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El paro nacional de transportadores en Colombia completa ya cuatro días. A través de bloqueos y concentraciones, los manifestantes han mostrado su inconformismo con el Gobierno por el aumento de $1.904 en el precio del diésel (o ACPM) que entró en vigor desde la medianoche del 31 de agosto.
El sábado pasado, el precio por galón de este combustible pasó de $9.456 (tarifa congelada desde 2020) a $11.360. Sobre este valor se están transando todas las ventas de diésel en Colombia hasta nuevo aviso.
Lo anterior es importante para entender un asunto que podría llevar a que las estaciones de servicio en el país tengan pérdidas millonarias una vez concluya el paro de transportadores. Le contamos.
El nuevo incremento al diésel
Los diálogos entre el Gobierno y los transportadores han sido tensos y, en la noche del miércoles, la mesa de negociación fue levantada tras no haber llegado a un acuerdo sobre los ajustes que debe tener el precio del diésel en lo que resta de 2024.
Luego de dos jornadas de diálogo y muchas horas de discusiones, las partes han acercado posturas y ya coinciden en los dos puntos principales:
- Tanto el Gobierno como los transportadores reconocen que la tarifa de este combustible debe descongelarse.
- El aumento que tendrá el diésel en 2024 ya no será de $1.904, como lo decretó el Ejecutivo la semana pasada. Las negociaciones continúan y la última propuesta del Gobierno fue de un aumento de $200 mensuales hasta diciembre, lo cual fue rechazado por los transportadores, quienes proponen un único aumento de $400 en 2024.
Este jueves, la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos llamó la atención por las implicaciones de “echar para atrás” el aumento de $1.904.
El gremio explicó que, desde el pasado 31 de agosto, las estaciones de servicio se han abastecido con un diésel a $11.360 por galón. Para los distribuidores minoristas, todo suministro de producto es una “venta en firme”, lo que quiere decir que adquieren ACPM al precio máximo de venta en las plantas de abastecimiento.
Como van encaminadas las cosas, Gobierno y transportadores terminarían acordando un aumento gradual del diésel, que podría ser de $200 mensuales si los gremios aceptan la propuesta del Ejecutivo.
“Esta propuesta (de incrementos graduales) conlleva a millonarias pérdidas para el sector de distribución minorista, que serían de $1.702 por galón si el aumento decretado es de $200, multiplicado por el número de galones que efectivamente fueron despachados a partir de las 0:00 horas del sábado 31 de agosto de 2024 y hasta cuando se reverse la medida”, precisa David Jiménez Mejía, presidente ejecutivo del gremio.
La cuestión aquí es que, al reversar el aumento de $1.904 y decretar aumentos graduales (si las negociaciones llegan a buen término), esto obligaría a las estaciones de servicio a vender diésel a un valor menor al que lo compraron.
Como lo explica la Confederación, la distribución minorista tiene unos tiempos de rotación de inventario (de uno a cuatro días) en condiciones normales. “Con el paro y los bloqueos en las vías, los inventarios de diésel no han rotado en las estaciones de servicio”, afirmó Jiménez.
De ahí que el pedido de este gremio es que, de llegar a un acuerdo en la mesa de negociación, el Gobierno implemente mecanismos de compensación entre las plantas de abastecimiento mayoristas y distribuidores minoristas, para que el nuevo precio que tendría el diésel no afecte toda la cadena de distribución.
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