Un año de dinamismo para el agro: el presente y futuro del crecimiento económico
El renglón agropecuario es el que más contribuyó al Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre del año. Estas son las razones que explican el buen momento del sector y si este desempeño es o no sostenible en el tiempo.
Las cifras de agro no han hecho más que mejorar durante 2024, a pesar de ser un periodo que, climáticamente, nos llevó a extremos de sequías (con estragos que aún se sienten en la Amazonía) y ahora a un periodo de intensas lluvias que han ocasionado desastres en varios departamentos.
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Las cifras de agro no han hecho más que mejorar durante 2024, a pesar de ser un periodo que, climáticamente, nos llevó a extremos de sequías (con estragos que aún se sienten en la Amazonía) y ahora a un periodo de intensas lluvias que han ocasionado desastres en varios departamentos.
Aunque también ha sido un tiempo de condiciones favorables para la exportación y, en algunos casos, buenos precios internacionales para los productos. Vamos por partes.
El renglón de agricultura y actividades relacionadas registró el segundo mejor crecimiento en el tercer trimestre de este año, por debajo de las actividades artísticas (en donde se cuentan también las apuestas), pero fue el que más aportó a la expansión del PIB en este periodo: con 1,1 % de 2,1 % total que creció el país.
Hablando del agro, Piedad Urdinola, directora del DANE, aseguró que “ha estado bastante dinámico en los últimos meses, ya más de un año. El crecimiento anual es del 10,7 % y hay varias actividades que están generando ese dinamismo. Crecen productos como el plátano, arroz, otras frutas, aguacate Hass, y el café que ha tenido una expansión importante”. También sobresalen el “huevo, leche, ganado bovino y mayor demanda de pescado”, explicó la funcionaria.
Para la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, la clave ha sido la diversificación en cultivos “una combinación de cultivos permanentes y transitorios”.
El agro es un término simple para encapsular una serie de realidades, procesos y condiciones. Si bien lo que sucede con cada producto y subsector es distinto, hay factores comunes que ayudan a entender el buen momento del renglón.
Un entorno favorable
Una constante en las actividades agropecuarias que ha sido beneficiosa es la caída y normalización de los costos de los insumos para 2024, después de dos años de aumentos e inestabilidad del mercado internacional, fenómeno anclado a la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022.
Gracias a ello, “se han reducido los costos de los cultivos, porque lo que sucede con los insumos depende únicamente del mercado internacional”, dice Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Esto se ha dado tanto para los fertilizantes de los cultivos, como para el maíz y la soya, que son los principales costos de los pecuarios; estos últimos son los que registran cifras negativas en lo que va del año (ver gráfico).
Otro aspecto positivo que destaca Carlos Duarte, miembro del Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana de Cali, es que el país “está cosechando inversiones anteriores en infraestructura agrícola y la adopción de tecnologías que han mejorado la productividad y eficiencia en determinados sectores”.
Lo anterior se suma a la inversión del Gobierno en el sector agropecuario. En ello coincide Carlos Montoya, docente de Economía de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), ya que resalta el presupuesto histórico que tuvo la cartera para este 2024, con $9,2 billones (aunque una parte importante de estos recursos estaban pensados para compra de tierras en el marco de la reforma agraria, hay que resaltar).
“Cerca de 60 % de los recursos están vinculados al programa de ordenamiento social y uso productivo, liderado por la Agencia Nacional de Tierras. Esto mueve el mercado de tierras y facilita la entrada de nuevos productores a la actividad agraria. Además, ha habido recursos importantes para los servicios financieros y gestión del riesgo para la variabilidad climática”, agrega Montoya.
En general, el clima es una variable determinante para el agro, pero en este año ha sido particularmente crítica. En 2024, sin embargo, el grueso de los productos logró escapar de los efectos del fenómeno de El Niño, en palabras de Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo. Las consecuencias no fueron tan graves como se esperaba y, afortunadamente, muchos de los alimentos se producen en múltiples zonas geográficas de Colombia, de acuerdo con Bedoya. Esto ayuda, de cierta forma, a diseminar el impacto de las afectaciones climáticas en la disponibilidad de la comida.
