Sube la tensión en el sistema eléctrico: ¿cómo funciona la bolsa?
En un momento complejo para el sector y marcado por los debates sobre las tarifas, esta semana se abrieron nuevos frentes de batalla, particularmente sobre los precios en la bolsa de energía. Le explicamos cómo funciona este mecanismo.
Esta semana, nuevos pleitos y decisiones avivaron las llamas de una discusión clave para el sector de energía: las tarifas. Los consumidores están muy cerca de la flama.
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Esta semana, nuevos pleitos y decisiones avivaron las llamas de una discusión clave para el sector de energía: las tarifas. Los consumidores están muy cerca de la flama.
Air-e, el operador que presta servicio en La Guajira, Atlántico y Magdalena, presentó ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) una denuncia administrativa en contra de Empresas Públicas de Medellín, Emgesa, Isagen, Empresa de Energía del Pacífico (Celsia) y AES Chivor y Cía. Fermín de la Hoz Torrente, gerente de servicios jurídicos de Air-e, dijo a este diario que las generadoras presentan comportamientos que sugieren que se están coordinando para fijar precios en la bolsa de energía, lo que habría implicado “aumentos de precios simultáneos y reducciones abruptas sin una justificación económica clara” en perjuicio de los consumidores.
Por medio de un comunicado, la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgén) respondió que la oferta de todas las empresas asociadas al gremio se hacen conforme a la ley y que los lineamentos que se establecieron después del apagón en 1992 y 1993 permitieron aumentar la cobertura, la formación eficiente de precios y ahorrar recursos, especialmente en momentos de sequía.
Air-e afirma que a principios del año pasado era una de las empresas menos expuestas en bolsa (allí conseguía el 15 % de su energía), pero que con el aumento de la demanda que superó las proyecciones la exposición llegó hasta el 25 %. Lo que agravó el asunto, según el gerente, es el precio, considerando que en octubre de 2023 incrementó 400 % en la bolsa frente al promedio del 2022: “El costo de la energía producto del cubrimiento a través de contratos largo plazo (85 %) fue igual al costo total de la energía adquirida en bolsa (15 %)”.
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La empresa celebra que logró reducir su exposición en bolsa con la activación de contratos bilaterales, una medida que ha sido cuestionada, pero que De la Hoz definió como “necesaria”. Sin embargo, este diario conoció que, tras las indagaciones de la Superservicios, XM, operador del mercado, determinó que el contrato que firmó Air-e para venderse energía se suscribió de manera irregular.
En este nuevo capítulo, el operador del mercado tendrá que liquidar nuevamente los valores de las tarifas desde marzo de 2024, teniendo en cuenta los precios de bolsa. A la larga, la situación podría implicar cambios en el valor de las tarifas para los usuarios ubicados en los municipios en los que Air-e presta el servicio. En la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios se estima que, de hecho, habría saldos a favor de los usuarios porque el contrato se liquidó a un precio mayor que el precio actual de bolsa.
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Toda la discusión llega en un contexto complejo, especialmente en el Caribe. No en vano, en enero de este año alcaldes y gobernadores de la región sostuvieron un cartel que decía “comemos o pagamos la luz”. El Gobierno ha prometido que las tarifas justas son una de sus prioridades, por eso están en camino varias medidas, incluyendo una para asumir la deuda de opción tarifaria para los estratos 1, 2 y 3 ($2,7 billones).
La denuncia sobre la competencia de Air-e queda en la cancha de la SIC, pero sin duda otros debates se seguirán dando, varios concentrados en la bolsa de energía. La Superservicios señaló a este diario que está adelantando procesos de revisión de las ofertas en bolsa de los agentes generadores y trabajando en articulación con la SIC y la Superintendencia de Sociedades para “evaluar temas de competencia y sociedades de estos agentes”.
En las entrañas del sistema eléctrico
Para llevar energía a los usuarios, los comercializadores pueden tomar dos caminos: establecer contratos a largo plazo con generadores o comprar en la bolsa. La CREG explicó a El Espectador que cada empresa es libre de definir su portafolio de compras de energía, pero que existen incentivos para cubrir la mayor parte de la demanda con contratos, porque estos ofrecen mayor estabilidad en precios y certeza de cobertura.
