Minería o agricultura, un dilema económico
La minería y la agricultura son dos sectores que pueden y deben convivir y contribuir al desarrollo social y económico de Colombia.
El Espectador
La minería responsable y la agricultura son dos sectores que pueden y deben convivir y contribuir al desarrollo social y económico de Colombia, tal y como ha sucedido exitosamente en países como Canadá, Perú y Australia, considera la Asociación del Sector de la Minería a Gran Escala.
“Colombia no puede dejarse meter en la errada teoría de exclusión de actividades económicas. El país debe en este momento estar es pensando en qué instituciones, controles, infraestructura y políticas se deben adoptar o profundizar para crear las condiciones que permitan generar competitividad en los diferentes sectores económicos, con el potencial para contribuir al desarrollo de la Nación y a mejorar la calidad de vida de los colombianos”, dijo Claudia Jiménez Jaramillo, directora de la Asociación del Sector de la Minería a Gran Escala, en un comunicado de la agremiación.
Según las cifras oficiales del sector, no es cierto que la minería esté comprometiendo el suelo que se podría estar destinando a la agricultura. La explotación minera como tal, requiere poca área.
Del total del territorio continental colombiano sólo el 4,4 % (cerca de 5 millones de hectáreas) se encuentra titulado. Y la verdad es que sólo el 1% de esas áreas adjudicadas con títulos mineros se vuelven exploración (primera fase de la actividad minera consistente en estudios temporales y básicos, acotados en el espacio sin que cambien el uso del suelo y de muy bajo impacto), y de este 1% tan sólo el 0.1% se vuelve proyecto minero en explotación (la extracción minera como tal). Lo cual significa que bajo las probabilidades expuestas, el 0.00001% es el porcentaje de suelo nacional que sería intervenido a través de proyectos mineros. “No se puede afirmar entonces que hay una ´mancha negra´ en el país. Por el contrario, de los 5 millones de hectáreas tituladas, 1,18 millones corresponden a la minería a gran escala y por este hecho tienen la garantía de contar con una minería legal y responsable aliada del progreso de las comunidades colombianas. La minería con estándares se esfuerza por dejar una huella de prosperidad, bienestar social y desarrollo económico para Colombia”, reafirma la dirigente gremial.
Las empresas mineras a gran escala implementan altos estándares de calidad en la ejecución de sus proyectos. En 2010, invirtieron más de $67 mil millones en responsabilidad social y $190 mil millones en programas de responsabilidad ambiental, con los cuales se han visto beneficiadas cerca de 251 mil ciudadanos colombianos.
El sector minero legal contribuye de manera significativa al país. En el acumulado la minería ha invertido $650 mil millones en infraestructura, compró en un año $2.6 billones a proveedores nacionales, en 2011 contribuyó con $1.6 billones en regalías, representó 2,4% del Producto Interno Bruto y representó el 25% del total de las exportaciones de nuestra Nación.
Según el Dane, el sector minero-energético en el trimestre móvil diciembre-febrero 2011/2012 generó 209 mil empleos, lo que equivale a 836 mil plazas entre empleos directos e indirectos, cerca de 4,12% de la población ocupada del país, lo que demuestra que este sector es generador de empleo de calidad, a menudo la única alternativa de ingresos lícitos en algunas zonas del país.
Así mismo, en impuestos y contribuciones la minería formal ha contribuido con más de 23 billones de pesos en los últimos 10 años. Y de cada 100 pesos que la actividad minera legal produce, deja entre 67 y 80 pesos al Estado como participación.
La directora de la asociación, hizo un llamado a tener mesura en las afirmaciones que confunden a la opinión y desprestigian inútilmente un sector con gran expectativa de crecimiento.
“Sería irresponsable no apalancar parte del desarrollo de Colombia en el sector minero, el cual puede contribuir con la disminución de la pobreza en el país. El Gobierno Nacional es consciente de esto y es por ello que definió a la minería como una de las locomotoras de la economía”, afirmó la dirigente gremial.
Invitó a trabajar por un desarrollo incluyente, que busque la competitividad de todos los sectores capaces de contribuir con una mejor calidad de vida y prosperidad para los colombianos. “El país debe dejar de plantear discusiones en términos de minería o agricultura y pensar en minería y agricultura”, afirmó.
