Millicom quiere comprar las acciones de Telefónica y Tigo
Esta movida empresarial se traduciría en la fusión de Telefónica (Movistar) y Tigo, así como el control de Millicom sobre Tigo Une.
Diego Ojeda
Una nueva novela empresarial estaría por comenzar en Colombia. Recientemente se conoció que Millicom (proveedor de servicios de telecomunicaciones fijas y móviles en América Latina, así como uno de los dueños de Tigo - con el 50 % de las acciones-), formalizó su intención de comprar las acciones que tiene Telefónica en Coltel (Telefónica Colombia -Movistar-).
Según lo informado por la compañía, con sede en Luxemburgo, tanto Telefónica como Millicom firmaron un memorando de entendimiento no vinculante (lo que se traduce en un acuerdo informal que establece las bases para una futura negociación), mediante el cual se fija esta posible compra accionaria. De cara a la industria, y a los consumidores de estos servicios, la noticia es que Tigo y Movistar podrían fusionarse en Colombia.
Este sería uno de los negocios más importantes en la historia reciente del país, pues implicaría una inversión cercana a los UD$ 400 millones.
Lea también: Se avecinan días claves para definir si WOM se mantiene o se va de Colombia
Pero el apetito de Millicom no termina aquí, pues esta empresa de telecomunicaciones también anunció su intención de comprar la participación que hoy tiene Empresas Públicas de Medellín (EPM) en Tigo Une (que es del 50 % más una acción, lo que le permite ocupar hoy el rol de accionista controlante) para así quedarse con la totalidad de este operador.
“Millicom planea financiar la inversión agregada propuesta de aproximadamente $1.000 millones de dólares en efectivo y deuda asumida con el flujo de caja libre proyectado para los próximos 18 meses, en línea con el plan a largo plazo de la compañía. La transacción está sujeta a la negociación y firma de acuerdos definitivos con todas las partes involucradas, incluyendo Telefónica, La Nación y EPM, así como la obtención de autorizaciones regulatorias y de competencia, y el cumplimiento de otras condiciones de cierre. No hay certeza de que la transacción finalmente sea concretada”, detalló la empresa.
Según Millicom, si se concretan estos negocios, se podría “rejuvenecer” el sector de las telecomunicaciones en Colombia, pues la compañía resultante sería robusta y con una importante capacidad de escalamiento, pues contaría con la suficiente capacidad financiera para adelantar las inversiones que se requieren en materia de redes y espectro.
“El país ganaría un segundo operador de gran escala y financieramente viable en un momento crucial. Este operador fortalecido impulsaría la digitalización de Colombia, aseguraría un acceso más amplio a servicios digitales modernos en todo el país y avanzaría en el despliegue de tecnologías de fibra y 5G en todo el país, permitiendo así servicios más rápidos y fiables y una mejor experiencia para el cliente”, concluyó.
Sobre esta eventual fusión, Telefónica resaltó que la formalización del negocio dependerá de la firma de unos acuerdos definitivos, así como la obtención de las aprobaciones regulatorias correspondientes y la extensión de la oferta por parte de Millicom al Gobierno nacional.
Esto último ya se dio, pues en la mañana de este miércoles el Ministerio de Hacienda informó que Millicom le extendió su intención de adquirir las mencionadas acciones (de las cuales el 32,5 % corresponden a la nación).
“La Nación- Ministerio de Hacienda, está analizando la propuesta e informará su posición cuando culmine el estudio estratégico y financiero respectivo”, afirmó la cartera.
Para Telefónica, es clave que en un mercado que se caracteriza por su alto nivel de concentración (como es el caso colombiano) se gane escala y, para esto, añade, es positivo que se integre un actor con mayor tamaño, redes y ofertas en beneficio de los usuarios.
“En el corto plazo, seguiremos enfocados en alcanzar los ambiciosos objetivos que nos hemos trazado en Colombia y continuaremos operando como lo hemos venido haciendo, ofreciendo los mejores servicios a nuestros clientes como ha ocurrido hasta ahora. En el resto de Hispanoamérica, mantendremos el mismo foco en el crecimiento y la rentabilidad, y buscando alternativas estratégicas para continuar ofreciendo los mejores servicios”; concluyó Telefónica.
