Obras civiles van bien y la vivienda sigue estancada: esto dice el informe del PIB
El informe del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre de 2024 dejó ver dos realidades en el sector de la construcción: el impulso significativo que están teniendo las obras civiles contrasta con los resultados de las edificaciones, actividad que ya completa cinco trimestres en terreno negativo.
Daniel Felipe Rodríguez Rincón
Los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre de 2024 muestran que la construcción en Colombia avanza a ritmo de tango: una de sus piernas (las obras civiles) lleva el compás con paso firme, mientras que la otra pierna (la vivienda) permanece más rezagada.
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Los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre de 2024 muestran que la construcción en Colombia avanza a ritmo de tango: una de sus piernas (las obras civiles) lleva el compás con paso firme, mientras que la otra pierna (la vivienda) permanece más rezagada.
Entre julio y septiembre del año en curso, el sector en su conjunto mostró un crecimiento del 4,1 % frente a los mismos meses de 2023. De entrada, este resultado hace olvidar lo que ocurría hace un año, cuando la construcción mostraba un decrecimiento de -8,46 % al tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2022.
La cifra más reciente del PIB constructor, además, refuerza la idea de que la economía colombiana sigue en clave de reactivación, pues el 4,1 % del tercer trimestre supera con creces al 2,3 % conseguido en el segundo trimestre.
Además, como lo resalta Michael Ortegón, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de UNINPAHU, el comportamiento del sector en 2024 refleja una recuperación gradual, con tasas de crecimiento sostenidas: de 0,73 % (en el primer trimestre), seguida por un 2,28% (segundo trimestre) y acelerándose hasta un 4,09 % (tercer trimestre).
No obstante, al tomar como referencia los tiempos previos a la pandemia, la actividad constructora actual todavía se ubica un 20 % por debajo de aquel entonces, como lo recuerda Jackeline Piraján, economista principal de Scotiabank Colpatria.
Las cifras generales del PIB constructor sugieren que el sector podría mantener su impulso hacia el cierre del año, pero un análisis más detallado del informe publicado por el DANE revela un crecimiento desigual de la construcción en sus ramas principales (obras civiles y edificaciones residenciales y no residenciales), lo que podría restarle fuelle para 2025, especialmente por las caídas en la inversión de un sector clave como lo es la vivienda.
Obras civiles pisan el acelerador
En el tercer trimestre, lo que impulsó a la construcción fueron las obras civiles, subsector que agrupa carreteras, calles, vías férreas, puentes, túneles, carreteras elevadas, puertos, canales, sistemas de riego, tuberías para la conducción de gas a larga distancia, entre otros proyectos.
Según el informe del DANE, las obras civiles crecieron un notable 16,5 % frente al tercer trimestre de 2023, cuando el subsector caía al 15 %.
¿Qué tipo de obras civiles están impulsando la construcción en Colombia? En términos generales, la “nueva vida” que están teniendo los ferrocarriles en Colombia, de la mano de las inversiones públicas en corredores como La Dorada-Chiriguaná, o la construcción de acueductos y sistemas de saneamiento públicos en las regiones, han tenido un impacto positivo.
Precisamente, el Indicador de Producción de Obras Civiles (IPOC) del DANE, correspondiente al tercer trimestre de 2024, arrojó que carreteras, calles, vías férreas y pistas de aterrizaje, puentes y carreteras elevadas fue el tipo de obra con la mayor variación positiva en producción (78,2 %) frente al mismo periodo de 2023. Entre otros datos relevantes, el indicador muestra que instalaciones al aire libre para deportes y esparcimiento crecieron un 45,8 % frente a lo registrado el año pasado.
Como un sector de numerosos encadenamientos productivos, la buena dinámica de las obras civiles trajo consigo un crecimiento del 3,8 % en otro subsector: las actividades especializadas para la construcción de edificaciones y de obras de ingeniería civil (allí se ubica el alquiler de maquinaria y de equipos, por ejemplo).
Hasta aquí lo que podrían considerarse noticias positivas del PIB de la construcción en el tercer trimestre de 2024.