Para establecer los contratos los comercializadores realizan convocatorias públicas, que no siempre llegan a buen puerto, algunas resultan desiertas o no se logra adjudicar toda la energía requerida, por eso las empresas deben acudir a la bolsa para cubrir la demanda restante.
¿Cómo funciona la bolsa? Antes de las 8:00 de la mañana, los generadores presentan una oferta de precio para el día siguiente y dicen cuánto están dispuestos a generar cada hora. XM, el operador del sistema, organiza las ofertas de menor a mayor. Para entenderlo mejor, imagine que hay una fila de personas (las empresas generadoras) con ofertas, a los que logren montarse a un bus se les compra, a los que se queden por fuera, no. Para determinar quiénes lo logran, se organizan por orden de precio: el que tiene la propuesta más competitiva (el que ofrece el precio más bajo) tiene el primer lugar y el que cobraría más caro queda de últimas.
Las personas pueden entrar hasta que se llena el cupo, que en el ejemplo es el equivalente a la demanda que proyecta XM, es decir, lo que se va a necesitar al día siguiente para atender a los usuarios. El precio que se les pagará a todos los que lograron subirse lo determina la oferta de la última persona, es decir, el precio más alto entre los que “clasificaron”. Al ver el detalle, hay otras reglas, por ejemplo, quienes tienen una capacidad de generación inferior a 20 megavatios no ofrecen precio, pero se ubican al principio de la fila.
El tema es que no siempre todos se quieren subir al bus. Pablo Hernán Corredor, gerente de PHC Servicios Integrados y exgerente general de XM, explica que los precios en bolsa son flexibles por la incertidumbre y la percepción de riesgo de los generadores. Ante la llegada de un fenómeno de El Niño, las hidroeléctricas (que en épocas normales generan el 70 % de la energía en el país) buscan guardar el agua para poder cumplir con sus contratos.
En ese caso de menor oferta las hidroeléctricas tienden a ofertar a precios mayores para no salir despachadas. Y en este punto las térmicas entran con mayor fuerza porque los precios a los que pueden ofertar les permiten “subirse al bus” y porque no dependen del clima y pueden generar energía sin problema. Gracias a estas plantas, de hecho, no hubo apagón durante el fenómeno de El Niño.
Exponerse a la bolsa de energía es una lotería, en algunas ocasiones los precios pueden ser menores que los de los contratos, pero en otras, como en sequías, pueden ser mucho mayores. Por regulación, si el precio supera un tope determinado (precio de escasez de activación), los generadores están obligados a entregar la energía que tienen comprometida en el cargo por confidencialidad y se les paga un monto máximo determinado (precio de escasez ponderado). Básicamente, ese cargo funciona como un seguro, los usuarios pagan una especie de prima para tener esta opción en casos extremos.
En medio del debate sobre cómo bajar las tarifas, en particular frente al tema de la bolsa de energía, hay opiniones encontradas. Recientemente, la CREG publicó el proyecto de resolución 701 049 de 2024 para comentarios, una medida que busca establecer reglas para el techo de bolsa. La propuesta no ha caído bien en todo el sector y seguramente vendrá una discusión sobre su pertinencia.
Para Castañeda la respuesta no está en la bolsa de energía porque, asegura, el impacto para los usuarios podría ser mínimo y, en cambio, hay grandes riesgos. De hecho, sostiene que las medidas que en la práctica funcionan como una intervención pueden afectar, especialmente, a los generadores de energía renovable por la naturaleza de esos proyectos. De ahí que el camino que ha propuesto el gremio es el de aumentar los contratos.
Como dice Daniel Enrique Medina, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), cualquier cambio en la regulación requiere un “profundo análisis técnico y económico” bajo los principios de sostenibilidad económica de las empresas, pero también de la adecuada prestación de los servicios.
El presidente de Aciem ha hecho un llamado que en los últimos meses ha venido de todos los frentes: para poder hacer los análisis especializados de mercado y toma las decisiones que se necesitan, es fundamental que el presidente Gustavo Petro nombre en propiedad a todos los expertos comisionados de la CREG. Vale recordar que el 19 de junio se venció la fecha que tenía el Gobierno para cumplir la sentencia que le ordenaba definir los nombramientos.
En este panorama turbulento, marcado por altas tarifas, acusaciones y dudas sobre el funcionamiento de la bolsa, el papel de la CREG será indispensable.
Conozca cómo funciona el mercado de energía en el país:
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