¿Tigo está a la venta?
La propuesta de Millicom pareciera llegar en un momento oportuno, pues recientemente el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, radicó en el consejo un proyecto de acuerdo que propone la venta de las acciones que tiene EPM en Tigo.
Le puede interesar: ¿Le conviene a EPM vender las acciones que tiene en Tigo Une?
Esta iniciativa no es nueva, pues en anteriores administraciones ya se había puesto sobre la mesa del cabildo, siendo rechazada. Para Gutiérrez, esta vez sí podría ser la vencida, pues el panorama es distinto.
Hay que recordar que el sector de las telecomunicaciones no atraviesa su mejor momento. Según lo explicado por fuentes consultadas por este medio, esto se explica principalmente por dos razones. La primera es la caída en el ARPU (promedio de ingresos por usuario) que han experimentado los operadores; la segunda es el alto nivel nivel de inversión que, en este momento, está demando la industria (especialmente en la extensión de nuevas redes ahora que comenzó el despliegue comercial del 5G).
Muestra de esto es que Tigo estuvo a punto de entrar en reorganización empresarial el año pasado, pues estaba en riesgo de incumplir con los compromisos financieros adquiridos. Para mantener a flote a la compañía, se requirió una capitalización de $600.000 millones, de los cuales $300.000 millones fueron aportados por Millicom y los otros $300.000 millones por EPM.
También está el caso de WOM, que sí entró en reorganización empresarial y que hoy también demanda una inyección de recursos (cercana a los $400.000 millones) para no caer en la bancarrota.
En suma, para la administración pública en estos momentos Tigo representa más un gasto que una oportunidad de ingresos, por lo que se hace atractiva la venta de su participación accionaria.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de empresas (a largo plazo) brindan ingresos periódicos, los cuales se dejarían de recibir en el caso de una enajenación. Todos estos elementos son los que deberían tener en cuenta al momento de evaluar la propuesta que formalizaría Millicom en los próximos días.
Un competido Negocio
A estos desafíos que enfrenta el negocio de las telecomunicaciones, se suma que en Colombia la competencia es dura, y más cuando hay un evidente líder que ha llegado a recibir el calificativo de “dominante”, Claro.
Cifras manejadas por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) muestran que, con corte a marzo del presente año, Claro cuenta con el mayor número de abonados en el segmento de telefonía móvil, pues acumula más 39,74 millones de líneas.
Lo sigue Movistar con 20,7 millones, Tigo con 15,07 millones y Wom con 6,6 millones. (Recordar que en Colombia hay más líneas móviles que personas).
En suma, esta eventual fusión implicaría un nuevo operador capaz de competir con Claro, quien hasta el momento parece un gigante inalcanzable.
Según fuentes consultadas, de cara a la industria esto puede llegar a tener varias implicaciones. Por un lado se tendrían ecos positivos, pues se afianzará la competencia por las telecomunicaciones en el país, lo que presionará a que el mercado se mueva a ofrecer una mejora en la calidad de sus servicios, así como precios más competitivos para atraer la atención de los consumidores.
Pero las consecuencias también podrían ser negativas para los más pequeños, quienes eventualmente no tendrían la misma capacidad de competir contra estos dos colosos de las telco en Colombia.
Sin embargo, hay que recordar que en el país, desde hace años, vienen coexistiendo varios operadores (a pesar de las grandes brechas de participación que se registran). Ejemplo de esto son Avantel, ETB, Éxito, Flash, Suma, Cellvoz, Lov, Setroc y Virgin.
Así se reparte la torta accionaria
Para tener un panorama más claro de este negocio, y más en el contexto de una Oferta Pública de Adquisición (OPA, que es el vehículo que se usaría para la compra de las acciones), es necesario comprender la participación accionaria de ambas empresas.
Según lo reportado por Telefónica, la compañía en Colombia hoy tiene más de 3.400 millones de acciones, de las cuales Telefónica Hispanoamérica S.A. es el accionista mayoritario, con el 67,4 % de estas.
El segundo mayor accionista es la Nación (mediante el Ministerio de Hacienda), que cuenta con el 32,5 %. El resto de la torta se reparte en pequeños accionistas, en donde también figura Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC), con el 0,0003 % de estas.
