“Nuestro objetivo es estructurar 200 proyectos en dos años”: Enterritorio
María Elía Abuchaibe está al frente de la entidad conocida hasta ahora como Fonade. Aseguró que se convertirán en el brazo técnico de las regiones para sacar adelante las obras y que han recibido $10.000 millones de regalías.
Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG.
En los últimos años varias entidades públicas han advertido la dificultad de ejecutar obras en las regiones debido a los problemas para estructurar proyectos que se concluyan y no queden abandonados en el camino, especialmente en los municipios más pequeños y de menores ingresos (categorías 4, 5 y 6).
“Para suplir esa debilidad el Gobierno reestructuró el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade) y le encargó diseñar proyectos que sean viables desde lo jurídico, lo técnico y lo financiero para las regiones más necesitadas”, así lo indico la gerente de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial (Enterritorio, el nuevo nombre de la entidad), María Elía Abuchaibe, en entrevista con El Espectador.
¿Cómo identifican esa dificultad en la estructuración?
Los recursos de regalías se han venido acumulando porque no se están presentando proyectos. Ante esa necesidad, vamos a entrar a apoyar a esos municipios y departamentos que son los dueños de los recursos.
¿Cuántos proyectos están en capacidad de estructurar?
La idea es poder estructurar entre 190 y 200 proyectos en los primeros dos años, ese es nuestro objetivo, en sectores donde las necesidades persisten: infraestructura vial, saneamiento básico, infraestructura educativa y de salud, electrificación y centros de transformación para proyectos productivos, asimismo, estamos mirando si podemos apoyar estructuración de planes de mitigación y obras para el manejo de riesgos; hay muchos terrenos en los que podemos trabajar.
¿Cuánto puede costar esa labor?
Estamos hablando de unos $10.000 millones, que es el aporte que recibimos de regalías. Hicimos esa estimación teniendo en cuenta los proyectos que se habían financiado con regalías en los últimos años y su distribución. Asumiendo que el 40 % de los proyectos sean complejos y el 60 % simples, como indica la tendencia. Con esos recursos podríamos estructurar unos 194 proyectos. Eso puede variar mucho si en vez de hacer muchos proyectos pequeños decidiéramos hacer uno grande, todo depende.
De cualquier forma, las estructuraciones de mediana complejidad se harán aquí y las demás a través de una red de estructuradores como terceros consultores que vamos a ir creando en las regiones, porque quienes las conocen están allá, no en Bogotá.
¿En qué están trabajando ahora, ya están estructurando?
En marzo de este año un decreto permitió reestructurar la entidad, ya sacamos adelante todo el tema legal, se creó la Subgerencia de Estructuración y nos aprobaron $10.000 millones de regalías, con eso estamos haciendo todo el proceso de planificación. Creería que en un par de semanas ya podemos comenzar las primeras estructuraciones.
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¿Cuánto tiempo toma la estructuración?
Las estructuraciones sencillas deberán tardarse unos cinco o seis meses, y las más complejas acercarse a un año, pero tenemos que ser juiciosos en que se hagan de forma ágil para que los alcaldes se motiven y puedan ver construido su proyecto.
Si uno piensa en los cuatro años que tiene un gobernante, lo ideal sería que el primer año o los primeros seis meses sean de planificación y el segundo de licitaciones o procesos contractuales, para que en el tercero pueda terminar obras, porque si inician un proceso a la mitad del período ya no van a alcanzar. Ahora vienen las elecciones; tenemos que ser muy ágiles en trabajar con las regiones el primer año de gobierno para que los próximos puedan estar ejecutando.
¿Cuáles son las fallas que han identificado?
Al momento de identificar el proyecto es muy importante cumplir con unos filtros básicos: que el uso del suelo del predio sea compatible, que tenga aval de la autoridad del sector, que el terreno sea del municipio, que haya fuentes de financiación. Hay territorios más complejos que otros, lo que no queremos que pase es que salgamos a licitar un proyecto y los planos no estén bien o estén débiles, nuestro plan es hacer muy bien las estructuraciones para contar con proyectos listos para ser ejecutados.
¿Qué van a cambiar para que los proyectos dejen de tener retrasos?
Lo vamos a hacer diferente, teniendo muy presente no salirnos de los tiempos y completar los requisitos del proceso, la idea es cumplir con todas las exigencias para que el proyecto no tenga tropiezos y lo podamos llevar a feliz término. También nos estamos involucrando en el cierre financiero, no vamos a financiar, pero sí nos sentaremos con los alcaldes a ver cuánto tienen en recursos propios, cuánto les falta y si pueden solicitar un crédito o aportes de la región, y así acompañar el proceso hasta el final.
Nuestro rol va hasta la aprobación, no es simplemente entregarle al alcalde unos planos, sino acompañarlo hasta el momento en que se contrate la obra; también vamos a trabajar desde el territorio de manera más colaborativa y participativa para que el proceso sea compartido y tenga un resultado exitoso. Ese es el valor agregado que le estamos dando.
¿Todos los proyectos en adelante tendrán esa supervisión?
Buscamos poder trasladar capacidades, que con estos ejercicios los funcionarios de las alcaldías y las gobernaciones entiendan mejor cómo se hace una estructuración y que puedan organizar equipos que empiecen a hacerlo para apropiarse de sus proyectos en el mediano y el largo plazo.
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¿Van a priorizar algunas regiones?
