¿Se viene una recesión económica?: responde el Banco de la República
Han sido días movidos en materia económica para el país, con malos resultados trimestrales del PIB y polémicas por declaraciones del Gobierno sobre temas como las tasas de interés y la regla fiscal. Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, habla sobre la perspectiva de la economía nacional de cara al final del año.
Jorge Sáenz
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, considera que hay sectores de la economía “golpeados para los cuales sería deseable adoptar medidas de apoyo”. No habla de recesión para la economía, pero afirma que es posible que el Banco tenga que recortar su proyección de crecimiento para el total de 2023 por cuenta de los malos resultados del PIB para el tercer trimestre.
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Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, considera que hay sectores de la economía “golpeados para los cuales sería deseable adoptar medidas de apoyo”. No habla de recesión para la economía, pero afirma que es posible que el Banco tenga que recortar su proyección de crecimiento para el total de 2023 por cuenta de los malos resultados del PIB para el tercer trimestre.
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Con el resultado del -0,3 % del PIB del tercer trimestre, ¿que espera el Banco de la República en materia de crecimiento de la economía para 2023 y el siguiente año?
El resultado del PIB divulgado esta semana por parte del DANE constituyó, sin lugar a dudas, una sorpresa negativa. Tanto el equipo técnico del Banco de la República como la mayor parte de los analistas externos esperaban una cifra positiva del orden del 0,4 %. Probablemente, la nueva información obligue a revertir el ajuste al alza que había hecho el Banco en la perspectiva de crecimiento para el año completo 2023, la cual se aumentó al 1,2 % del PIB en el Informe de Política Monetaria de octubre tras estar en 0,9 % en el Informe anterior, divulgado en julio pasado.
En cualquier caso, debemos esperar un análisis más detallado de las cifras para extraer conclusiones sobre sus implicaciones. Una primera revisión de los datos sugiere que las razones para la caída sorpresiva en el PIB con respecto a lo que estábamos esperando residen fundamentalmente en un crecimiento del consumo público inferior a lo previsto y una baja acumulación de inventarios. La inversión en capital fijo cayó de manera importante al 10,7 %, pero en una magnitud algo menos drástica de lo que se estaba previendo.
El consumo de los hogares, por su parte, tuvo un crecimiento del 0,4 %, que contrasta con la expectativa que tenía el equipo técnico del Banco, según la cual habría una pequeña caída con respecto a los muy altos niveles observados un año atrás. Hay que recordar que en el tercer trimestre de 2022 el consumo de los hogares crecía en 9,4 % real, amparado en altos flujos de endeudamiento que, tal como expresamos en ese momento, nos generaban preocupaciones sobre su sostenibilidad.
¿Se revive el fantasma de recesión para la economía colombiana?
No considero apropiado caracterizar la coyuntura en términos de recesión. La economía colombiana tuvo en 2022 un crecimiento muy superior al sostenible, el cual se manifestó en un crecimiento excesivo de la demanda, el crédito y las importaciones, que generó presiones inflacionarias importantes y condiciones de vulnerabilidad externa para la economía colombiana. El ajuste que estamos observando va a permitir que en el futuro podamos recuperar un crecimiento sostenible, con baja inflación, tasas de interés más bajas y menor vulnerabilidad externa.
Hay que tener en cuenta que aun si la economía crece este año a una tasa del 0,9 %, como la que proyectaba el equipo técnico del Banco hace unos meses, los niveles de actividad económica y los ingresos de los colombianos serán similares o superiores a los que hubiéramos visto si las tendencias prepandemia se hubieran mantenido en los últimos cuatro años. Este es un resultado positivo para la economía colombiana, que se compara favorablemente con lo observado en muchos otros países del mundo.
¿Se requieren medidas de choque para reacomodar la economía por la senda del crecimiento?
Hay sectores particularmente golpeados para los cuales sería deseable adoptar medidas de apoyo. La construcción es uno de ellos, no solo en el rubro de vivienda, sino también en el de las obras civiles. Destacaría, sin embargo, que la recuperación generalizada será mucho más acelerada en la medida en que la inflación converja hacia la meta y ello facilite contar con tasas de interés nominales más bajas. Uno de los beneficios más grandes de tener una inflación baja y estable es que con ella pueden reducirse sustancialmente los costos de financiamiento, especialmente para las actividades que requieren financiación de largo plazo, como la inversión productiva y la adquisición de vivienda.
