Las tasas de interés son como el “precio del dinero” en una economía: cuando están altas, tomar un préstamo en dinero es más costoso, lo que desalienta el gasto y la inversión; cuando las tasas son bajas, es más barato endeudarse y es aquí donde la inversión y el gasto salen favorecidos.
Así las cosas, hablar de tasas de interés es referirse a crecimiento económico, inflación y empleo.
En Colombia, el Banco de la República (Banrep) es el encargado de definir el rumbo de las tasas de interés. El Banrep también es conocido como el “banco de bancos”, pues las entidades financieras en el país tienen reservas allí. Además, el banco central suele brindar liquidez a estas entidades cuando lo necesitan.
Ocho veces al año, el Banrep toma decisiones sobre la tasa de interés mínima que cobra a las entidades financieras por la liquidez que les suministra. Por tanto, si sube esta tasa de interés mínima (más conocida como tasa de intervención), los bancos resienten estos incrementos y ajustan las tasas de interés de sus créditos (para personas como para empresas).
Las empresas necesitan de financiación de los bancos, por lo que si toman créditos más caros de los bancos, estas subidas se trasladan a sus bienes y servicios.
Como podrá darse cuenta, las decisiones del Banrep tienen un efecto en toda la economía. De ahí que las tasas de interés son usadas como una herramienta de “doble filo”: estabilizar los precios al consumidor (y, en el entremedio, mantener a raya la inflación) y enfriar la economía.
El Banco de la República se reunirá a finales de este mes para definir si reduce las tasas de intervención, como lo solicitaron los portavoces del sector público y el privado este lunes (ya iremos a ese tema), o si continúa endureciendo su política monetaria.
Cabe resaltar que el emisor es un órgano autónomo y sus decisiones son tomadas a partir de los votos de los miembros de su Junta Directiva. Uno de los asientos es ocupado por el ministro de Hacienda, otro por el gerente general del Banrep, Leonardo Villar, y otros cinco expertos en economía completan los escaños de la Junta Directiva.
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¿Por qué se habla de bajar tasas?
Volviendo a lo anterior, las subidas de tasas de interés tienen la intención teórica de hacer un poco más escaso el dinero y de encarecer los créditos. Y estos dos elementos tienen, a su vez, la posibilidad de influir en las decisiones de consumo de las personas: si el crédito se encarece mejor no endeudarse para comprar esa moto, carro o casa; mientras que las empresas pueden optar por producir menos, invertir menos o comprar menos maquinaria, por ejemplo.
El punto acá es que los incrementos en las tasas pueden terminar por desacelerar demasiado una economía: sí, se trata de quitarle oxígeno a la demanda, pero no tanto como para impactar duramente al consumo y, con ello, a todo el andamiaje. Este enfriamiento ya llegó a la economía colombiana y, para diferentes sectores, llegó a su límite.
A la fecha, la tasa de intervención del Banco de la República está en 13,25 % y, para entender qué tan alta es esta cifra, el siguiente gráfico explica la escalada que las tasas de interés han registrado en los últimos años.
Desde el Gobierno, pasando por los empresarios, hasta el sector financiero, el mensaje ha sido claro: las tasas de interés en Colombia están muy altas y necesitan bajarse.
Con una inflación a un dígito y en curva descendente, el sector público y el privado coincide en que el Banrep debería crear las condiciones necesarias para la reactivación económica, teniendo en cuenta la caída en el Producto Interno Bruto (PIB) de la mayoría de las actividades económicas y la caída en la inversión durante el segundo trimestre de 2023.
El lunes pasado, la ANDI, Asobancaria y el Ministerio de Hacienda le pidieron al Banco de la República que no haga más incrementos a las tasas de interés e, incluso, empiece a bajarlas.
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Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, argumentó que a la fecha hay varias condiciones que permiten pensar en una reducción de las tasas de interés:
1. La inflación en Colombia y en términos internacionales ha bajado. Eso nos baja los costos de producción, de comprar maquinaria y baja los productos terminados que se comercializan.
2. La caída en la actividad económica (expresada en los malos resultados del PIB del segundo trimestre de 2023). Esto tiene muchas razones, pero de acuerdo con el presidente de la ANDI, “se debe en buena porción al mayor costo financiero, que ha apretado a los hogares y compañías”, indicó Mac Master.
3. La inversión se ha reducido. “El dato del DANE habla de una caída en la formación bruta de capital del 24 % en el segundo trimestre del año. Tiene que ver con lo complejo que es comprar maquinaria y con la viabilidad de los proyectos”, dijo Mac Master.
Así mismo, el líder gremial recordó que la disminución de tasas ya se ha implementado en otros países. “Queremos enviar este mensaje al Banrep para que lo tome en consideración”, señaló Mac Master.
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