En el caso de Tigo, EPM tiene el 50 % más una acción de la empresa, mientras que Millicom el restante.
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Una nueva novela empresarial estaría por comenzar en Colombia. Recientemente se conoció que Millicom (proveedor de servicios de telecomunicaciones fijas y móviles en América Latina, así como uno de los dueños de Tigo - con el 50 % de las acciones-), formalizó su intención de comprar las acciones que tiene Telefónica en Coltel (Telefónica Colombia -Movistar-).
Según lo informado por la compañía, con sede en Luxemburgo, tanto Telefónica como Millicom firmaron un memorando de entendimiento no vinculante (lo que se traduce en un acuerdo informal que establece las bases para una futura negociación), mediante el cual se fija esta posible compra accionaria. De cara a la industria, y a los consumidores de estos servicios, la noticia es que Tigo y Movistar podrían fusionarse en Colombia.
Este sería uno de los negocios más importantes en la historia reciente del país, pues implicaría una inversión cercana a los UD$ 400 millones.
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Pero el apetito de Millicom no termina aquí, pues esta empresa de telecomunicaciones también anunció su intención de comprar la participación que hoy tiene Empresas Públicas de Medellín (EPM) en Tigo Une (que es del 50 % más una acción, lo que le permite ocupar hoy el rol de accionista controlante) para así quedarse con la totalidad de este operador.
“Millicom planea financiar la inversión agregada propuesta de aproximadamente $1.000 millones de dólares en efectivo y deuda asumida con el flujo de caja libre proyectado para los próximos 18 meses, en línea con el plan a largo plazo de la compañía. La transacción está sujeta a la negociación y firma de acuerdos definitivos con todas las partes involucradas, incluyendo Telefónica, La Nación y EPM, así como la obtención de autorizaciones regulatorias y de competencia, y el cumplimiento de otras condiciones de cierre. No hay certeza de que la transacción finalmente sea concretada”, detalló la empresa.
Según Millicom, si se concretan estos negocios, se podría “rejuvenecer” el sector de las telecomunicaciones en Colombia, pues la compañía resultante sería robusta y con una importante capacidad de escalamiento, pues contaría con la suficiente capacidad financiera para adelantar las inversiones que se requieren en materia de redes y espectro.
“El país ganaría un segundo operador de gran escala y financieramente viable en un momento crucial. Este operador fortalecido impulsaría la digitalización de Colombia, aseguraría un acceso más amplio a servicios digitales modernos en todo el país y avanzaría en el despliegue de tecnologías de fibra y 5G en todo el país, permitiendo así servicios más rápidos y fiables y una mejor experiencia para el cliente”, concluyó.
Sobre esta eventual fusión, Telefónica resaltó que la formalización del negocio dependerá de la firma de unos acuerdos definitivos, así como la obtención de las aprobaciones regulatorias correspondientes y la extensión de la oferta por parte de Millicom al Gobierno nacional.
Esto último ya se dio, pues en la mañana de este miércoles el Ministerio de Hacienda informó que Millicom le extendió su intención de adquirir las mencionadas acciones (de las cuales el 32,5 % corresponden a la nación).
“La Nación- Ministerio de Hacienda, está analizando la propuesta e informará su posición cuando culmine el estudio estratégico y financiero respectivo”, afirmó la cartera.
Para Telefónica, es clave que en un mercado que se caracteriza por su alto nivel de concentración (como es el caso colombiano) se gane escala y, para esto, añade, es positivo que se integre un actor con mayor tamaño, redes y ofertas en beneficio de los usuarios.
“En el corto plazo, seguiremos enfocados en alcanzar los ambiciosos objetivos que nos hemos trazado en Colombia y continuaremos operando como lo hemos venido haciendo, ofreciendo los mejores servicios a nuestros clientes como ha ocurrido hasta ahora. En el resto de Hispanoamérica, mantendremos el mismo foco en el crecimiento y la rentabilidad, y buscando alternativas estratégicas para continuar ofreciendo los mejores servicios”; concluyó Telefónica.
¿Tigo está a la venta?
