“No tenemos contemplado un racionamiento”: ministro de Minas y Energía

La generación hidráulica es la columna vertebral del sistema eléctrico en Colombia, por eso un nivel de 29,46 % en los embalses, por cuenta del fenómeno de El Niño, pone a tambalear al sector. Las térmicas están operando a su máxima potencia y el Gobierno decidió limitar la exportación de energía a Ecuador, de todas formas, el fantasma de un apagón asecha. Incluso Omar Prias, director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), reconoció este lunes que el racionamiento eléctrico es una opción.

La generación hidráulica es la columna vertebral del sistema eléctrico en Colombia, por eso un nivel de 29,46 % en los embalses, por cuenta del fenómeno de El Niño, pone a tambalear al sector. Las térmicas están operando a su máxima potencia y el Gobierno decidió limitar la exportación de energía a Ecuador, de todas formas, el fantasma de un apagón asecha. Incluso Omar Prias, director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), reconoció este lunes que el racionamiento eléctrico es una opción.

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Sin embargo, Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, hace un llamado a la calma y sostiene que esa es una medida que el Gobierno no ha considerado. En entrevista con este diario, el jefe de la cartera explicó por qué las próximas dos semanas serán claves para el sistema eléctrico, habló sobre las estrategias del Gobierno para cumplir su promesa de bajar las tarifas y sobre la apuesta por la energía renovable.

¿Habrá un razonamiento de energía en Colombia?

No tenemos contemplado un racionamiento. Estamos tomando todas las medidas, evaluamos los modelos climáticos que está emitiendo el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de manera semanal para garantizar un mejor nivel de precisión; vemos que finalizando la semana ya se empezaría a estabilizar el clima, van a disminuir las temperaturas y aumentarán las lluvias.

Pero, si no llueve, ¿existe el riesgo de racionamiento?

Durante la última semana no solo se presentó el fenómeno de El Niño, sino una oscilación climática llamada Madden-Julian que ya pasó por el país, ahora podemos recuperar la senda de deterioro de El Niño para entrar en un periodo de lluvias. Estamos a dos semanas de superar la condición más crítica y empezar la recuperación de embalses.

Para eso es que nos estamos preparando, para estas dos semanas claves. Las medidas que hemos adoptado buscan precisamente garantizar la seguridad energética del país.

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¿Vienen nuevas medidas?

Ya hemos implementado varias: limitamos la ventana de energía a Ecuador y tenemos al máximo la generación térmica. Este martes pusimos al máximo la generación renovable y estamos revisando el despacho de las hidroeléctricas uno a uno para despachar la energía que está guardada en algunas que todavía tienen un nivel importante de embalse.

Expertos y gremios han dicho que una gran campaña nacional de ahorro sería una buena opción en esta coyuntura. ¿El Gobierno lo ha considerado?

Hay una dificultad con las campañas del pasado, pues si bien generaron ahorro de energía, después transfirieron unas deudas al sistema que se convirtieron en aumentos de tarifas. No estamos contemplando mecanismos que aumenten las tarifas, en cambio, estudiamos otras opciones, por ejemplo, la desconexión voluntaria, autogeneración para algunas empresas, fábricas, establecimientos comerciales que tienen plantas para que puedan abastecerse con su propia energía y desconectarse del sistema con un incentivo.

Si los embalses llegan al nivel crítico (27 %), ¿se contemplarían otras opciones?, ¿cuáles?

Sí, en el valor crítico se tendrían que hacer recortes del abastecimiento, pero todo lo que estamos haciendo es para evitar que el sistema llegue a esa condición. Por ahora, no tenemos contemplado un racionamiento.

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Usted afirma que se ha hecho lo necesario, pero los gremios llevan meses proponiendo medidas que, aseguran, todavía no se han adoptado.

Ahí están las actas de todos los comités, llevamos un año de preparación (desde marzo del año pasado), 23 sesiones de trabajo del Puesto de Mando Unificado (PMU) de la energía, hemos desarrollado seis ejes de trabajo, más de 50 acciones, muchas han sido producto de las propuestas de los gremios, incluso en las últimas sesiones hemos tenido participación de los gremios. Está la demostración del trabajo que hemos hecho durante estos meses.

El Gobierno ha insistido en que quiere bajar las tarifas de la energía, pero en esta coyuntura, como las térmicas han sido claves, ¿la energía podría subir más?

El sábado tuvimos sesión de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), avanzamos en la aprobación de una medida para controlar los precios en bolsa de energía, de manera que seguimos en ese proceso de control del precio de las tarifas. También hay otras medidas que durante esta semana vamos a estar desarrollando con la CREG para controlar ese otro tema que es urgente para nosotros como Gobierno: lograr que las tarifas sean justas, especialmente en el mercado del Caribe.

¿Cuáles son las medidas en las que están trabajando?

Estamos revisando cada uno de los componentes en generación, el mercado en bolsa, el mercado de contratos bilaterales y en la comercialización, los cargos. Este lunes tuvimos una reunión con Air-e y Afinia para evaluar sus propuestas y buscar acuerdos; tendremos en los próximos días unas reuniones con las generadoras y con otras empresas para encontrar un punto de equilibrio que nos permita hacer un acuerdo en el sistema, además, de las medidas regulatorias.

A largo plazo, ¿cómo piensa el Gobierno cumplir la promesa de bajar las tarifas?

Nuestra intención es modificar el modelo de la energía en Colombia, garantizar que exista una competencia real. En el mercado hoy tenemos un oligopolio y lo que necesariamente tiene ocurrir es que entren más actores en el sistema y que los precios sean eficientes.

¿Cuál es el camino para ese cambio de modelo que plantea?

Necesitamos más actores, por eso la transición energética es importante, además de reglas claras en la bolsa para evitar que tengamos especulación.

Hoy hay retrasos en los proyectos que en este momento crítico serían claves. ¿Cuál es el balance del Gobierno?

Recibimos la mayoría de los proyectos con retrasos de tres años y armamos un plan que se llama 6 GW para entregar esos gigavatios de generación renovable a la red al terminar nuestro Gobierno. En el momento ya están entregando al sistema, en operación comercial, cerca de 1 GW y en total en la operación comercial y pruebas 1,8 GW. Hacemos seguimiento a cada uno de los proyectos, la resolución de temas ambientales y el trabajo de consultas previas.

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¿A largo plazo está garantizado el suministro de energía en el país?

Hay proyectos que ya tendrían que haber entrado en funcionamiento y estar ayudando en este fenómeno de El Niño, pero en el futuro ya estarán, además ya dejamos asignados a través de una subasta de cargo por confiabilidad hacia el futuro otra capacidad, casi de 20 GW de generación renovable, con nuevos proyectos. También estamos revisando otras subastas que anunciaremos durante este año con una perspectiva regional para desarrollar el potencial energético de algunas regiones que no han tenido proyectos por diferentes circunstancias, pero que creemos serán importantes para la seguridad energética.

En este contexto, en el que han tomado tanta relevancia las térmicas para garantizar el suministro de energía, ¿el Gobierno no se ha replanteado su postura sobre la exploración?

La situación actual nos demuestra la vulnerabilidad que tenemos en el sistema al depender solo de dos fuentes de energía (térmica e hidráulica), así que si logramos mayor incursión de las renovables tenemos la posibilidad de superar esa dependencia. Si tuviéramos más solar en este momento, podríamos estar soportando mejor las condiciones en la sequía de El Niño. Nuestra apuesta sigue siendo las renovables, claro, sin sacrificar la seguridad del sistema.

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