Un Presupuesto General de la Nación para tiempos difíciles
La iniciativa entrará a debate en el Congreso en medio de fuertes presiones fiscales, especialmente por la baja en recaudo tributario. Baja la inversión y sube el servicio de la deuda.
El Gobierno presentó este lunes el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2025, cuyo monto debe ser aprobado por el Congreso, a más tardar, el 15 de septiembre.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
El Gobierno presentó este lunes el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2025, cuyo monto debe ser aprobado por el Congreso, a más tardar, el 15 de septiembre.
El documento suele ser noticia cada año, pero en esta ocasión en particular gana un poco más de relevancia debido a las presiones fiscales por las que atraviesa el país, que ya llevaron a recortarle $20 billones a los gastos de 2024 (y que podrían presionar un recorte extra más, según algunos análisis).
El Gobierno buscará cuadrar sus cuentas del próximo año en dos actos, si se quiere. De fondo, la administración nacional buscará que el Congreso le apruebe un Presupuesto por $511 billones. Y, por otra parte, le presentará al Legislativo una ley de financiamiento, que es una suerte de reforma tributaria, pero más acotada a financiar el Presupuesto. Por esta vía buscará recursos por $12 billones. El gran total, entonces, sería de $523 billones.
Esto significa que “$511 billones vienen financiados y $12 billones vienen contingentes, sujetos a una ley de financiamiento, que presentaremos en las próximas semanas al Congreso de la República”, según dijo Jairo Bautista, director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, durante la presentación del documento.
El monto del proyecto del Presupuesto (sin la ley de financiamiento) implica un crecimiento de 1,5 % frente al monto presentado para 2024, de $503,2 billones.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, los recursos del proyecto persiguen fines macro, como financiar la reactivación económica, impulsar la transición energética y seguir alimentando los programas sociales; según la cartera, la mitad del gasto sin deuda está destinada para estos proyectos.
Bautista afirma que “es un presupuesto que le apuesta a la reactivación económica y a buscar un consenso nacional en esa reactivación, apuntando a objetivos de gasto fundamentales en sectores claves de la economía, como salud, educación e infraestructura”. Y agregó: “Por primera vez tenemos un Presupuesto programado por resultados y que, más allá de los indicadores de funcionamiento, inversión y deuda (…), cada línea de gasto esté vinculada a un objetivo, que sea públicamente medible y al que se le pueda hacer seguimiento”.
En el Ministerio fueron enfáticos en afirmar que el Presupuesto es consistente con las metas del Marco Fiscal de Mediano Plazo, así como le permite al Gobierno mantenerse dentro de los límites establecidos por la Regla Fiscal.
¿Cómo quedó el Presupuesto para 2025?
Ya en el detalle del Presupuesto hay algunos aspectos que llaman la atención. El primero es la baja en los recursos destinados a inversión, que pasarían de rozar los $100 billones en 2024 a $82,4 billones para el próximo año, una baja de 17,4 %, según las cifras del Ministerio. Esto implica que este renglón pasaría a representar 4,6 % del PIB (de 6 % que se contempló en el proyecto vigente para este año).
Y, al mismo tiempo, crece el servicio a la deuda, que vuelve a ser el rubro campeón en la asignación presupuestal (más allá de gastos de funcionamiento, claramente): un incremento de casi 20 % interanual, que la lleva a $112,6 billones (de $94,5 billones). El funcionamiento se expande 6,2 % (llegando así a $327,9 billones).
El crecimiento en la deuda era anticipable y, de hecho, ya había sido proyectado por el Ministerio en las cuentas del Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Sobre esto, Diego Guevara, viceministro de Hacienda, aseguró que “es muy importante insistir en que estamos haciendo un gran esfuerzo con los compromisos de deuda que tiene el país. Es un Presupuesto que destina una mayor parte a la deuda que a la inversión. Y eso muestra el compromiso con la responsabilidad macroeconómica, a la vez que un gran sacrificio para el Gobierno”. Pero la baja en inversión se lee como una consecuencia de la crisis fiscal por la que atraviesa el país, que ha estado alimentada, principalmente, por una dura caída en el recaudo tributario.
De acuerdo con cálculos recientes del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), en el primer semestre de este año, el país ha dejado de recaudar unos $12 billones de la meta de $136 billones que se había trazado inicialmente. El Comité ya había advertido a principios de este mes que las proyecciones de recaudo no le cuadraban mucho y que las metas de recursos por gestión y por impuesto de renta pueden no cumplirse.
Vale recordar que, para este año, el Gobierno estará justo en el límite de déficit que permite la regla fiscal (5,6 %) y, aunque para 2025 se espera una corrección en el indicador, seguirá justo en el tope permitido.
Para poner este dato en contexto, la última vez que esta cifra estuvo tan alta corrían los años más duros de la pandemia: 2020, con -7,8 % y 2021, con -7 %.
El proyecto del Presupuesto sigue en la línea de proyecciones bajas de recaudo tributario para 2025, con un descenso de 3,6 % frente a las metas estipuladas para este año, que llevarían este renglón a los $304,5 billones (frente a los $315,8 billones estipulados para 2024).
Por sectores, los que más cuentan con recursos de inversión asignados son Transporte, Igualdad y Equidad y Educación (a pesar de que en los tres renglones este rubro tuvo disminuciones frente a las cifras de 2024).
Vale aclarar que casi todos los sectores registraron bajas en inversión en el proyecto de Presupuesto (solo en siete hubo crecimientos). La baja más drástica se registra en Recreación y Deporte (-69,3 %), seguida de Agricultura (-49,9 %) e Inclusión Social y Reconciliación (-42,4 %).
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.