El dólar debajo de $4.000 podría no durar mucho: le contamos por qué
Regresó la regla de que si sube el petróleo cae el dólar (y viceversa ) por la guerra en Ucrania. Pero analistas advierten que hay riesgos de recesión global que podría volver a disparar la tasa de cambio.
Camilo Vega Barbosa
Si algo ha quedado claro en las últimas crisis es que a la economía colombiana y a sus ciudadanos les importan el dólar y el petróleo, y mucho. La canasta familiar, el presupuesto para subsidios e incluso los impuestos que se pagan son algunas de las zonas de influencia de estas variables. El problema es que desde hace varios años es cada vez más difícil saber qué pasará con ellos de forma conjunta.
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Y en esta compleja coyuntura, en donde hay cada vez más incertidumbre sobre los coletazos de la invasión de Rusia a Ucrania, toma especial importancia qué dirección tomarán estos indicadores claves.
Por muchos años en Colombia rigió una regla simple, pero poderosa: si cae el petróleo, sube el dólar; sube el petróleo, cae el dólar. El fenómeno se vivió con fuerza durante la crisis de los precios internacionales del petróleo, entre 2014 y 2016, periodo en el que el crudo pasó de US$100 a menos de US$30, y la tasa de cambio subió desde los $2.000 a los $3.000. Sin embargo, la fórmula ya no es tan sólida, pues desde hace varios años esta relación inversa se ha roto en más de una oportunidad.
“El petróleo y el dólar se separaron alrededor de 2016. En este año pasó algo muy particular: el dólar estaba muy fuerte por las expectativas de crecimiento en Estados Unidos, pero también había una crisis de oferta en el mercado de crudo. Pero este exceso de oferta fue intervenido por la OPEP y logró que los precios empezaran a subir. Por lo que encontramos que tanto el dólar y el petróleo estaban subiendo. Y no ha sido la única vez que se ha roto la famosa correlación inversa. También pasó a finales de 2021, por temas políticos en ciertos países de la región”, explicó Felipe Campos, director de Investigaciones Alianza Valores.
No obstante, curiosamente la guerra en Ucrania provocó unas condiciones para que regresara la famosa correlación inversa: en lo corrido de 2022 la tasa de cambio ha caído 6 %, situándose por debajo de los $3.850, y el petróleo ha subido 34 % y se cotiza en más de US$105 (llegando incluso a tocar los US$135 hace una semana).
“La guerra en Ucrania ha provocado un alza tan fuerte en el precio del crudo, que un país petrolero como Colombia no pasa inadvertido. En especial porque hay inversionistas que están interesados en invertir en monedas petrolizadas, que son cinco o seis, entre ellas el rublo. Entonces, con las sanciones a Rusia podría haber un redireccionamiento de capitales en donde el peso colombiano podría salir favorecido. No obstante, si la crisis de precios se mantiene por varios meses, es probable que el mundo entre en una nueva recesión y el dólar podría volverse una vez más activo refugio”, comentó Campos.
En efecto, si bien hay una ventana en la que regresó la correlación inversa del dólar y el petróleo, si la situación se agrava habrá consecuencias globales. Y por supuesto, también para Colombia.
Para Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, “entre más suba el petróleo y las otras materias primas, más se elevan los riesgos de recesión global, pues entre más caro esté el combustible se comienza a destruir demanda. Y precisamente bajo esos escenarios los inversionistas buscan activos refugio como el dólar, lo que podría volver a disparar la tasa de cambio colombiana. Y ya hay varios indicios de la desaceleración de la economía, por ejemplo, el aplanamiento en las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos: un indicador que suele augurar una recesión”.
De esta manera, el camino que tomarán el dólar y el petróleo podría ser literalmente una montaña rusa en 2022. Para Enrique Gilles, coordinador del área de economía del CESA, esto se explica por dos fuerzas contrapuestas.
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“Por un lado, el aumento del precio del barril de petróleo está reflejando las expectativas de los agentes sobre el desarrollo de la invasión rusa a Ucrania y eso tiende a apreciar el peso colombiano. En segundo lugar, en un marco de gran incertidumbre a escala global, se puede esperar que los flujos de capital busquen refugio en monedas fuertes, depreciando las monedas locales, fenómeno que tal vez sea complementado por la pérdida de grado inversor de Colombia del año pasado. La baja reciente del dólar en Colombia es evidencia de que el primer factor está dominando al segundo”, señaló Gilles.
No obstante, tanto Ballén como Campos coinciden que si se prolongan demasiado las alzas del petróleo y demás materias primas, en el segundo semestre de 2022 podrían incrementar con fuerza los riesgos de una recesión global, lo que implicaría que el dólar en Colombia podría volver a dispararse y, por ende, romper su relación inversa con el precio del crudo.
Si esto pasa, y el petróleo y dólar vuelven a tener una correlación positiva, Colombia tendrá un escenario agridulce: por un lado, si se mantienen los precios actuales del petróleo, que han llevado a que el Brent promedie US$94 en 2022, este año el país podría recibir $8 billones de renta petrolera adicional, según las estimaciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Pero si se dispara de nuevo el dólar, se podría agudizar el período inflacionario que vive el país: el IPC tuvo una variación anual de casi 8 % en febrero de 2022, y tan solo la inflación de alimentos llegó al 23 %.