Las oportunidades aprovechadas
El impacto del clima es muy relativo: mientras que a algún producto lo perjudica la sequía, a otro lo beneficia, como es el caso del café. Por ello vale la pena revisar en detalle lo que ha ocurrido con algunos alimentos.
Café
El café se lleva el primer puesto respecto al crecimiento dentro del agro, pues en el tercer trimestre creció 33,6 %, frente a lo registrado para el mismo periodo de 2023. Este es resultado de un cúmulo de variables favorables.
“Ha habido lluvias, pero el verano que pasó nos ayudó a la floración y a hacer que el grano cuajara para que tuviéramos una buena cosecha y esperamos que siga así el próximo año. Esperemos que no llueva demasiado porque eso tumba el café y no tenemos mano de obra suficiente para recogerlo”, asegura la caficultora y avicultora Adriana Díaz, de Icononzo (Tolima).
Entre noviembre de 2023 y octubre de 2024 se han producido 12,94 millones de sacos de 60 kilos, lo que representa un aumento de 19 %, respecto al mismo periodo anterior. Los envíos al exterior subieron el 23 % en los últimos 12 meses, según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).
En general, la perspectiva es positiva porque todas las cifras van en aumento para el mayor producto de exportación del agro. El gerente de la FNC, Germán Bahamón, estima que llegarán al cierre del año con una producción que ronde los 13 millones de sacos y con 90.000 hectáreas renovadas.
Y como si esto fuera poco, el precio internacional del grano ha superado sus marcas históricas al estar cerca de los US$3 por libra en la bolsa de Nueva York. Esto se suma a la alta tasa de cambio, lo que termina por contribuir a que una carga de 125 kilos quede en $2.595.000, con un factor de rendimiento de 94 puntos (cantidad de café necesaria para sacar 70 kg de grano excelso, al descontar la pasilla).
Cultivos transitorios, permanentes y exportaciones
El grupo que aporta más de la mitad al PIB agropecuario es el de cultivos transitorios, permanentes y exportaciones, pues suma 6,4 % del 10,7 % registrado para el tercer trimestre. El comercio exterior del agro ha repuntado en un 10,7 % entre enero y octubre, lo que representa ventas por US$8.342,4 millones FOB (ver gráfico).
El sector hortofrutícola ha tenido buen desempeño en los últimos años. Para 2024, las frutas y hortalizas crecen en 28,72 %. El volumen de plátano exportado aumenta 42 %; el aguacate Hass, 16 %; lima ácida Tahití, en un 75 %; mango de azúcar, 16 % y otros productos como jugos, en 221 %; reporta Álvaro Palacio, gerente de la Asociación Hortofrutícola de Colombia (Asohofrucol).
Además del trabajo del gremio por certificarse para la exportación, se han visto favorecidos por la demanda de los mercados internacionales de dichos productos y “tenemos un espacio muy grande para seguir creciendo, sobre todo en mango y lima, que es de muy buena calidad”, puntualiza Palacio.
Por su parte, Bedoya rescata el desempeño del arroz, que tuvo un aumento de hectáreas sembradas, en la cosecha del segundo semestre y que incrementó su rendimiento, razones por las que se destacó en el sector.
Carnes, leche, huevos y peces
El PIB de la ganadería también fue positivo, pues registró una subida de 5,9 % en el tercer trimestre, gracias a los buenos datos de sacrificio que estuvieron relacionado con varios factores.
“El precio de la carne ha subido muy poco y la inflación ha estado bajo control, eso quiere decir que hay más capacidad adquisitiva de las personas para comprar carne. También han bajado las tasas de interés”, asegura Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán (Federación Colombiana de Ganaderos).
Otro aspecto relevante fue el buen desempeño de las exportaciones con buenos precios internacionales. Los principales destinos son Rusia, China y Chile. Que el segundo lugar lo ocupe el país asiático es una buena noticia para los ganaderos porque recién comenzaron a exportar en mayo, hace seis meses, de acuerdo con Cubillos.
Por el lado de la leche, aunque le fue bien, el sector enfrenta una crisis por la baja demanda del producto, principalmente. Las ventas a otros países han sido buenas (este será el mejor año desde 2009 en este aspecto) y han ayudado a reducir la presión en el mercado nacional, pero no ha sido suficiente.
