Ventas de vivienda bajan en Colombia, en línea con desaceleración de la economía

De acuerdo con Camacol, gremio de los constructores, las ventas de vivienda nueva continuaron descendiendo en el país para abril de este año, registrando una baja de 62 % frente a los resultados del mismo periodo de 2022.

Para el sector de vivienda de interés social (VIS), la baja en la comercialización durante abril llegó a 66 %, en comparación con el mismo mes de 2022.

Lea también: El PIB creció 3 % en el primer trimestre de 2023: ¿celebramos?

En total, las ventas de vivienda nueva (tanto VIS, como no VIS) han bajado 55 % en lo que va del año, según las cifras que maneja Camacol.

Estos resultados van en línea con la desaceleración general de la economía, que quedó evidenciada en el crecimiento de 3 % para el PIB del primer trimestre, que fue reportado por el DANE este lunes.

En los datos del PIB, la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales mostró resultados positivos (2,9 %), pero menores a los registrados en el primer trimestre de 2022 (11,2 %). Aunque, en general, todo el sector se contrajo debido a las cifras negativas que se dieron en las obras civiles.

Sin alarmismo, la contracción en las ventas de vivienda también hay que verlas bajo la óptica del contexto macroeconómico, en el que la alta inflación ha obligado a una subida histórica en las tasas de interés del Banco de la República, que desde 2021 viene hundiendo el pie en el acelerador para intentar contener el avance del IPC, que en su medición más reciente llegó a 12,82 %.

En general, las tasas de interés afectan a toda la economía, ya que su objetivo es ralentizar el consumo y, así, detener la subida en los precios. Pero un sector particularmente sensible a estas alzas, de cara a los compradores, son los créditos de vivienda en todas sus modalidades: incluso movimientos pequeños en los números pueden tener consecuencias grandes debido a los montos y tiempos de este tipo de préstamos.

Si bien las cifras pueden ser anticipables, debido a la desaceleración económica general que ya se advirtió, para Guillermo Herrera, presidente de Camacol, “estos resultados deben verse como una señal de alerta para poner en marcha todas las acciones de política sectorial y de vivienda que permitan el volumen de actividad que suspendió sus procesos constructivos”.

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De acuerdo con Camacol, gremio de los constructores, las ventas de vivienda nueva continuaron descendiendo en el país para abril de este año, registrando una baja de 62 % frente a los resultados del mismo periodo de 2022.

Para el sector de vivienda de interés social (VIS), la baja en la comercialización durante abril llegó a 66 %, en comparación con el mismo mes de 2022.

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En total, las ventas de vivienda nueva (tanto VIS, como no VIS) han bajado 55 % en lo que va del año, según las cifras que maneja Camacol.

Estos resultados van en línea con la desaceleración general de la economía, que quedó evidenciada en el crecimiento de 3 % para el PIB del primer trimestre, que fue reportado por el DANE este lunes.

En los datos del PIB, la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales mostró resultados positivos (2,9 %), pero menores a los registrados en el primer trimestre de 2022 (11,2 %). Aunque, en general, todo el sector se contrajo debido a las cifras negativas que se dieron en las obras civiles.

Sin alarmismo, la contracción en las ventas de vivienda también hay que verlas bajo la óptica del contexto macroeconómico, en el que la alta inflación ha obligado a una subida histórica en las tasas de interés del Banco de la República, que desde 2021 viene hundiendo el pie en el acelerador para intentar contener el avance del IPC, que en su medición más reciente llegó a 12,82 %.

En general, las tasas de interés afectan a toda la economía, ya que su objetivo es ralentizar el consumo y, así, detener la subida en los precios. Pero un sector particularmente sensible a estas alzas, de cara a los compradores, son los créditos de vivienda en todas sus modalidades: incluso movimientos pequeños en los números pueden tener consecuencias grandes debido a los montos y tiempos de este tipo de préstamos.

Si bien las cifras pueden ser anticipables, debido a la desaceleración económica general que ya se advirtió, para Guillermo Herrera, presidente de Camacol, “estos resultados deben verse como una señal de alerta para poner en marcha todas las acciones de política sectorial y de vivienda que permitan el volumen de actividad que suspendió sus procesos constructivos”.

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