Es claro entonces que 2022 está lleno de incertidumbre para el petróleo y el precio del dólar en Colombia. Sea cual sea la dirección que tomen estos indicadores, es claro que habrá consecuencias.
Si algo ha quedado claro en las últimas crisis es que a la economía colombiana y a sus ciudadanos les importan el dólar y el petróleo, y mucho. La canasta familiar, el presupuesto para subsidios e incluso los impuestos que se pagan son algunas de las zonas de influencia de estas variables. El problema es que desde hace varios años es cada vez más difícil saber qué pasará con ellos de forma conjunta.
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Por muchos años en Colombia rigió una regla simple, pero poderosa: si cae el petróleo, sube el dólar; sube el petróleo, cae el dólar. El fenómeno se vivió con fuerza durante la crisis de los precios internacionales del petróleo, entre 2014 y 2016, periodo en el que el crudo pasó de US$100 a menos de US$30, y la tasa de cambio subió desde los $2.000 a los $3.000. Sin embargo, la fórmula ya no es tan sólida, pues desde hace varios años esta relación inversa se ha roto en más de una oportunidad.
“El petróleo y el dólar se separaron alrededor de 2016. En este año pasó algo muy particular: el dólar estaba muy fuerte por las expectativas de crecimiento en Estados Unidos, pero también había una crisis de oferta en el mercado de crudo. Pero este exceso de oferta fue intervenido por la OPEP y logró que los precios empezaran a subir. Por lo que encontramos que tanto el dólar y el petróleo estaban subiendo. Y no ha sido la única vez que se ha roto la famosa correlación inversa. También pasó a finales de 2021, por temas políticos en ciertos países de la región”, explicó Felipe Campos, director de Investigaciones Alianza Valores.
No obstante, curiosamente la guerra en Ucrania provocó unas condiciones para que regresara la famosa correlación inversa: en lo corrido de 2022 la tasa de cambio ha caído 6 %, situándose por debajo de los $3.850, y el petróleo ha subido 34 % y se cotiza en más de US$105 (llegando incluso a tocar los US$135 hace una semana).
“La guerra en Ucrania ha provocado un alza tan fuerte en el precio del crudo, que un país petrolero como Colombia no pasa inadvertido. En especial porque hay inversionistas que están interesados en invertir en monedas petrolizadas, que son cinco o seis, entre ellas el rublo. Entonces, con las sanciones a Rusia podría haber un redireccionamiento de capitales en donde el peso colombiano podría salir favorecido. No obstante, si la crisis de precios se mantiene por varios meses, es probable que el mundo entre en una nueva recesión y el dólar podría volverse una vez más activo refugio”, comentó Campos.
En efecto, si bien hay una ventana en la que regresó la correlación inversa del dólar y el petróleo, si la situación se agrava habrá consecuencias globales. Y por supuesto, también para Colombia.
Para Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, “entre más suba el petróleo y las otras materias primas, más se elevan los riesgos de recesión global, pues entre más caro esté el combustible se comienza a destruir demanda. Y precisamente bajo esos escenarios los inversionistas buscan activos refugio como el dólar, lo que podría volver a disparar la tasa de cambio colombiana. Y ya hay varios indicios de la desaceleración de la economía, por ejemplo, el aplanamiento en las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos: un indicador que suele augurar una recesión”.
De esta manera, el camino que tomarán el dólar y el petróleo podría ser literalmente una montaña rusa en 2022. Para Enrique Gilles, coordinador del área de economía del CESA, esto se explica por dos fuerzas contrapuestas.
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“Por un lado, el aumento del precio del barril de petróleo está reflejando las expectativas de los agentes sobre el desarrollo de la invasión rusa a Ucrania y eso tiende a apreciar el peso colombiano. En segundo lugar, en un marco de gran incertidumbre a escala global, se puede esperar que los flujos de capital busquen refugio en monedas fuertes, depreciando las monedas locales, fenómeno que tal vez sea complementado por la pérdida de grado inversor de Colombia del año pasado. La baja reciente del dólar en Colombia es evidencia de que el primer factor está dominando al segundo”, señaló Gilles.
No obstante, tanto Ballén como Campos coinciden que si se prolongan demasiado las alzas del petróleo y demás materias primas, en el segundo semestre de 2022 podrían incrementar con fuerza los riesgos de una recesión global, lo que implicaría que el dólar en Colombia podría volver a dispararse y, por ende, romper su relación inversa con el precio del crudo.
Si esto pasa, y el petróleo y dólar vuelven a tener una correlación positiva, Colombia tendrá un escenario agridulce: por un lado, si se mantienen los precios actuales del petróleo, que han llevado a que el Brent promedie US$94 en 2022, este año el país podría recibir $8 billones de renta petrolera adicional, según las estimaciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Pero si se dispara de nuevo el dólar, se podría agudizar el período inflacionario que vive el país: el IPC tuvo una variación anual de casi 8 % en febrero de 2022, y tan solo la inflación de alimentos llegó al 23 %.
Es claro entonces que 2022 está lleno de incertidumbre para el petróleo y el precio del dólar en Colombia. Sea cual sea la dirección que tomen estos indicadores, es claro que habrá consecuencias.