos para animales, pidió al gobierno colombiano tres meses para presentar un plan de renegociación de compromisos financieros y entregas.
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“No es una quiebra”, negó en un comunicado Monómeros, que reportó US$8,3 millones de beneficios en 2020. “Es simplemente un trámite rápido de negociación extrajudicial” con acreedores.
La petición llegó 16 días después de que la Superintendencia de Sociedades colombiana sometiera a Monómeros a “control”, medida de supervisión por la que puede ordenar “correctivos” ante “situaciones críticas de orden jurídico, contable, administrativo y económico”.
“Monómeros es y seguirá siendo propiedad de los venezolanos”, reaccionó Guaidó, pero agradeció “la protección” de activos estatales bloqueados en el extranjero por las sanciones financieras encabezadas por Washington contra Maduro.
Ya Monómeros fue puesto bajo “control” en 2019. La supervisión “no desplaza a los accionistas”, pero podrían llegar “medidas más drásticas como una liquidación” si no mejora la situación, explicó Rafael Wilches, director de la especialización en Derecho de Sociedades de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
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Monómeros genera más de 1.600 empleos y surte a unos 800.000 agricultores en Colombia, dijo un vocero de la firma. Domina, según gremios, 50 % del mercado en su área en este país.
¿Rompe a la oposición?
Directivos de Monómeros se ven salpicados por acusaciones de irregularidades, señalados de buscar la quiebra para rematar la firma. El sindicato de la compañía denunció un contrato, anulado después del escándalo, para traspasar 60 % de las utilidades a una empresa privada panameña, así como pagos por “asesorías” que tildó de “innecesarias”.
Guaidó planteó este martes “reestructurar” la junta directiva de la empresa, pero no hay acuerdos entre los opositores.
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Las diferencias son públicas: Primero Justicia (PJ), uno de los principales partidos opositores venezolanos, marcó distancia con Voluntad Popular (VP), la organización política de Guaidó y su mentor, Leopoldo López. “Anunciamos nuestra decisión de no participar más en los espacios” relacionados con “activos en el exterior”, dijo en un comunicado el 27 de septiembre.
Monómeros se manejó “con criterios absolutamente partidistas”, criticó en una entrevista con una radio en Miami Julio Borges, del PJ, pese a ser el ‘canciller’ de Guaidó.
Había diferencias previas en la oposición en temas medulares como las elecciones de gobernadores y alcaldes del próximo 21 de noviembre, en las que la oposición romperá el boicot mantenido contra las presidenciales de 2018 y las parlamentarias de 2020, que califica de “fraudulentas”. Unificar candidaturas ha sido difícil y aún hay voces que rechazan ir a las urnas.
¿Punto de negociación?
Maduro instruyó a sus delegados en las negociaciones que emprende en México con la oposición que exigieran que Monómeros vuelva al control de la estatal Pequiven.
La representación del mandatario denunció una “operación de saqueo” que, según el oficialismo, incluye la intervención de Monómeros en Colombia y la posibilidad, esbozada en una carta de la Oficina de Control de Activos Extranjeros en Estados Unidos, de que se autorice la venta de acciones de CITGO en 2022 para responder a acreedores de Venezuela.
El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, anunció que el gobierno ejercería “acciones legales” para “rescatar” ambas empresas.
La Fiscalía abrió otra investigación penal contra Guaidó por este caso, la vigésimo sexta contra él.