La minería responsable y la agricultura son dos sectores que pueden y deben convivir y contribuir al desarrollo social y económico de Colombia, tal y como ha sucedido exitosamente en países como Canadá, Perú y Australia, considera la Asociación del Sector de la Minería a Gran Escala.
“Colombia no puede dejarse meter en la errada teoría de exclusión de actividades económicas. El país debe en este momento estar es pensando en qué instituciones, controles, infraestructura y políticas se deben adoptar o profundizar para crear las condiciones que permitan generar competitividad en los diferentes sectores económicos, con el potencial para contribuir al desarrollo de la Nación y a mejorar la calidad de vida de los colombianos”, dijo Claudia Jiménez Jaramillo, directora de la Asociación del Sector de la Minería a Gran Escala, en un comunicado de la agremiación.
Según las cifras oficiales del sector, no es cierto que la minería esté comprometiendo el suelo que se podría estar destinando a la agricultura. La explotación minera como tal, requiere poca área.
Del total del territorio continental colombiano sólo el 4,4 % (cerca de 5 millones de hectáreas) se encuentra titulado. Y la verdad es que sólo el 1% de esas áreas adjudicadas con títulos mineros se vuelven exploración (primera fase de la actividad minera consistente en estudios temporales y básicos, acotados en el espacio sin que cambien el uso del suelo y de muy bajo impacto), y de este 1% tan sólo el 0.1% se vuelve proyecto minero en explotación (la extracción minera como tal). Lo cual significa que bajo las probabilidades expuestas, el 0.00001% es el porcentaje de suelo nacional que sería intervenido a través de proyectos mineros. “No se puede afirmar entonces que hay una ´mancha negra´ en el país. Por el contrario, de los 5 millones de hectáreas tituladas, 1,18 millones corresponden a la minería a gran escala y por este hecho tienen la garantía de contar con una minería legal y responsable aliada del progreso de las comunidades colombianas. La minería con estándares se esfuerza por dejar una huella de prosperidad, bienestar social y desarrollo económico para Colombia”, reafirma la dirigente gremial.
Las empresas mineras a gran escala implementan altos estándares de calidad en la ejecución de sus proyectos. En 2010, invirtieron más de $67 mil millones en responsabilidad social y $190 mil millones en programas de responsabilidad ambiental, con los cuales se han visto beneficiadas cerca de 251 mil ciudadanos colombianos.
El sector minero legal contribuye de manera significativa al país. En el acumulado la minería ha invertido $650 mil millones en infraestructura, compró en un año $2.6 billones a proveedores nacionales, en 2011 contribuyó con $1.6 billones en regalías, representó 2,4% del Producto Interno Bruto y representó el 25% del total de las exportaciones de nuestra Nación.
Según el Dane, el sector minero-energético en el trimestre móvil diciembre-febrero 2011/2012 generó 209 mil empleos, lo que equivale a 836 mil plazas entre empleos directos e indirectos, cerca de 4,12% de la población ocupada del país, lo que demuestra que este sector es generador de empleo de calidad, a menudo la única alternativa de ingresos lícitos en algunas zonas del país.
Así mismo, en impuestos y contribuciones la minería formal ha contribuido con más de 23 billones de pesos en los últimos 10 años. Y de cada 100 pesos que la actividad minera legal produce, deja entre 67 y 80 pesos al Estado como participación.
La directora de la asociación, hizo un llamado a tener mesura en las afirmaciones que confunden a la opinión y desprestigian inútilmente un sector con gran expectativa de crecimiento.
“Sería irresponsable no apalancar parte del desarrollo de Colombia en el sector minero, el cual puede contribuir con la disminución de la pobreza en el país. El Gobierno Nacional es consciente de esto y es por ello que definió a la minería como una de las locomotoras de la economía”, afirmó la dirigente gremial.
Invitó a trabajar por un desarrollo incluyente, que busque la competitividad de todos los sectores capaces de contribuir con una mejor calidad de vida y prosperidad para los colombianos. “El país debe dejar de plantear discusiones en términos de minería o agricultura y pensar en minería y agricultura”, afirmó.