Nueva empresa colombiana revoluciona el concepto de la comida a domicilio

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Pedir comida a domicilio ha demostrado tener un enorme potencial en Colombia. Empresas como Domicilios.com, una de las más populares en el país, cuenta que por ejemplo en los más de 95 minutos que demora un partido de la selección pueden llegar a recibir más de 2.000 pedidos. La misma compañía afirma que uno de sus domiciliarios, en promedio, alcanza a realizar cerca de 40 entregas en un fin de semana.

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A este negocio, del cual también hacen parte jugadores como Rappi y Uber Eats, empresas cuyo fuerte es entregar comida preparada, y otros como Merqueo y Mercadoni, que le llevan el mercado a sus clientes, llega un nuevo competidor que se diferencia de los antecesores: La Lleva.

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Lo que lo hace único es que se preocupa porque sus clientes disfruten la experiencia de cocinar en casa entregando ingredientes frescos, listos para preparar y acompañados de recetas que incluyen más de una docena de platos originarios de Asia, Medio Oriente, Italia y México, entre otros. En otras palabras, La Lleva usa el poder de la cocina para sacar de la cotidianidad a las personas e invitarlos a disfrutar de algo diferente.

“La idea se fue puliendo al darnos cuenta de las exigencias que tiene el colombiano. Para la gente pagar mucho por algo que tienen que hacer ellos mismos no resulta ser algo atractivo, con ese dinero prefieren ir a un restaurante”, menciona Ana María Salazar, cofundadora de La Lleva, quien afirma que el fuerte de su negocio es ofrecer la experiencia de cocinar en un tiempo que no supere los 20 minutos.

Por su parte Azzam Alkadhi, el otro fundador de la empresa afirma que la clave de esta startup está en entregar productos frescos, elegidos con una especial dedicación, empacados en una caja que contiene un gel refrigerante y sellados al vacío, razón por la cual él y su socia se levantan cada mañana para ir a la plaza de mercado a seleccionar los ingredientes que enviarán.

“La Lleva va mucho más allá del tradicional domicilio o salida a restaurantes, con una propuesta que entrega en la puerta de sus casas los ingredientes picados y porcionados, salsas listas y carnes adobadas para que el usuario pueda cocinar creativos platos, sin la necesidad de salir a hacer mercado, ni pasar horas frente a la estufa”, explica Alkadhi.

Esta joven startup, en su primer trimestre de operación ya consolida 600 pedidos logrando doblar su crecimiento cada mes. Para esta pareja de empresarios el mantener la calidad de su servicio, antes de crecer en número de usuarios, es la prioridad con la que quieren seguir avanzando en su camino empresarial, razón por la cual su cobertura, que abarca partes del centro y norte de la ciudad, espera alcanzar la totalidad de la capital a inicios del próximo año.

Lo anterior no quiere decir que no aspiren llegar a otras ciudades como Cali y Medellín, de hecho, afirman que ya han recibido propuestas, pero por lo pronto quieren ser prudentes en su crecimiento.

A disposición de sus usuarios La Lleva ha elaborado un portal web con su nombre para que los clientes hagan a través de allí los pedidos. Un plus que afirman tener es la variedad de opciones de pago que van desde el efectivo, pasando por tarjetas crédito y débito, hasta llegar a puntos de pago vía Baloto y Efecty.

Aunque existen compañías similares en Europa y Estados Unidos, bajo el concepto de 'food box', los fundadores de La Lleva aseguran que su servicio se diferencia ya que entregan los productos listos para preparar.

"Vimos que en Europa y Estados Unidos hay ideas parecidas, con la diferencia de que el servicio de ellos consiste en que solo envían los productos, nosotros enviamos los ingredientes cortados", precisa Salazar. 

Una empresa que le preocupa el medio ambiente

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La Lleva  ha decidido sacrificar parte de su margen de ganancia al empacar los productos que entregan en recipientes de vidrio para que así los usuarios les puedan dar una nueva vida en la cotidianidad de sus hogares. No obstante, han encontrado que muchos de sus clientes los devuelven, haciendo que esto se torne en un aspecto positivo para la compañía, ya que no solo cuidan el medio ambiente, sino que además ahorran dinero en la adquisición de nuevos empaques.