No hay ninguna prioridad entre una región y otra. En este momento los proyectos los canaliza el DNP a través de su dirección de regalías y luego los verifica en conjunto con Enterritorio, el respectivo alcalde y la autoridad del sector correspondiente; luego nosotros entramos a hacer todo el proceso de estructuración.
En los últimos años varias entidades públicas han advertido la dificultad de ejecutar obras en las regiones debido a los problemas para estructurar proyectos que se concluyan y no queden abandonados en el camino, especialmente en los municipios más pequeños y de menores ingresos (categorías 4, 5 y 6).
“Para suplir esa debilidad el Gobierno reestructuró el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade) y le encargó diseñar proyectos que sean viables desde lo jurídico, lo técnico y lo financiero para las regiones más necesitadas”, así lo indico la gerente de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial (Enterritorio, el nuevo nombre de la entidad), María Elía Abuchaibe, en entrevista con El Espectador.
¿Cómo identifican esa dificultad en la estructuración?
Los recursos de regalías se han venido acumulando porque no se están presentando proyectos. Ante esa necesidad, vamos a entrar a apoyar a esos municipios y departamentos que son los dueños de los recursos.
¿Cuántos proyectos están en capacidad de estructurar?
La idea es poder estructurar entre 190 y 200 proyectos en los primeros dos años, ese es nuestro objetivo, en sectores donde las necesidades persisten: infraestructura vial, saneamiento básico, infraestructura educativa y de salud, electrificación y centros de transformación para proyectos productivos, asimismo, estamos mirando si podemos apoyar estructuración de planes de mitigación y obras para el manejo de riesgos; hay muchos terrenos en los que podemos trabajar.
¿Cuánto puede costar esa labor?
Estamos hablando de unos $10.000 millones, que es el aporte que recibimos de regalías. Hicimos esa estimación teniendo en cuenta los proyectos que se habían financiado con regalías en los últimos años y su distribución. Asumiendo que el 40 % de los proyectos sean complejos y el 60 % simples, como indica la tendencia. Con esos recursos podríamos estructurar unos 194 proyectos. Eso puede variar mucho si en vez de hacer muchos proyectos pequeños decidiéramos hacer uno grande, todo depende.
De cualquier forma, las estructuraciones de mediana complejidad se harán aquí y las demás a través de una red de estructuradores como terceros consultores que vamos a ir creando en las regiones, porque quienes las conocen están allá, no en Bogotá.
¿En qué están trabajando ahora, ya están estructurando?
En marzo de este año un decreto permitió reestructurar la entidad, ya sacamos adelante todo el tema legal, se creó la Subgerencia de Estructuración y nos aprobaron $10.000 millones de regalías, con eso estamos haciendo todo el proceso de planificación. Creería que en un par de semanas ya podemos comenzar las primeras estructuraciones.
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¿Cuánto tiempo toma la estructuración?
Las estructuraciones sencillas deberán tardarse unos cinco o seis meses, y las más complejas acercarse a un año, pero tenemos que ser juiciosos en que se hagan de forma ágil para que los alcaldes se motiven y puedan ver construido su proyecto.
Si uno piensa en los cuatro años que tiene un gobernante, lo ideal sería que el primer año o los primeros seis meses sean de planificación y el segundo de licitaciones o procesos contractuales, para que en el tercero pueda terminar obras, porque si inician un proceso a la mitad del período ya no van a alcanzar. Ahora vienen las elecciones; tenemos que ser muy ágiles en trabajar con las regiones el primer año de gobierno para que los próximos puedan estar ejecutando.
¿Cuáles son las fallas que han identificado?
Al momento de identificar el proyecto es muy importante cumplir con unos filtros básicos: que el uso del suelo del predio sea compatible, que tenga aval de la autoridad del sector, que el terreno sea del municipio, que haya fuentes de financiación. Hay territorios más complejos que otros, lo que no queremos que pase es que salgamos a licitar un proyecto y los planos no estén bien o estén débiles, nuestro plan es hacer muy bien las estructuraciones para contar con proyectos listos para ser ejecutados.
¿Qué van a cambiar para que los proyectos dejen de tener retrasos?
Lo vamos a hacer diferente, teniendo muy presente no salirnos de los tiempos y completar los requisitos del proceso, la idea es cumplir con todas las exigencias para que el proyecto no tenga tropiezos y lo podamos llevar a feliz término. También nos estamos involucrando en el cierre financiero, no vamos a financiar, pero sí nos sentaremos con los alcaldes a ver cuánto tienen en recursos propios, cuánto les falta y si pueden solicitar un crédito o aportes de la región, y así acompañar el proceso hasta el final.
Nuestro rol va hasta la aprobación, no es simplemente entregarle al alcalde unos planos, sino acompañarlo hasta el momento en que se contrate la obra; también vamos a trabajar desde el territorio de manera más colaborativa y participativa para que el proceso sea compartido y tenga un resultado exitoso. Ese es el valor agregado que le estamos dando.
¿Todos los proyectos en adelante tendrán esa supervisión?
Buscamos poder trasladar capacidades, que con estos ejercicios los funcionarios de las alcaldías y las gobernaciones entiendan mejor cómo se hace una estructuración y que puedan organizar equipos que empiecen a hacerlo para apropiarse de sus proyectos en el mediano y el largo plazo.
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¿Van a priorizar algunas regiones?
No hay ninguna prioridad entre una región y otra. En este momento los proyectos los canaliza el DNP a través de su dirección de regalías y luego los verifica en conjunto con Enterritorio, el respectivo alcalde y la autoridad del sector correspondiente; luego nosotros entramos a hacer todo el proceso de estructuración.