Dos realidades, un sector
Como lo explica Jaime Rojas, líder del Centro de Investigación en Análisis de Datos Económicos y Sectoriales del Politécnico Grancolombiano, la construcción viene mostrando mejoras, lo que puede ser resultado de la baja en las tasas de interés de los últimos meses y la mayor fluidez del mercado de crédito.
“Sin ser aún un sector que aporte significativamente al crecimiento económico del país”, añade Rojas.
Y es que, según el DANE, del crecimiento de 2 % que tuvo la economía colombiana en el tercer trimestre, la construcción solo puso 0,2 puntos porcentuales, lo que contrasta con otros sectores como la agricultura (que aportó 1 punto porcentual) o las actividades artísticas y de entretenimiento (0,5 puntos porcentuales).
Si a las obras civiles les va bien, ¿por qué el sector no tiene un peso relevante en el crecimiento económico? La construcción de edificaciones residenciales (vivienda) y no residenciales tiene mucho que ver en esto.
Tres aspectos clave de la construcción generan preocupación actualmente:
- Construcción de edificaciones residenciales y no residenciales: este subsector registró una caída de 1,7 % en el tercer trimestre de 2024, completando así cinco trimestres en negativo. El panorama es más pesimista si se mira la producción residencial, que está en números rojos desde el segundo trimestre de 2023, como lo indican las cifras del DANE.
- La inversión en vivienda enciende las alarmas: el informe del DANE mostró que la formación bruta de capital fijo en vivienda se redujo un 9,1 %, la peor cifra en más de un año. Este indicador mide cuánto se está invirtiendo en activos específicos, como viviendas, maquinaria o infraestructura. Es decir, una caída en la inversión en vivienda indica que hay menos dinero fluyendo hacia el desarrollo de nuevos proyectos habitacionales o mejoras, lo cual puede ser consecuencia de una menor demanda en el mercado.
- Valor agregado de la construcción: este rompió con la tendencia positiva que había mostrado en el último año, como lo muestran los datos ajustados por efecto estacional. De acuerdo con el DANE, la tasa de crecimiento del valor agregado de la construcción cayó un -0,2 % en el tercer trimestre respecto al del mismo periodo de 2023. En los trimestres inmediatamente anteriores, el valor agregado de la construcción registraba crecimientos de 0,9 %, 1,4 % y 2,2 %. Para los expertos, este descenso podría ser una señal de agotamiento en la capacidad de recuperación del sector o el inicio de una desaceleración más pronunciada. Aunque la contracción es leve, la importancia del dato radica en que rompe con la tendencia de crecimiento.
Así las cosas, el buen momento de las obras civiles se empaña al observar que este subsector, en la práctica, solo recuperó el terreno perdido hace un año (pasó de -15 % a un crecimiento de 16,5 %). Al mismo tiempo, las edificaciones residenciales y no residenciales están siendo un lastre para el crecimiento de la construcción.
“En edificaciones vemos algo de actividad, complementando proyectos pendientes, con menores desistimientos, pero no estamos viendo un ímpetu fuerte de nuevas obras; mientras que en la parte de obras civiles, estamos viendo obras complementarias contribuyendo en algo al crecimiento, pero no estamos viendo obras de gran escala”, señala la economista principal de Scotiabank Colpatria.
De cara al 2025, la reactivación de la construcción pinta mejor teniendo en cuenta las caídas en su índice de costos y en las tasas de interés del sector financiero, aunque habrá varios nubarrones: los más opacos corren por cuenta del gasto público, que se recortará en $33 billones para el próximo año frente al presupuesto del 2024, por cuenta de la compleja situación fiscal del país.
Si bien los ambiciosos proyectos del Gobierno para la reactivación del modo férreo en Colombia y los anuncios de una mayor ejecución por parte del ejecutivo auguran un panorama favorable para las obras civiles, todo apunta a que la vivienda no contará con mayores inversiones desde lo público. Como lo han reiterado las cabezas del Gobierno, la cuota para programas de vivienda se reducirá en un 39 % para 2025 frente a 2024.
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