Subsidios y aumentos: ¿cuánto subieron el diésel y la gasolina a comienzos de año?
A partir de hoy, los precios del diésel y la gasolina tienen nuevos incrementos. ¿Qué factores están en juego y cómo impactarán a la economía del país?
A partir del 1° de enero de 2025, los precios del diésel (ACPM) y la gasolina en el país tendrán nuevos ajustes. Mientras el galón de diésel alcanzará los $10.725, con un incremento de $169, el de gasolina se elevará en $91, situándose en $16.085 en Bogotá.
Este incremento, aunque moderado, refleja una compleja interacción de factores económicos, fiscales y técnicos que moldean la estructura de precios de los combustibles.
El anuncio, realizado por los Ministerios de Minas y Energía, Transporte, y Hacienda, se enmarca en las habituales indexaciones de enero, y abarcan componentes como la sobretasa al diésel, las tarifas de transporte por poliductos y los biocombustibles.
A pesar de esto, el impacto económico para los consumidores y el costo fiscal para la Nación resalta los desafíos de mantener una política de subsidios que, con el tiempo, disminuirán este año para sanear las finanzas públicas.
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¿Por qué sube el precio del ACPM?
El incremento del precio del diésel responde a múltiples factores:
- Ajustes anuales reglamentados: cada enero, la sobretasa al ACPM y los costos asociados a su transporte y mezcla se reajustan. Estos cambios no son discrecionales del Gobierno, sino que están establecidos por normativas previas.
- Aumento de la mezcla de biodiésel: tras una reducción temporal a 8 % durante el último trimestre de 2024 por problemas de oferta, la mezcla de biodiésel regresa a 10 %. Este componente, que tiene un precio de $21.572 por galón, encarece la estructura final del ACPM.
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En este punto, para mitigar el impacto en los consumidores, el Gobierno Nacional decidió reducir el ingreso al productor del combustible fósil en $179 por galón, llevando este componente de $5.526 a $5.347.
Este subsidio adicional, calculado en $387.000 millones, busca evitar que el precio del ACPM suba más allá de los $10.725.
El costo fiscal de subsidiar los combustibles
Según el Ministerio de Hacienda, durante 2024, la política de subsidios al diésel costó al país aproximadamente $10,6 billones. Por cada galón vendido, el Gobierno absorbió $4.615 a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Estas medidas han permitido que Colombia mantenga uno de los precios más bajos de ACPM en la región, aseguró la cartera de Hacienda, siendo 35,8 % inferior al promedio de los países vecinos.
El desafío, sin embargo, radica en equilibrar las finanzas públicas con los compromisos adquiridos con sectores clave como el transporte de carga y pasajeros.
Este sector, esencial para la logística nacional, depende en gran medida de precios estables en el ACPM para evitar impactos en los costos de transporte y, en consecuencia, en los productos de consumo.
Con los precios del diésel y la gasolina ajustados, la atención se centra en la sostenibilidad del modelo de subsidios en el mediano plazo. El costo acumulado del FEPC plantea interrogantes sobre cómo financiar estas políticas sin comprometer otras prioridades fiscales. Por ejemplo, en cuanto al precio del diésel, todavía queda pendiente un ajuste de $5.200 —estancado por los acuerdos con los camioneros tras la marcha de septiembre del año pasado—, para el que queda un largo camino por recorrer.
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El pasado 28 de noviembre, el Gobierno anunció el pago completo del saldo de $20,5 billones del déficit acumulado del FEPC de 2023. Este abono permitió a Ecopetrol completar un total de $57,3 billones recibidos entre 2023 y 2024, cubriendo deudas que se arrastraban desde 2022.
Cabe aclarar que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles es un mecanismo estatal diseñado para amortiguar el impacto de las fluctuaciones internacionales en los precios del petróleo y sus derivados. En lugar de trasladar el costo total al consumidor, el Estado absorbe parte de este diferencial, generando una deuda que se paga posteriormente a las empresas productoras y comercializadoras, como Ecopetrol.
Por lo tanto, si bien el subsidio al ACPM representa un alivio para el sector transporte, también genera un elevado costo para las finanzas nacionales, especialmente en un contexto económico marcado por la necesidad de consolidar el presupuesto.
¿Cuál sería el escenario ideal? Ante esta pregunta, los analistas del Banco de Bogotá sugieren un panorama: “caída de la cotización del crudo en medio de una apreciación del peso colombiano”.
“Si estos dos promedian US$70 y $4.200 en lo que resta del año, el déficit del FEPC totalizaría $5,9 billones en todo 2024″, subrayan.
Para los consumidores, los incrementos en el precio de los combustibles pueden traducirse en aumentos en los costos de bienes y servicios que dependen del transporte, como alimentos y productos básicos. Sin embargo, los ajustes moderados y el incremento del subsidio al diésel buscan limitar este impacto.
