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La sirenita ya está en cines y es la nueva película de acción real dirigida por Rob Marshall que sigue la historia de Ariel, la joven sirena de espíritu aventurero que sueña con descubrir el mundo más allá del mar.
Es un relato que se sumerge en las profundidades del océano y que también pisa tierra firme. Marshall lideró la creación de un universo estético extraordinario para las audiencias fanáticas de la película original, y para que las nuevas audiencias jóvenes lo descubran por primera vez.
Un elemento clave de ese universo creado por el cineasta y su equipo son las apariencias de los personajes que dan vida a la historia. Para hacerlos realidad, Marshall unió fuerzas con la diseñadora de vestuario Colleen Atwood, antigua colaboradora de Rob y ganadora de cuatro premios Óscar por su trabajo en Alicia en el país de las Maravillas, Animales fantásticos y dónde encontrarlos, entre otros.
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Bajo del mar
Para crear los atuendos de los personajes, Atwood encaró un profundo proceso de investigación del mundo náutico y marino. Se inspiró en la observación de la belleza del mar y toda la vida que contiene, así como las diversas luminosidades y colores del océano.
“Todo ello fue muy inspirador para mí; solo con observar los colores del interior de una caracola me podía inspirar para la vestimenta de todos los servidores en el castillo”, cuenta la diseñadora.
A partir de ahí, Atwood dividió el universo estético en dos grandes ámbitos: el de la superficie, más tradicional, y el submarino, donde la mitad inferior de los cuerpos de los personajes sería creada digitalmente. Este último fue el más desafiante, la diseñadora no solo recurrió a la vida oceánica como fuente de inspiración, sino también a la mitología griega.
Un reto icónico
¿Cómo crear un aspecto de acción real para uno de los personajes animados más emblemáticos de Disney? Según Atwood, honrando el legado y expandiéndolo.
“Queríamos rendirle homenaje a la película original en cuanto a la paleta básica de colores, pero también desviarnos de ese mundo hacia uno más nuevo y moderno”, señala Atwood en referencia al diseño de Ariel como sirena.
En la creación de la apariencia de Ariel participaron el estilista y jefe de maquillaje Peter Swords King y la estilista del cabello Camille Friend. Como el personaje está interpretado por la actriz Halle Bailey, de origen afroestadounidense, el equipo se aseguró de que su aspecto fuera étnicamente correcto, especialmente en relación al cabello.
Además, el estilo debía funcionar tanto dentro como fuera del agua. Así, con Friend como guía clave, trabajaron en el pelo de Bailey con diversos tonos de rojo intenso, rojo claro y rubio cobrizo, y luego agregando rizos sueltos.
En tierra, Ariel luce un vestido azul aguamarina. “Era un tono que me parecía que realzaba mucho su belleza natural y que la hacían sobresalir dentro de los dos mundos en los que se encuentra. Las texturas que usé con la tela, formadas por pliegues y costuras en direcciones opuestas, transmiten una cualidad acuática similar al movimiento de algas marinas”, describe Atwood.
Para el cierre de la historia, la protagonista lleva un vestido que combina los mundos del pueblo, la corte real y el océano. Creado con una tela de fibras de la hoja de la piña oriunda de Filipinas, tiene un bordado de flores color coral y un motivo de pequeñas anémonas marinas junto con flores terrestres. La confección del vestido llevó cuatro meses.
Los siete mares hechos sirenas
Hija del rey Tritón (Javier Bardem), Ariel vive bajo el mar junto a sus seis hermanas: Caspia (Nathalie Sorrell), Indira (Simone Ashley), Karina (Kajsa Mohammar), Mala (Karolina Conchet), Perla (Lorena Andrea) y Tamika (Sienna King).
Para crear sus aspectos, Atwood se valió de la mitología griega de Tritón y el mundo submarino, relacionando a las siete hermanas con los siete mares. A su vez, se inspiró en peces exóticos para crear las colas y el pelo de las sirenas.