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¿Algún peligro de estanflación, como ya comienzan a considerar algunos analistas?
Afortunadamente, la inflación está bajando de manera sostenida durante los últimos siete meses y existen expectativas generalizadas entre todos los analistas de que seguirá bajando de manera sustancial en los próximos meses. Ese panorama es radicalmente diferente al que sugerirían los analistas que usted menciona.
¿Qué tanta razón tiene el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, cuando dice que se están creando obstáculos a la recuperación de la economía teniendo tasas de interés altas? Lo mismo señala el presidente Petro. ¿Cree que tienen algo de razón?
El Gobierno ha expresado, a través del ministro de Hacienda, una preocupación absolutamente legítima. Me atrevo a decir que en la Junta Directiva del Banco de la República hay plena conciencia sobre los beneficios que tendría contar con unas tasas de interés más bajas en la economía colombiana cara a cara que las que hoy estamos observando. El debate reside en identificar cuál es el momento oportuno para iniciar el proceso de reducción de esas tasas y cuáles son las condiciones que permitirían reducirlas de una manera sostenible. En la última sesión de la Junta Directiva del Banco, la mayoría consideró que esa reducción debe darse en la medida en que haya una mayor certeza sobre la senda de convergencia de la inflación hacia su meta. Es importante tener en cuenta que el nivel actual de las tasas de interés reales en Colombia es inferior al de muchos otros países de la región, incluso al de aquellos que ya han podido avanzar en el proceso de reducir sus tasas de interés nominales.
Las tasas de interés reales son también inferiores a las que tuvimos en Colombia en 2017 y 2018 o en varios momentos de la primera década del presente siglo, cuando la economía crecía a ritmos satisfactorios. El principal motivo para las altas tasas de interés nominales que tenemos en Colombia es que la inflación se mantiene alta y su proceso de reducción ha ido mucho más lento que en varios de los países con los cuales nos solemos comparar, como Chile, Perú, Brasil o México. El gran reto, por lo tanto, es consolidar la tendencia de la inflación a la baja. Ello nos facilitará tener menores tasas de interés y mayor crecimiento económico.
¿Los colombianos podrán sentir un alivio en el costo del dinero para finales de este año?
La Junta del Banco de la República toma decisiones sobre la tasa de interés de política en ocho sesiones al año, cuyo calendario está claramente anunciado. La próxima reunión con decisión de política monetaria será el 19 de diciembre. Ese día la Junta adoptará la decisión que corresponda con la última información disponible y analizando en forma muy cuidadosa los complejos dilemas que ello conlleva.
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¿Por qué considera que es inaceptable el actual nivel de la inflación del 10,48 %?
La Constitución Política de Colombia expedida en 1991 le asignó al Banco una tarea explícita muy clara de mantener el poder adquisitivo del dinero. Ello, por supuesto, se hace en coordinación con las políticas del Gobierno y teniendo en cuenta el propósito de minimizar los costos que en materia de empleo y actividad económica pueda conllevar el proceso de ajuste de la inflación hacia sus niveles deseables. Es claro, en cualquier caso, que una inflación del 10,48 % es muy superior a la deseable, entre otras muchas razones porque ese nivel de inflación implica que incluso con una tasa de interés real baja las tasas nominales de interés sean excesivas y encarezcan los costos de financiamiento de las empresas y los hogares.
¿Como se ha comportado la tasa representativa del mercado (TRM) —dólar— en este panorama? ¿Ayuda o presiona la inflación?
El peso colombiano tuvo una depreciación extraordinaria entre 2021 y octubre de 2022, coincidiendo con un período en que el país perdió el grado de inversión frente a dos calificadoras de riesgo y tuvimos un fuerte deterioro en indicadores de percepción de riesgo tales como el EMBI y los llamados Credit Default Swaps (CDS). En el período más reciente se ha revertido parcialmente ese proceso y hemos observado una apreciación del peso del orden del 17 %. Esta situación es favorable, ayuda a disminuir las presiones inflacionarias y aumenta las probabilidades de avanzar de manera rápida en el proceso de convergencia de la inflación hacia nuestra meta del 3 %. En la medida en que ello se logre se facilitará reducir las tasas de interés y la economía podrá tener tasas de crecimiento mayores y sostenibles.