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Este lunes, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) dio a conocer un balance del Marco Fiscal de Mediano Plazo del Gobierno.
El CARF dejó en claro sus preocupaciones sobre el documento que contiene las previsiones en ingresos y gastos del país en los próximos años, así como las previsiones del ejecutivo sobre la política fiscal, con estimaciones para este año y metas para la próxima década.
Si bien la entidad calificó como “realistas y consistentes” las bases macroeconómicas que soportan el Marco Fiscal de Mediano Plazo, argumentó que la programación fiscal del Gobierno está “al límite del cumplimiento de la Regla Fiscal”.
A continuación, los comentarios del CARF sobre el gasto, las reformas, la deuda y el déficit fiscal del Gobierno.
Gobierno, “sin margen de maniobra”
El análisis técnico del CARF habla de una “programación fiscal al límite del cumplimiento de la Regla Fiscal”, lo que a grandes rasgos significa que el Gobierno no tendría margen de maniobra ante eventos adversos en el escenario macroeconómico.
Puntualmente, el CARF establece que menores precios o bajas en producción de petróleo, una mayor desaceleración económica, una depreciación del peso o una inflación persistentemente más alta de lo previsto son posibles presiones que afectarían la programación fiscal del Gobierno.
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Subidas a la gasolina
El CARF destacó los esfuerzos el Gobierno para avanzar en el cierre de la brecha entre el precio regulado y el precio de referencia de los combustibles, para disminuir la acumulación del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
Cabe destacar que, desde octubre de 2022, el Gobierno ha aumentado el precio regulado de la gasolina, llevando el ingreso al productor de $5.064 a $8.323 por galón.
De acuerdo con las estimaciones del CARF, con el ajuste de los precios regulados programado en el Marco Fiscal del Gobierno, la dinámica esperada para los precios internacionales de los combustibles y la tasa de cambio, el déficit causado del FEPC en 2023 ascendería a cerca de $18,5 billones, cerca de $10 billones menos que lo estimado a principios del año.
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Gasto público
El incremento de 1,2 % del PIB en el gasto primario que se programa entre 2023 y 2024 impone una mayor presión sobre las cuentas de la Nación y revierte los logros en ajuste primario alcanzados después de la pandemia, en 2022, y los que se esperaban para 2023 en el escenario previo. Así lo señaló el CARF este lunes.
De acuerdo con el Comité, los balances primarios de 0 % del PIB que se obtendrían en 2023 y 2024 son inferiores a los programados en el Plan Financiero de comienzos del año, y a los necesarios para estabilizar la deuda del Gobierno.
Déficit fiscal
El Comité señala que, pese a haberse aprobado dos reformas tributarias en los dos últimos años (que aumentaron de forma importante los ingresos de la Nación), en 2024 habrá un deterioro tanto del déficit fiscal como de la deuda neta del Gobierno.
“El incremento de 1,2 % del PIB en el gasto primario, que se programa entre 2023 y 2024, impone una mayor presión sobre las cuentas de la Nación y revierte los logros en ajuste primario alcanzados después de la pandemia, en 2022, y los que se esperaban para 2023 en el escenario previo”, indicó el CARF en su informe.
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Aumento en gasto por reformas
“Marco Fiscal de Mediano Plazo no muestra en la programación fiscal los probables gastos adicionales que resultarían de las propuestas de reforma del Gobierno Nacional”, señaló el CARF.
Puntualmente, el documento no contempla los gastos de las reformas de salud y a las pensiones, las cuales -a criterio del CARF- “pueden representar una mayor necesidad de gasto anual superior a 0,7 % del PIB”.
“Dado que la senda de gasto propuesta por el Gobierno no deja ningún margen, este gasto incremental no tendría espacio fiscal dentro de la programación, y, en consecuencia, la aprobación de dichas iniciativas requeriría la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos estructurales”, establece el CARF.
Presupuesto General de la Nación
Finalmente, el CARF argumentó que el Presupuesto General de la Nación de 2024 debería programarse con un techo de gasto que asegure el cumplimiento de la Regla Fiscal, teniendo en cuenta que el Marco Fiscal de Mediano Plazo prevé un tope que “daría pie a un eventual incumplimiento de la Ley de la Regla Fiscal, al no cumplirse la correspondencia entre gastos e ingresos estructurales”.
“El país se ha quedado sin espacio para hacer política fiscal contracíclica de manera prudente o para acomodar el mayor gasto público resultante de las reformas propuestas por el propio Gobierno”, concluyó el CARF.
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