Salario mínimo: la productividad sigue generando incertidumbre

¿Cuánto debe subir el salario mínimo para 2024? Esa es la gran pregunta que ha reunido por estos días a representantes de los empresarios, gobierno y trabajadores. No obstante, para resolver esta interrogante hay que despejar otras más pequeñas, como por ejemplo, qué tan productivos fueron este año.

¿Cuánto debe subir el salario mínimo para 2024? Esa es la gran pregunta que ha reunido por estos días a representantes de los empresarios, gobierno y trabajadores. No obstante, para resolver esta interrogante hay que despejar otras más pequeñas, como por ejemplo, qué tan productivos fueron este año.

A esto se le conoce como la productividad, e históricamente ha sido una de las variables que se emplea en las cuentas para definir el salario mínimo. Usualmente se echa mano de la Productividad Total de los Factores (PTF), que agrupa elementos como la mano de obra, pero también otros como el capital de las empresas, su infraestructura y tecnología.

Básicamente lo que se busca al medir la productividad es saber qué tan eficientes están siendo los recursos que emplean las empresas, en el desarrollo de la economía. En otras palabras, si con lo mismo se hizo más o menos en comparación con el año pasado.

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Para las centrales obreras no tiene sentido que en la concertación del salario mínimo se tome en cuenta una medición que no discrimina el aporte de los trabajadores, sino que lo mezclan con otros componentes que les son ajenos.

Los datos más recientes entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) muestran lo que sería cuatro fotografías de la productividad en el país. Está la mencionada PTF, que para el tercer trimestre del año cerró en -1 %; la productividad laboral por persona empleada, que consolidó un -0,7 %; la productividad media del trabajo, que fue del -0,31 %; y por último la productividad laboral por hora trabajada, que cerró en 0,76 %.

La propuesta que han hecho las centrales obreras es que sea tomada en cuenta la última de estas, ya que consideran que es la que más se apega al aporte de los trabajadores.Hay que mencionar que la directora del DANE, Piedad Urdinola, coincide con los sindicatos, ya que para ella técnicamente esta es la cifra que más coincide con la naturaleza de la concertación del salario mínimo.

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De momento los empresarios no han manifestado una posición al respecto, al igual que el Gobierno. Se tenía pensado que este lunes saliera de la mesa de concertación la cifra que usarían como productividad, sin embargo la agenda se dedicó a recibir información del DANE sobre el mercado laboral, misma que también resulta relevante para definir el alza salarial para 2024.

Así las cosas se espera que este lunes 11 de diciembre empresarios, gobierno y trabajadores se vuelvan a reunir para tomar una decisión al respecto. Para entonces ya se tendrá la cifra de la inflación (que se publica este jueves a las 6 de la tarde), por lo que tendrán todos los indicadores para poder construir la cifra con la que, oficialmente, comenzará la puja para determinar qué tanto debe subir el salario mínimo en 2024.

Según lo explicado a este medio por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, desde el año 2006 se ha hecho un registro de la diferencia que hay entre la PTF y la productividad laboral, lo que evidencia, asegura, una diferencia de 20 puntos porcentuales en donde la última es la más alta.

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“Esa plata nos la deben”, asegura Arias, al reiterar que al trabajador se le debe reconocer su aporte a la productividad en las empresas, y no subirlo al mismo bus de otros elementos que, como ya lo revelan las cifras del DANE, terminan restando en vez de sumar.

Por su parte el presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Percy Oyla, recordó que en 2022 la comisión optó por tomar la cifra de productividad más alta, que fue de 1,24 %. Si se aplica la misma fórmula para este año, la mesa experimentaría una caída en la materia, aunque esta no sería tan drástica si toma, por ejemplo, el PTF que, recordemos, cerró en -1 %.

Para él también resulta importante que el DANE revise los indicadores de productividad de los últimos 17 años, así como otros aspectos inherentes a la inflación.

“Todos observamos, por ejemplo, que en la inflación se toman factores como pobreza, población vulnerable, clase media y alta, y eso nos permite revisar con nuestros asesores económicos aspectos importantes para tener en cuenta en perspectiva de qué es posible recuperar”, detalla.

Oyola hace referencia a una de las intencionalidades que tiene la mesa de concertación, que es la de recuperar el poder adquisitivo que han perdido los trabajadores por cuenta de la inflación, además de brindarles unos ingresos extra que les permita afrontar el riesgo de la carestía para el año que sigue.

A esto último se le conoce como incremento real (que básicamente es la diferencia entre el alza salarial y la inflación), y es lo que se ha buscado en las mesas de concertación de los últimos años.

Sin embargo, las cifras del mercado laboral muestran que hay asuntos más serios que el mínimo que se deben abordar en la meta de garantizar un salario digno para los trabajadores. Muestra de esto es el aplastante indicador de que el 47,1 % de los ocupados en el país no alcanza a devengar ni siquiera un salario mínimo al mes, mientras que los que sí lo hacen son poco más del 11 %.

Esto es muestra del nivel tan alto que hay de informalidad, y de los estragos que generan en el mercado laboral. Probablemente, ya que la mesa está abierta abordar temas que van más allá del salario mínimo, en los próximos días conozcamos noticias de medidas con las que se buscará atacar estos y otros malestares del mercado laboral.

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