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A partir del 1° de enero de 2025, los precios del diésel (ACPM) y la gasolina en el país tendrán nuevos ajustes. Mientras el galón de diésel alcanzará los $10.725, con un incremento de $169, el de gasolina se elevará en $91, situándose en $16.085 en Bogotá.
Este incremento, aunque moderado, refleja una compleja interacción de factores económicos, fiscales y técnicos que moldean la estructura de precios de los combustibles.
El anuncio, realizado por los Ministerios de Minas y Energía, Transporte, y Hacienda, se enmarca en las habituales indexaciones de enero, y abarcan componentes como la sobretasa al diésel, las tarifas de transporte por poliductos y los biocombustibles.
A pesar de esto, el impacto económico para los consumidores y el costo fiscal para la Nación resalta los desafíos de mantener una política de subsidios que, con el tiempo, disminuirán este año para sanear las finanzas públicas.
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¿Por qué sube el precio del ACPM?
El incremento del precio del diésel responde a múltiples factores:
- Ajustes anuales reglamentados: cada enero, la sobretasa al ACPM y los costos asociados a su transporte y mezcla se reajustan. Estos cambios no son discrecionales del Gobierno, sino que están establecidos por normativas previas.
- Aumento de la mezcla de biodiésel: tras una reducción temporal a 8 % durante el último trimestre de 2024 por problemas de oferta, la mezcla de biodiésel regresa a 10 %. Este componente, que tiene un precio de $21.572 por galón, encarece la estructura final del ACPM.
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En este punto, para mitigar el impacto en los consumidores, el Gobierno Nacional decidió reducir el ingreso al productor del combustible fósil en $179 por galón, llevando este componente de $5.526 a $5.347.
Este subsidio adicional, calculado en $387.000 millones, busca evitar que el precio del ACPM suba más allá de los $10.725.
El costo fiscal de subsidiar los combustibles
Según el Ministerio de Hacienda, durante 2024, la política de subsidios al diésel costó al país aproximadamente $10,6 billones. Por cada galón vendido, el Gobierno absorbió $4.615 a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Estas medidas han permitido que Colombia mantenga uno de los precios más bajos de ACPM en la región, aseguró la cartera de Hacienda, siendo 35,8 % inferior al promedio de los países vecinos.
El desafío, sin embargo, radica en equilibrar las finanzas públicas con los compromisos adquiridos con sectores clave como el transporte de carga y pasajeros.
Este sector, esencial para la logística nacional, depende en gran medida de precios estables en el ACPM para evitar impactos en los costos de transporte y, en consecuencia, en los productos de consumo.
Con los precios del diésel y la gasolina ajustados, la atención se centra en la sostenibilidad del modelo de subsidios en el mediano plazo. El costo acumulado del FEPC plantea interrogantes sobre cómo financiar estas políticas sin comprometer otras prioridades fiscales. Por ejemplo, en cuanto al precio del diésel, todavía queda pendiente un ajuste de $5.200 —estancado por los acuerdos con los camioneros tras la marcha de septiembre del año pasado—, para el que queda un largo camino por recorrer.
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El pasado 28 de noviembre, el Gobierno anunció el pago completo del saldo de $20,5 billones del déficit acumulado del FEPC de 2023. Este abono permitió a Ecopetrol completar un total de $57,3 billones recibidos entre 2023 y 2024, cubriendo deudas que se arrastraban desde 2022.
Cabe aclarar que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles es un mecanismo estatal diseñado para amortiguar el impacto de las fluctuaciones internacionales en los precios del petróleo y sus derivados. En lugar de trasladar el costo total al consumidor, el Estado absorbe parte de este diferencial, generando una deuda que se paga posteriormente a las empresas productoras y comercializadoras, como Ecopetrol.
Por lo tanto, si bien el subsidio al ACPM representa un alivio para el sector transporte, también genera un elevado costo para las finanzas nacionales, especialmente en un contexto económico marcado por la necesidad de consolidar el presupuesto.
¿Cuál sería el escenario ideal? Ante esta pregunta, los analistas del Banco de Bogotá sugieren un panorama: “caída de la cotización del crudo en medio de una apreciación del peso colombiano”.
“Si estos dos promedian US$70 y $4.200 en lo que resta del año, el déficit del FEPC totalizaría $5,9 billones en todo 2024″, subrayan.
Para los consumidores, los incrementos en el precio de los combustibles pueden traducirse en aumentos en los costos de bienes y servicios que dependen del transporte, como alimentos y productos básicos. Sin embargo, los ajustes moderados y el incremento del subsidio al diésel buscan limitar este impacto.
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