“No hay inspiración más bella que los océanos y los peces que viven allí, y basarse en ello y transformarlo en la versión acuática de un vestido fue un desafío creativo fantástico”, asegura la diseñadora.
El peinado de cada hermana está relacionado con su personalidad. Algunas usan coletas y trenzas; otras tienen su cabello lacio y largo hasta la cintura, otras lo tienen cayendo por sobre los hombros.
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El príncipe y los marineros
Al crear el aspecto del príncipe Eric (Jonah Hauer-King), Atwood trabajó con referencias históricas del mundo de los marineros. Para él, recurrió a camisas, chalecos pantalones de lino y botas de cuero.
El desafío más grande, sin embargo, fue vestir a los 50 marineros que acompañan al príncipe en su barco. El equipo creó 250 piezas de vestimenta para la tripulación.
“Rodamos de noche en el barco durante todo un mes, lo que desgasta mucho la indumentaria, ya que había mucha acción, tormentas y fuego”, explica Atwood, y agrega que la vestimenta fue pintada a mano para que no pareciera de fábrica. A su vez, debía lucir gastada y sucia, así que el equipo de teñido de la diseñadora también hizo foco en eso.
Por otra parte, durante su investigación, Atwood se enteró de que la mayoría de los marineros sabían de costura, ya que pasaban largos períodos en alta mar, así que su equipo hizo bordados a mano en buena parte del vestuario de los marineros.
“Muchos marineros eran muy hábiles con el hilo y la aguja, y sus bordados contaban historias de los lugares por los que habían pasado”, comenta.
A la altura del rey
La creación del vestuario del rey Tritón se apoyó en dos piezas clave: su armadura y su corona. La armadura fue esculpida en arcilla y luego moldeada con chapas de abulón cortadas en finas capas para que reflejara el agua del océano.
“La esculpimos para que tuviera aspecto de maderas orgánicas y marinas que podrían ser bañadas en oro. Agregamos láminas inspiradas en caracoles que dieran la apariencia de algo que provino del fondo del océano con elementos de algas marinas y otras texturas seguidas de una capa de enchapado en oro”, expresa Atwood.
En cuanto a la corona, estuvo inspirada en algas marinas y dientes de tiburón, con detalles de pequeños caracoles y trozos de abulón. En materia de maquillaje, Swords King se inspiró en esculturas griegas clásicas y la película de 1969 Busco mi destino.
“Su barba está totalmente inspirada en estatuas griegas antiguas. En cambio, su melena es de influencia hippie”, señala el artista.
El pulpo de la noche
Vestir a la actriz Melissa McCarthy para interpretar a la icónica bruja Úrsula fue un desafío especialmente atractivo para Atwood, quien se inspiró mayormente en el pulpo y la vestimenta de gala para crear su apariencia.
El vestido de la villana está confeccionado con lentejuelas violetas recubiertas con gamuza cortada con láser, que da un aspecto de pulpo porque parece que cambiara de color. A su vez, tiene pequeños zarcillos tornasolados alrededor del cuello.
La diseñadora imaginó a Úrsula vestida de noche durante todo el día, potenciando el glamour con un corsé que acentúa las curvas y la voluptuosidad de McCarthy.
“La versión de Melissa McCarthy de este personaje es apasionante y sumamente interesante. Es como que toma la piel y las características del pulpo y las expresa como un vestido de terciopelo negro, entonces es más como un vestido de noche que un traje de pulpo”, dice Atwood.
En materia de peinado, los guiños al de Úrsula en la película animada son evidentes, pero Swords King recurrió además a una referencia singular: “Úrsula es una malvada bruja del mar, pero también es un poco chabacana, así que la pensamos como una representación de la música lounge, uno de esos artistas de los años 50 o 60 que tocaban en hoteles, el tipo de persona que se pasearía con una boquilla y un cóctel”, cuenta.
“Creamos una peluca blanca para Melissa, aunque no del todo blanca. Es de color blanco con matices lilas en las raíces, que combina a la perfección con su maquillaje y contorneado facial de tonalidades lilas”, añade.