México detiene a cabeza de grupo petrolero

Jesús Murillo Karam, el fiscal general, dijo que Amado Yáñez, el director de Oceanografía, ha sido confinado a su casa bajo una orden de restricción de 40 días, luego de haberse entregado voluntariamente a las autoridades durante el fin de semana.

Sin embargo, no le ha sido imputado ningún crimen y no quedó inmediatamente claro qué cargos enfrentaría. “Ha sido detenido para determinar las condiciones del crimen. No tengo el cargo preciso”, dijo Murillo Karam durante una rueda de prensa.

Oceanografía es una importante contratista de Pemex, la compañía nacional de petróleo, y México ya la ha puesto bajo administración pública para salvaguardar los empleos de sus 11.000 trabajadores y asegurarse de que no se vean comprometidas las operaciones de Pemex.

Pero una de las preguntas más urgentes es si el supuesto fraude por US$400 millones, relacionado con la contabilidad en Banamex, es, como insisten los funcionarios de México, un episodio aislado. Se ha revelado que Banorte, otro banco de México, le prestó a Oceanografía US$40 millones. Sin embargo, hasta ahora no ha habido información sobre otros incidentes presuntamente fraudulentos, similares a la situación con Banamex.

Entre tanto, casi todos en México, y especialmente en Pemex, la compañía de petróleo estatal que le otorgó durante los últimos años una serie de contratos a Oceanografía —a pesar de las preguntas respecto a la compañía e incluso de una investigación parlamentaria—, están desesperados por presentar el escándalo como algo que se reduce a las compañías privadas, sin que hubiera participación del Estado en los hechos ilegales.

El escándalo se produce en el mismo momento en que todos los ojos están puestos en Pemex y al tiempo que los supervisores de energía de México inician el cuidadoso trabajo de desmantelar su monopolio de 76 años, a través de una histórica reforma energética para el país.

El director de Pemex, Emilio Lozoya, ha testificado en el Congreso con respecto al asunto Oceanografía, pero dijo que todos los detalles de la investigación se mantendrían confidenciales por ahora. Sin embargo anunció la creación de un nuevo departamento de abastecimiento para la compañía estatal, que tendrá que adoptar procedimientos más transparentes, al tiempo que se transforma para final del año en una “compañía estatal productiva” capaz de competir con los grandes del petróleo, en lugar de un monopolio estatal.

Jesús Murillo Karam, el fiscal general, dijo que Amado Yáñez, el director de Oceanografía, ha sido confinado a su casa bajo una orden de restricción de 40 días, luego de haberse entregado voluntariamente a las autoridades durante el fin de semana.

Sin embargo, no le ha sido imputado ningún crimen y no quedó inmediatamente claro qué cargos enfrentaría. “Ha sido detenido para determinar las condiciones del crimen. No tengo el cargo preciso”, dijo Murillo Karam durante una rueda de prensa.

Oceanografía es una importante contratista de Pemex, la compañía nacional de petróleo, y México ya la ha puesto bajo administración pública para salvaguardar los empleos de sus 11.000 trabajadores y asegurarse de que no se vean comprometidas las operaciones de Pemex.

Pero una de las preguntas más urgentes es si el supuesto fraude por US$400 millones, relacionado con la contabilidad en Banamex, es, como insisten los funcionarios de México, un episodio aislado. Se ha revelado que Banorte, otro banco de México, le prestó a Oceanografía US$40 millones. Sin embargo, hasta ahora no ha habido información sobre otros incidentes presuntamente fraudulentos, similares a la situación con Banamex.

Entre tanto, casi todos en México, y especialmente en Pemex, la compañía de petróleo estatal que le otorgó durante los últimos años una serie de contratos a Oceanografía —a pesar de las preguntas respecto a la compañía e incluso de una investigación parlamentaria—, están desesperados por presentar el escándalo como algo que se reduce a las compañías privadas, sin que hubiera participación del Estado en los hechos ilegales.

El escándalo se produce en el mismo momento en que todos los ojos están puestos en Pemex y al tiempo que los supervisores de energía de México inician el cuidadoso trabajo de desmantelar su monopolio de 76 años, a través de una histórica reforma energética para el país.

El director de Pemex, Emilio Lozoya, ha testificado en el Congreso con respecto al asunto Oceanografía, pero dijo que todos los detalles de la investigación se mantendrían confidenciales por ahora. Sin embargo anunció la creación de un nuevo departamento de abastecimiento para la compañía estatal, que tendrá que adoptar procedimientos más transparentes, al tiempo que se transforma para final del año en una “compañía estatal productiva” capaz de competir con los grandes del petróleo, en lugar de un monopolio estatal.