La propuesta de Millicom pareciera llegar en un momento oportuno, pues recientemente el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, radicó en el consejo un proyecto de acuerdo que propone la venta de las acciones que tiene EPM en Tigo.
Le puede interesar: ¿Le conviene a EPM vender las acciones que tiene en Tigo Une?
Esta iniciativa no es nueva, pues en anteriores administraciones ya se había puesto sobre la mesa del cabildo, siendo rechazada. Para Gutiérrez, esta vez sí podría ser la vencida, pues el panorama es distinto.
Hay que recordar que el sector de las telecomunicaciones no atraviesa su mejor momento. Según lo explicado por fuentes consultadas por este medio, esto se explica principalmente por dos razones. La primera es la caída en el ARPU (promedio de ingresos por usuario) que han experimentado los operadores; la segunda es el alto nivel nivel de inversión que, en este momento, está demando la industria (especialmente en la extensión de nuevas redes ahora que comenzó el despliegue comercial del 5G).
Muestra de esto es que Tigo estuvo a punto de entrar en reorganización empresarial el año pasado, pues estaba en riesgo de incumplir con los compromisos financieros adquiridos. Para mantener a flote a la compañía, se requirió una capitalización de $600.000 millones, de los cuales $300.000 millones fueron aportados por Millicom y los otros $300.000 millones por EPM.
También está el caso de WOM, que sí entró en reorganización empresarial y que hoy también demanda una inyección de recursos (cercana a los $400.000 millones) para no caer en la bancarrota.
En suma, para la administración pública en estos momentos Tigo representa más un gasto que una oportunidad de ingresos, por lo que se hace atractiva la venta de su participación accionaria.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de empresas (a largo plazo) brindan ingresos periódicos, los cuales se dejarían de recibir en el caso de una enajenación. Todos estos elementos son los que deberían tener en cuenta al momento de evaluar la propuesta que formalizaría Millicom en los próximos días.
Un competido Negocio
A estos desafíos que enfrenta el negocio de las telecomunicaciones, se suma que en Colombia la competencia es dura, y más cuando hay un evidente líder que ha llegado a recibir el calificativo de “dominante”, Claro.
Cifras manejadas por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) muestran que, con corte a marzo del presente año, Claro cuenta con el mayor número de abonados en el segmento de telefonía móvil, pues acumula más 39,74 millones de líneas.
Lo sigue Movistar con 20,7 millones, Tigo con 15,07 millones y Wom con 6,6 millones. (Recordar que en Colombia hay más líneas móviles que personas).
En suma, esta eventual fusión implicaría un nuevo operador capaz de competir con Claro, quien hasta el momento parece un gigante inalcanzable.
Según fuentes consultadas, de cara a la industria esto puede llegar a tener varias implicaciones. Por un lado se tendrían ecos positivos, pues se afianzará la competencia por las telecomunicaciones en el país, lo que presionará a que el mercado se mueva a ofrecer una mejora en la calidad de sus servicios, así como precios más competitivos para atraer la atención de los consumidores.
Pero las consecuencias también podrían ser negativas para los más pequeños, quienes eventualmente no tendrían la misma capacidad de competir contra estos dos colosos de las telco en Colombia.
Sin embargo, hay que recordar que en el país, desde hace años, vienen coexistiendo varios operadores (a pesar de las grandes brechas de participación que se registran). Ejemplo de esto son Avantel, ETB, Éxito, Flash, Suma, Cellvoz, Lov, Setroc y Virgin.
Así se reparte la torta accionaria
Para tener un panorama más claro de este negocio, y más en el contexto de una Oferta Pública de Adquisición (OPA, que es el vehículo que se usaría para la compra de las acciones), es necesario comprender la participación accionaria de ambas empresas.
Según lo reportado por Telefónica, la compañía en Colombia hoy tiene más de 3.400 millones de acciones, de las cuales Telefónica Hispanoamérica S.A. es el accionista mayoritario, con el 67,4 % de estas.
El segundo mayor accionista es la Nación (mediante el Ministerio de Hacienda), que cuenta con el 32,5 %. El resto de la torta se reparte en pequeños accionistas, en donde también figura Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC), con el 0,0003 % de estas.
En el caso de Tigo, EPM tiene el 50 % más una acción de la empresa, mientras que Millicom el restante.
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