Una reducción decepcionante: ¿qué sigue para las tasas de interés en Colombia?
Aunque el indicador bajó 50 puntos básicos, el mercado esperaba ampliamente un recorte de 75 puntos básicos. ¿Cuáles fueron los factores detrás de esta decisión y qué implican?
El Banco de la República efectuó este lunes una nueva reducción en sus tasas de interés, la séptima consecutiva desde que empezó a restarle oxígeno al indicador, en diciembre del año pasado. Hasta ahí casi que no hay noticia, o al menos nada sorprendente, pues el movimiento se daba casi que por descontado.
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El Banco de la República efectuó este lunes una nueva reducción en sus tasas de interés, la séptima consecutiva desde que empezó a restarle oxígeno al indicador, en diciembre del año pasado. Hasta ahí casi que no hay noticia, o al menos nada sorprendente, pues el movimiento se daba casi que por descontado.
Lo que sí resultó una sorpresa para buena parte del mercado y de los analistas fue que la junta decidió, por una mayoría mínima, mantener el ritmo de las reducciones en 50 puntos básicos, cuando el movimiento ampliamente esperado iba por el lado de los 75 puntos básicos.
Con esta decisión, las tasas de interés del banco central llegaron a 10,25 %, cuando el mercado apostaba la mano entera por alcanzar 10 %.
Durante la rueda de prensa que sigue a la reunión de la junta directiva, Ricardo Bonilla, Ministro de Hacienda, lamentó que no se diera una reducción de 75 puntos básicos, y dijo que “era el momento para hacerlo”. Y al decir esto lo hizo con un tono más seco de lo usual.
La decisión fue tomada por una mayoría de cuatro miembros, frente a tres que votaron por llevar la baja a 10 %. Y esto muestra la suerte de quiebre fundamental que fue la reunión de este lunes, pues en estas determinaciones la cosa suele ser cinco y dos, o seis y uno, en el peor de los casos. Aunque los votos son anónimos, se da por descontado que la voz que siempre pide más celeridad es la del propio Bonilla, quien representa a un Gobierno que ha pedido velocidad y mano dura en la reducción de las tasas (incluso culpando al Banco de algunos males económicos que no tienen mucho que ver con la entidad).
Vale recordar, que desde marzo, la junta directiva de la entidad se decantó por reducciones de 50 puntos básicos, pero en cada reunión hubo al menos un voto entre sus miembros por llevar la bajada a 75 puntos básicos, como sucedió este lunes.
Como ya se dijo, el descenso en las tasas no estuvo en línea con lo que esperaban la mayoría de consultados en la Encuesta Mensual de Expectativas del propio Banco, así como con las proyecciones de la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo.
¿Qué pasó con las tasas?
“La incertidumbre sobre la inflación a futuro, los riesgos del tipo de cambio, y una actividad algo más dinámica de la anticipada inicialmente por el Banco, evitaron que el balance en favor de una reducción más acelerada de las tasas se materializara, y la votación se mantuvo dividida en favor de continuar con las rebajas graduales de 50 pb (puntos básicos) realizadas hasta la fecha”, indicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.
Si bien la inflación acumula más de un año con retrocesos constantes en sus variaciones anuales y actualmente se ubica en 6,12 % (datos del DANE para agosto), el camino de bajada del indicador no termina de convencer del todo al banco central como para “soltar algo más las riendas”.
De acuerdo con Leonardo Villar, gerente del Banco, la política actual de la entidad (que fue calificada como contraccionista) obedece a que la inflación sigue en niveles altos, “a pesar de la fuerte reducción que ha habido desde abril del año pasado”. Y agregó, hablando del IPC, que “sigue siendo, si exceptuamos a Argentina y a Venezuela, la más alta entre países medianos y grandes en la región. A nivel mundial es la mas alta, en conjunto con países como Rusia y Turquía. En ese sentido, se ha visto necesario mantener una política contractiva que conduzca a la reducción de la inflación, y esta ha sido eficaz”.
Además del comportamiento general de la inflación, según Bonilla, hubo un punto ciego en el análisis del Banco, que forzó una decisión más cautelosa de lo esperada: el paro de transporte.
“La duda de la mayoría de los miembros de la junta directiva está con los resultados de la inflación en septiembre, cuando debería continuar la senda bajista del IPC, pero algunos tienen el temor por el impacto de los días del paro y del ajuste del diésel”, aseguró el ministro.
Aquí es importante recordar que, durante unos cuatro días, los transportadores del país paralizaron buena parte de las vías nacionales, con especial intensidad en las entradas a Bogotá y en los Santanderes. Esto generó problemas en el abastecimiento de alimentos y de combustibles, entre otros productos esenciales para las vidas de millones de colombianos.
En medio de esto, el alza proyectada de $2.000 en el diésel terminó diluyéndose con dos incrementos pactados de $800 (divididos en subidas de $400), acuerdo que llevó al fin del paro (además de revisar temas de fondo en el sector transporte).
Además de las visiones sobre la inflación, “la mayor restricción que parece que enfrentó la Junta en su discusión del día de hoy fue la percepción de un incremento en la percepción de riesgos sobre Colombia y la región”, asegura Jackeline Piraján, economista principal de Scotiabank Colpatria.
Y agregó: “Resaltaron que, si bien la Reserva Federal bajó más rápidamente sus tasas de interés, en Colombia la prima de riesgo no se dio como se estaba esperando y, por el contrario, puede que la situación de menores precios del petróleo, y también las discusiones alrededor de los riesgos fiscales, hayan impedido que Colombia se beneficiara de mejor manera del entorno internacional. En ese contexto, parece que la macro está apuntando a que hay necesidad de seguir bajando sus tasas de interés, pero los riesgos domésticos y regionales están previniendo que las reducciones sean más fuertes de lo que han venido siendo”.
Con todo, la mayoría de proyecciones del mercado aún sitúa la meta de tasas para final de año por debajo de 9 %, objetivo que sólo se lograría si el Banco hunde el pie en el acelerador de la bajada y resta 75 puntos básicos en las dos reuniones que aún le restan en este año.
Además de anunciar su decisión sobre tasas de interés, la junta directiva también informó este lunes que Villar fue reelegido como gerente del Banco para un nuevo periodo de 4 años, que arranca en enero de 2025.
Así las cosas, Villar continuará al frente de la entidad hasta 2029.
En 2025 se esperan al menos dos cambios en la junta directiva del banco central, que está compuesta por siete miembros, incluyendo al Ministro de Hacienda de turno y al propio gerente.
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