Frente al sector avícola, “ha habido una muy buena demanda de huevo, siempre hay consumo. Y esperamos cumplir los requisitos para poder exportar a Cuba, donde ya hay mercado abierto”, subraya la productora Díaz.
Finalmente, la pesca y acuicultura crecen 18,2 % para el trimestre tercero debido al aumento de la piscicultura en departamentos como Casanare, Meta, Córdoba, Cundinamarca, Boyacá y el Eje Cafetero, especialmente en trucha, según Bedoya.
Un futuro prometedor, con matices
Ya que están claros los elementos principales que han impulsado al agro, vale la pena preguntarse si este buen momento es sostenible en el tiempo o si es flor de un tiempo nada más.
De entrada, el panorama para el cuarto trimestre es bueno porque va a asociado a un mayor consumo debido a las fiestas de fin de año especialmente en cuanto a proteínas animales, recuerda el presidente de la SAC. “Las fiestas de fin de año son una apuesta chévere en temas de crecimiento”, afirma.
En el largo plazo, sin embargo, hay algunas preocupaciones. Siempre va a existir la incertidumbre por lo que ocurra en los mercados internacionales con los precios de los insumos y de los productos de exportación (como el café). Y el clima es un factor de riesgo importante que no se puede predecir, pero sí mitigar.
Como la inversión del Gobierno ha sido un factor favorable, preocupa lo que vaya a suceder con el presupuesto del próximo año, cuya financiación está pendiente. En este panorama también hay presiones fiscales que podrían llevar a más recortes presupuestales. Esto podría terminar reduciendo la financiación de “los programas asociados a la reforma agraria y los incentivos a algunas producciones”, lo que menguaría dicho “compromiso con el sector agropecuario”, en palabras del profesor Montoya.
Otro aspecto que se debe considerar es el consumo. Bedoya advierte que sería muy negativo para el sector que la oferta crezca sin parar y la demanda se estanque, como ha pasado con la leche. Si bien los números del agro son positivos, al líder gremial le inquietan los resultados de la industria manufacturera (que cae un -1,3 % en el trimestre) y del comercio (crece 1 %) que hacen parte de quienes compran la comida.
Al final, los productores dependen de los consumidores. Y esas fluctuaciones dentro del país hacen que desde Asohofrucol recomienden a los agricultores que exporten las cosechas.
Ahora bien, las proyecciones para el próximo año están unidas a las características de cada subsector. Así están las apuestas:
- Café: para 2025 se esperan buenas cifras gracias a que “las floraciones que hoy estamos teniendo suponen buenos resultados en materia de producción”, dice el gerente de la FNC. Además, puede que se tarde en normalizar el precio del café en la bolsa de Nueva York, que ha subido por las afectaciones en la producción de Brasil y Vietnam.
- Frutas y hortalizas: al ser la Unión Europea el destino de 66 % de las frutas exportadas, el sector está tranquilo porque ha garantizado un modelo de producción sostenible, de cara al Pacto Verde que empezará a regir en 2025. Además, están abriendo mercados en Asia con lima, papaya y piña. “Las perspectivas de crecimiento del subsector es muy atractiva. Eso no es cíclico porque lo hemos hecho de manera sostenible”, expone el gerente de Asohofrucol. Y añade que hay oportunidades en mangostino, arándano y gulupa.
- Ganadería: aunque hay ciclos económicos, esperan entrar en una fase ascendente con buenos precios internacionales, aunque no muy elevados. ”Hay posibilidades de que en el mundo haya menos oferta de carne, lo que nos puede ayudar a hacer más exportaciones mientas haya rentabilidad en las operaciones. Esperamos que 2025 sea un año estable”, analiza el jefe de Estudios Económicos de Fedegán.
Entre los expertos consultados hay opiniones divididas respecto a si el buen momento del agro responde a un ciclo o si es posible sostenerlo en el tiempo. Pero Duarte plantea que, como el crecimiento ha estado impulsado por una combinación de diversificación, precios favorables, inversiones y políticas de apoyo, parecen ser más factores acumulativos que cíclicos.
Por eso concluye que “es muy pronto para decirlo”. Para ello habrá que contar con el favor de los mercados internacionales, del clima y de las inversiones para mejorar la productividad y competitividad de los distintos productos que componen el sector agropecuario.
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